❝ ...한 뼘만큼마 너에게. ❞

─Junnie, cielito, hay alguien que quiere verte. ─el, ahora, peli rosa, ni siquiera se movió de la cama, estaba totalmente arropado con su edredón de pies a cabeza.

Desde que tuvo que mudarse nuevamente a su ciudad natal, Seongnam, para estudiar danza en un instituto universitario especializado en artes, no salía de la casa de su padre ─que tenía por sus múltiples viajes tras estar la sede de la empresa en donde trabajaba─, solo a la universidad.

Ya estaba acostumbrado a la gran ciudad de Seúl, y el tener a su lado a su bonito novio, haciendo aún más triste el tener que pasar los primeros dos trimestres.

Lo extrañaba mucho, todas las noches realizaban videollamadas contando como iban sus días, y eran ésos los pocos momentos en donde se sentía realmente feliz. Por lo demás, no le gustaba estar en esa ciudad.

Movió levemente el edredón solo para sacar su cabeza de él, últimamente estaba muy cansado por los estudios, y como era sábado, no le agradaba la idea de salir de su cama.

─Sí es la molesta de Lia, dile que no estoy. ─volvió a cubrir su cabeza con el edredón.

─No mi amor, no es JiSoo, es alguien a quien siempre quisiste ver. ─dijo JenNie, sonriéndole.

─¿El idol Park JiMin? Si no es así, adiós. ─dijo, refunfuñando.

─¿Entonces prefiere ver a JiMin antes que a mí, hyung? ─dijo, el actualmente rubio, saliendo detrás de su madre. No tuvo que esconderse en realidad, bastó con apoyarse detrás de la pared.

─¿T-taeH-hyun? ─YeonJun se sentó rápidamente en la cama al escuchar la voz del menor, mientras tallaba sus ojos con sus manos, no podía ser él, debía estar soñando.

─Soy yo, Jjonggie. ─eso fue suficiente para salir corriendo de su cama, sin importarle sí estaba sin camisa o que su cabello estaba totalmente despeinado. No dudó en abrazarlo con todas sus fuerzas, habían sido siete meses muy duros sin su compañía y, ahora que lo tenía junto a él, lo abrazaría y besaría todo lo que pudiese.

─Te extrañé tanto, Hyunnie. ─escondió su cabeza en su cuello, aspirando el dulce aroma que transmitía su piel mientras que las lágrimas salían de sus mejillas.

─Yo más, Yeonye. ─dijo, para luego dedicarse a besar su cabellera abundante.

─Mejor los dejo solos, y Junnie ─pudo escuchar un ujum proveniente de su descendiente─, ve sí te pones una camisa. ─dijo, y se dirigió a la cocina, dejando a su hijo con las mejillas sonrosadas ─con ganas de que la tierra lo tragase─ y su novio riéndose de la situación.

─Déjame ir a ponerme una camiseta y ya vengo.

─Como sí no te hubiese visto sin una antes, hasta desnudo inclusive. ─alzó sus cejas picaramente para molestar a su mayor, éste solo negó con la cabeza y entró a su habitación, siendo seguido por el menor.

El peli rosa se acercó a su armario y buscó una camiseta decente, al encontrarla, corrió hacia el baño que quedaba dentro de la alcoba. Llevaban años conociéndose y aún así le daba vergüenza ser visto por el rubio ─además que en una ocasión, cuando estaban pequeños, se bañaron juntos, desnudos, en una bañera porque ambos se habían enfermado de gripe─.

Tal vez por el hecho de que ya no eran chiquillos, y que eran novios.

Una vez listo, salió nuevamente, encontrándose con TaeHyun acostado en su cama, viendo la fotografía que se encontraba en su mesita de noche de cuando hicieron su primera pijamada.

─¿Todavía la tienes?

─¿Cómo no? Ese día conocí a quien se convirtió en mi vida.

─No me hagas llorar, por favor. ─el más alto se acercó a su dongsaeng, quien lo miraba como sí fuese la cosa más perfecta del mundo, se sintió muy afortunado de que, entre tantas personas en el mundo, lo haya elegido a él.

Lo amaba, y estaría con él el resto de su vida para poder cuidarlo, protegerlo y apoyarlo.

Lo tomo de la cintura y junto sus labios con los del rubio, había anhelado muchísimo ese ligero y efímero roce. Con tener intenciones de acabarlo, el menor colocó sus brazos en sus hombros e intensificar el beso. La falta de aire se hizo presente en ambos chicos con el pasar de los segundos, obligándolos a separarse. Se sentaron en el borde de la cama, el rubio se ubicó en el regazo del peli rosa, sin excusa aparente, pero el mayor no iba a alejarlo.

─Ahora que lo pienso, ¿Qué haces en Seongnam, Hyun? ¿No se supone que estás en época de clases?

─Ah, en mi aula, tras ser el penúltimo año, decidieron volver a abrir la temporada de intercambios para nuestro grado, entonces en cuanto dijeron para pasar unos meses en una buena secundaria en Seongnam por intercambio fui el primero en ofrecerme.

