SIETE
Yoongi estaba parado frente al enorme espejo del baño observando su cuerpo desnudo, su piel siempre pálida, estaba decorada con miles de marcas, todas y cada una hecha por Taehyung, lo había marcado como suyo, ahora le pertenecía y no podía sentirse más que feliz.
En ese momento mientras recordaba todo lo que había sucedido después de su charla, le parecía que había valido la pena que su padrastro intentará venderlo, y aunque quería mantenerse positivo, sabía que Kang no se quedaría tranquilo, menos si como le había dicho el mayor, era el responsable del asesinato de sus padres.
El temor de que tomara represalias contra los hermanos Kim estaba instalado en su pecho, junto a la duda si su padre también había sido responsable de dejarlos huérfanos tan jóvenes. Suspiro con pesar, eso era algo con lo que tendría que aprender a lidiar, el único que hubiera podido responder a eso era su progenitor.
Todo pensamiento coherente se esfumó en el momento en que sintió las manos de su profesor acariciar su cintura y abdomen al abrazarlo por la espalda y besar su hombro en el lugar donde tenía la marca de sus dientes.
—Perdón por eso gatito, me deje llevar —murmuró sobre su oreja haciéndolo estremecerse.
—No me molesta, además tú tampoco estás libre de mis marcas, creo que después de todo si parezco un gato—le respondió con picardía, al pensar en las marcas de rasguños que adornaban la espalda del mayor.
—Lo sé y me encanta, saber que yo soy el causante de tu pasión desbordada me hace muy feliz, y más porque sé que seré el último que pueda hacerlo. No te mentí anoche cuando te dije que ya eres mío y mataré a cualquiera que se atreva si quiere a pensar en tocarte —afirmó Taehyung antes de girarlo y devorarle la boca en un beso salvaje y hambriento.
Yoongi gimió gustoso y correspondió con la misma intensidad, amaba lo posesivo que era con él, y aunque para muchos podría ser algo bastante cuestionable y una enorme bandera roja, para él era maravilloso, saber que debajo de esas gruesas gafas, y actitud fría y sería, se ocultaba un hombre apasionado y obsesionado con él, que sabía que solo sería suyo. Porque sí tenía claro algo, era que así como Taehyung lo reclamó de su propiedad, él mismo le pertenecía por completo.
Los besos pronto subieron de intensidad y no tardó en gemir hasta que su garganta dolió mientras era embestido con fuerza mientras estaba inclinado sobre el lavabo, y nuevamente debajo de la ducha, mientras Taehyung sostenía el peso de su cuerpo sobre sus manos, mientras lo montaba.
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Era casi mediodía cuando salieron de la habitación y bajaron a comer algo, Yoongi se sentía un poco incómodo en presencia de Namjoon, el moreno era extremadamente intimidante, sus oscuros ojos parecían mirar directo al interior de su alma.
La conversación entre ellos se limitó a un saludo educado, una pregunta sobre su estado de salud y fue todo, después se enfocó en hablar con Taehyung. Para Yoongi era más que claro que no era del agrado del líder mafioso.
—Lo mejor será que por el momento se queden aquí, es más seguro que tú departamento.
—Yo pienso lo contrario, Kang conoce la ubicación de esta casa, en cambio mi departamento es imposible de rastrear hasta mí —señaló.
Yoongi le encontró lógica a eso, y como para confirmar que Tae tenía razón, uno de los subordinados del mafioso entró corriendo al comedor.
—Señor, hay un carro desconocido estacionado afuera, dice que trae un mensaje para ustedes —dijo.
Ambos se pusieron de pie de inmediato, Namjoon sacó el arma que tenía oculta detrás de su espalda, y Taehyung hizo lo mismo sorprendiendolo porque no había visto cuando la guardo.
—Traiganlo —ordenó el moreno y el hombre se dió la vuelta y salió nuevamente.
Los tres salieron a la entrada justo cuando dos de los guardias llegaban escoltando a un tipo que sostenía una caja.
—¿Qué quieres? ¿Quién te mandó? —gruñó la orden Taehyung, viéndose completamente distinto de como estaba acostumbrado a verlo el menor.
—No lo sé, unos hombres me obligaron a venir aquí y preguntar por los hermanos Kim y entregarles esto —respondió el hombre, estirando los brazos hacia el frente.
Namjoon le hizo una seña con la cabeza a sus empleados y estos le apuntaron al desconocido de inmediato obligándolo a bajar la caja y a abrirla, cuando lo hizo uno de los guardias no pudo ocultar la mueca de asco cuando dirigió la mirada hacia ellos antes de hablar.
—Es una cabeza señor —dijo.
Yoongi se horrorizó, y siguió a los dos hermanos que se acercaron a ver el grotesco contenido, asomándose detrás de la espalda de Taehyung, el menor vio el interior de la caja y un grito instantáneo brotó de su garganta antes de caer de rodillas al piso.
Taehyung se apresuró a tomarlo entre sus brazos, y tapar su cara con su pecho, la cabeza cercenada era la de su madre con una nota pegada en la frente con la palabra guerra escrita en ella.
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ᴘᴏʙʀᴇ ᴅᴇʟ ɢᴀᴛɪᴛᴏ 🥺
ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄᴏʀᴛɪᴛᴏ, ᴘᴇʀᴏ ɪɴᴛᴇɴsᴏ.
ʟᴇs ᴅɪ ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴅᴏʙʟᴇ ᴘᴏʀǫᴜᴇ ᴇʟ ᴠɪᴇʀɴᴇs ɴᴏ ᴘᴏᴅʀᴇ́ sᴜʙɪʀ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ, ᴇsᴘᴇʀᴏ ǫᴜᴇ ʟᴇs ʜᴀʏᴀɴ ɢᴜsᴛᴀᴅᴏ, ᴇʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ sᴇ ᴀᴄᴇʀᴄᴀ, sɪ ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴠᴇʀ ᴇʟ ᴀᴅᴇʟᴀɴᴛᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴛᴇʀᴄᴇʀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ sᴀɢᴀ, ʟᴀs ɪɴᴠɪᴛᴏ́ ᴀ ᴜɴɪʀsᴇ ᴀʟ ᴄᴀɴᴀʟ ᴅᴇ ᴡʜᴀᴛsᴀᴘᴘ ᴘᴏʀ ᴀʟʟᴀ́ sᴇ ʟᴏs ᴅᴇᴊᴀʀᴇ́. ᴇʟ ʟɪɴᴋ ʟᴏ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴀɴ ᴇɴ ᴍɪ ᴘᴇʀғɪʟ.
ɴᴏs ʟᴇᴇᴍᴏs ʙᴇʟʟᴇᴢᴀs...
ʙᴇsɪᴛᴏs 😘😘😘
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