Jin llegó a su departamento en menos tiempo de lo planeado, ingresando al ascensor como si de un torbellino se tratase. La poca gente que había alrededor quedaron atónitos ante el semblante y la actitud del vecino más respetuoso que habían conocido.

Al estar dentro del ascensor y apretar insistentemente el piso 7, maldiciendo vivir en un piso tan lejano o maldiciendo la lentitud del ascensor, o quizás un poco de ambos.

—¿Por qué no escogí el primer piso? Todo por querer ese estúpido balcón— pensaba con rabia e impotencia.

Una vez en el piso correcto se apresuró a presionar el código en la entrada de su puerta, para al fin ingresar a su departamento.

Con delicadeza acostó a Tae en el sofá, corriendo de inmediato por algo unas cobijas y un poco de agua.

Al regresar con todo, se quedó congelado al ver que Tae no despertaba y su mente le estaba jugando sucio con pensamientos negativos.

Su corazón comenzó a doler aún más y la desesperación de no saber qué hacer para ayudarlo, estaba matándolo.

Unos gritos en su puerta lo trajeron a la realidad, más el sonido del panel en su puerta. Avisando que alguien estaba por ingresar.

Pues sus amigos habían llegado no hace mucho y como el portero los conocía y había visto a Seokjin cargar a alguien, bastante preocupado. No dudó en darles paso hacia los ascensores y gracias a que Yoongi conocía el código de entrada desde esa vez que estuvo por hacer algo estúpido, por culpa de un estúpido; pudieron ingresar de inmediato.

Yoongi fue al primero que vio cargando un gran conservador rojo y su mirada cargada de enojo que juraba veía fuego en ellos.

—¡¿Y a ti que carajos te pasa?!— se acercaba vociferando a diestra y siniestra, mientras los demás luchaban con mantener la puerta abierta y seguir metiendo más conservadores llenos de comida.

Seokjin no escuchó palabra alguna, seguía en Shock por lo de Tae y al notar a su amigo — quien era enfermero — soltó la cobija que traía en la mano y corrió hasta Yoongi tomándolo temblorosamente de las manos.

—¡Yoongi! ¡Ayúdame por favor, ayúdame!— rogaba con los ojos volviendo a derramar lágrimas.

Yoongi pasó de estar furioso a estar completamente asustado por la actitud del mayor.

—Cálmate, vamos respira. Dime qué pasa— trató de calmar a su amigo suavizando su voz.

Jin sólo dio un paso a un costado para develar un cuerpo tendido en su sofá.

Yoongi abrió los ojos de par en par, no entendía lo que pasaba, no conocía al chico y se estaba imaginando un sinfín de terribles escenarios para tener a su amigo como estaba.

—El… Yo… estaba… estábamos… y… un auto… — tartamudeaba Jin sin lograr articular ninguna oración coherente. Otra vez ese dolor en su pecho se acrecentaba.

Yoongi le pedía que se calmara, ayudándolo a controlar su respiración. Los demás amigos miraban la escena espantados, ni en esa trágica noche Jin había estado así.

Seokjin logró calmarse, su respiración ya no estaba tan agitada y finalmente había podido explicar el accidente.

Yoongi se acercó al muchacho que yacía en el sofá.

—Debo revisarlo, para saber cómo proceder— habló como pidiendo permiso para poder tocar al joven, aunque realmente no era necesario.

Jin asintió, los demás se pusieron un poco incómodos, en especial Hobi, al ver cómo Yoongi levantaba  esa polera blanca junto a esa chompa verde que de inmediato reconoció eran prendas de Jin, esos celos no venían al caso así que sacudía su cabeza para alejar los estúpidos pensamientos.

Yoongi levantaba las prendas con cuidado y se asombró al notar como unas cicatrices en el costado derecho de Tae. Jin también lo vio y podía jurar que no tenía eso en la mañana.

Yoongi siguió revisando si había algún golpe grave, pero no encontró nada, sólo esa extraña cicatriz. Pasó a revisar la cabeza, tocando ligeramente por si había alguna contusión.

Tampoco halló nada, al revisar su rostro se percató de que había un leve raspón —que a la vista resaltaba ser una herida fresca— en el pómulo derecho, pero no era nada grave.