─¿SeulGi noona estuvo de acuerdo?

─Por supuesto, sabía que su madre y usted se encontraban aquí, así que hablo con JenNie noona y ahora tendrá que soportarme por un buen tiempo puesto que me quedaré con ustedes. ─los ojos del más alto se abrieron como platos tras escuchar eso, ¡Tendría a su novio a su lado!

─¡¿Es en serio?! ─el más bajo asintió, plasmando así una gran sonrisa en los labios del peli rosa, quien empezó a besar su rostro repetitivamente, sacándole risitas risueñas a su dongsaeng.

─¡Yah, hyunggie! ─arrugó su nariz en un puchero, haciendo que el mayor no se resistiese a besar su nariz para cumplir con su queja.

─Dime cariño, ¿Quieres hacer algo?

─El viaje me dejó cansado, preferiría quedarme con usted aquí, acostados.

─Adoro la idea. ─el menor se quitó de su regazo y se acostó cubriéndose con el edredón haciendo que el peli rosa repitiese su acción.

Y así pasaron el resto de la tarde, entre caricias, conversaciones divertidas, una que otra película, hasta que cayó la noche, cuando decidieron unánimemente que debían cocinar algo para matar el hambre que ambos sentían.

─¿Qué deberíamos cocinar?

─¡Tteoboki de queso! ─dijo, con un tono, intencionalmente, tierno para los oídos del más alto.

─Lo que pida mi príncipe. ─el menor sacó todo lo necesario de la nevera y se pusieron manos a la obra.

YeonJun cocinaba muy bien, su abuela paterna le había enseñado todo lo que sabía y ahora TaeHyun disfrutaba de las delicias que éste hacía, así que al culminar, tomó un plato hondo y se sirvió bastante.

─Está delicioso.

─¿Sabes que también es delicioso? El chef que lo preparó. ─el menor por poco se atraganta al escuchar ese comentario, mientras que el peli rosa se reía y comía a su vez. Terminaron rápidamente de comer, como el mayor había hecho gran parte de la cena, su novio decidió lavar los traste mientras este se bañaba.

Minutos después, cuando no le faltaba mucho por acabar, sintió unas manos en su cintura, tras saber de quien se trataba solo rió.

─TaeTae, ve a ducharte y yo termino, total, no es mucho. ─susurró, el rubio asintió y corrió hacia la habitación que le había indicado su noona.

Para su sorpresa, en la cama se encontraba una de las camisas de YeonJun, él sabía su profundo amor por sus prendas de ropas ya que le quedaban grandes a pesar de que hiciese ejercicio frecuentemente y no hubiese muy bajo.

Sonrió y tomó su toalla de la maleta que había traído consigo junto con su cepillo de dientes para dirigirse al baño. Se duchó rápidamente, así que cepilló sus dientes y caminó nuevamente hacia la cama para vestirse.

El aroma varonil de su mayor que transmitía su camiseta ancha era una adicción para él, simplemente embriagante para sus fosas nasales. La puerta de la habitación fue tocada, sacando a TaeHyun de sus pensamientos, acomodó su maleta y abrió la puerta, encontrándose con su novio, sonriendo como un total bobo.

─¿Listo, cielo?

─Sí, hyung. ─le correspondió la sonrisa al sentir como tomó su mano, cerró la puerta y dejó que el mayor lo guiara a su alcoba.

Se volvieron a acostar en la cama, al parecer, ninguno tenía intenciones de dormir separados, el rubio se acostó de un lado y su mayor también se acostó de ese lado para poder abrazarlo por la cintura.

─Buenas noches, mi pequeño.

─No me diga así, ya no tengo ocho años ni tampoco mido un metro con quince centímetros.

─Pero sigues siendo ese niño bonito de ojitos grandes del que me enamoré.

─Y usted el niñito raro de ojos gatunos muy alto que me ayudó a tomar un libro de la biblioteca. ─YeonJun rió con ese comentario, acercándose más a su novio.

─Te amo, Hyunnie.

─Y yo a usted, Junnie. ─un beso en su cuello se hizo presente y luego cayó en los brazos de Morfeo al igual que su novio.

Minutos después, llegaron los padres de YeonJun, era algo tarde pero no esperaban encontrarse a su hijo con su novio, abrazados y dormidos, no se molestaron, al contrario, quedaron enternecidos con la imagen que tenía al frente. Solo se dedicaron a cerrar la puerta de la habitación y dirigirse a la suya para dormir.

Luego hablarían con ambos para convencer al menor de dormir en la otra habitación.

Publicado: 24/12/2020
Editado: 02/05/2022

Hola bollitos!

Ya a casi un año y medio de haber culminado este proyecto, de verdad muchas gracias por el apoyo a este pequeño three shot, era mi primera vez escribiendo soft y ver que les gustaba me hizo muy feliz, prometo traer más contenido soft y tal vez fluff ─cuando aprenda ㅋㅋㅋㅋ─.

Recuerden que en mi perfil hay más historias sobre couples como el Sookai.
Lxs amo mucho.
Sin más nada que decir, nos leemos.