—A la vista no tiene contusiones severas ni en la cabeza o en el torso— explicó al acomodar la ropa del paciente imprevisto.

—Pero, necesito revisar la parte inferior, para descartar cualquier daño severo— agregó y Jin sólo afirmaba.

—¡Ustedes ahí atrás! — agregó volteando a verlos — ¡Den media vuelta! ¡Ni se les ocurra fisgonear porque juro que los castro trío de jotos! — amenazó y los susodichos sintieron el miedo de perder su hombría y obedecieron de inmediato.

Yoongi los conocía muy bien y sabía que al tener a alguien tan simpático y de paso inconsciente, de seguro ya estarían imaginando cochinadas.

Yoongi aflojó el cinturón y con cuidado bajó los pantalones de Tae. Sus ojos no podían creer lo que veía, sus piernas tenían gruesas cicatrices que recorrían éstas como ramificaciones. La pierna derecha era la que más cicatrices tenía.

Jin había puesto sus manos en su boca como tratando de callar un sollozo. Estaba más que seguro que esas cicatrices no habían en la mañana, nuevamente el dolor en su pecho se hacía presente, sus ojos volvían a derramar gruesas lágrimas y su mente comenzaba a nublarse.

—¿De dónde conoces a este chico? Estás cicatrices son muy profundas, debió haber sufrido algún otro accidente. Uno bastante grave, por eso…— Yoongi siguió hablando mientras terminaba de revisarlo y volvía a vestir a Tae, pero Jin ya no estaba escuchándolo. Su mente estaba atacándolo con preguntas que no sabía dónde obtendría las respuestas.

¿Por qué antes no había esas marcas? ¿Por qué se ven tan viejas esas cicatrices? ¿Qué estaba pasando? Se supone que salió de una gacha, entonces no debería tener cicatrices ¿o si?  

—Afortunadamente no tiene contusiones de ningún tipo por el reciente accidente. Sólo está la rasmillada en su mejilla derecha que la podré curar en seguida…— Yoongi dejó de hablar al dar vuelta hacia Jin y encontrarlo con la mirada perdida, la boca tapada y los ojos soltando lágrimas sin control —¿Jin? Jin escúchame, no tiene nada grave, esas cicatrices son viejas, están completamente curadas. Jin, ¡JIN!— Preso de la frustración, le lanzó una bofetada para traerlo a la realidad.

—¡Ahg! ¿Por qué me pegas?— responde adolorido, sobando su mejilla izquierda.

—¡Porque te quedaste todo tieso y no me escuchabas!— reclamaba Yoongi con los brazos cruzados.

—¿Ya podemos voltear?— preguntaba Jungkook tímidamente, al escuchar el griterío.

—¡Si van a ayudar, sí! — los tres seguían de espaldas sin entender bien a lo que se refería.

—Traigan el botiquín de primeros auxilios que está en el baño de Jin. Jungkook tú trae unas tijeras— ordenó Yoongi y los tres seguían mirándose desorientados —¡Ahora!— volvió a gritar y todos corrieron despavoridos a cumplir con sus tareas.

Aprovechando que los demás dejaron la sala, se calmó y volteó a ver a Jin quien ya se encontraba más relajado.

—No necesitas explicarme nada, aún. Esperemos a que vuelva en sí. ¿De acuerdo?— acariciaba la cabeza del mayor y Jin respondía un débil Si para luego dar paso a los muchachos que ya habían llegado con todo lo pedido.

Yoongi desinfectó la herida, cortó un pequeño pedazo de gasa para cubrirla. Jin se sentía mucho más calmado y fue al baño a lavar su rostro y sorber su nariz.

🕹️🎄🕹️🎄🕹️🎄🕹️🎄🕹️🎄🕹️🎄🕹️

Holas pixelitos de mi corazón 💜 les traigo el primer mini maratón del 2021! 🥰🎉🎉

Espero les guste y se vaya entendiendo lo acontecido con Tae bebé 😌

No se vayan que en unos minutos subo el siguiente capítulo que forma parte de esta mini maratón 😏😌