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CINCO

Taehyung volvió a la habitación donde estaba Yoongi, después de hablar durante casi dos horas con su hermano, la cabeza le duele por tener que soportar sus gritos, además también le dolía como el demonio, la pierna, por culpa de la herida de bala que recibió cuando huía con Yoongi.

Procurando no hacer demasiado ruido, entró en la habitación que estaba completamente a oscuras, aún así pudo ver la silueta de su gatito sobre la cama, caminó hasta la otra orilla del dormitorio y después de encender la plaqueta lámpara que estaba sobre su viejo escritorio, se dejó caer sobre el sillón que ahí tenía, y que le daba una vista directa hacia la cama y la persona dormida sobre esta.

Ahora que tenía a Yoongi, sabía que las consecuencias de llevárselo llegarían pronto, pero como le dijo a su hermano no le importaba, y estaba preparado para pelear contra él mismísimo Kang si era necesario, además de que ya tenía preparado como le cobraría al hijo de perra de Li-Yi por haber querido usar a su gatito para ascender en la Tríada.

También tenía pensado hacer algo contra la hiena que Yoongi tenía por madre, pero para hacerlo primero tenía que pedir la opinión de su gatito. Y para eso tenía que comenzar por sincerarse con él y temía por su reacción cuando descubriera que lo había estado acosando desde que se conocieron.

Frustrado se frotó la cara con las manos antes de echar la cabeza hacia atrás apoyándola en el respaldo y cerró los ojos mientras pensaba en cómo le explicaría las cosas a Yoongi, sin asustarlo en el proceso. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó el suave movimiento sobre la cama.

Cuando Yoongi abrió los ojos se sintió confundido por un momento antes de recordar en dónde estaba, se movió con lentitud y vio a su profesor dormido sobre el pequeño sillón individual. Seguía sin poder creer que ese hombre con apariencia desaliñada fuera un mafioso. A sus ojos seguía siendo solo su profesor de informática, su serio y jodidamente atractivo profesor, dueño de sus fantasías más vergonzosas y calientes.

Tenerlo ahí tan cerca, tan aparentemente accesible, despertaba en él la necesidad de cumplir su deseo de besarlo, tocarlo… Sacudió la cabeza buscando alejar esos pensamientos, justo ahora no era el momento de pensar con  su polla, tenía que hablar con él, y pensar en lo que debía de hacer ahora que estaba lejos de su familia.

Ocultarse era claramente la misión, pero no sabía cómo lo haría, no tenía dinero, y mucho menos sus documentos.

—Como carajos pienso desaparecer si no  tengo ni lo más básico —se quejó en voz.

—Para eso estoy yo —la voz grave de Taehyung lo asustó.

—Pensé que estabas dormido —señaló con pena.

—Solo estaba pensando, ¿te sientes mejor? —le pregunto preocupado.

—Un poco mejor, gracias por preguntar. ¿Podemos hablar ahora? —le pregunto.

Taehyung asintió y se puso de pie para caminar hacia él, Yoongi frunció el ceño al verlo cojear levemente.

—¿Qué te pasó? —preguntó señalando hacia su pierna.

—Una bala me dió cuando huía contigo del puerto por dónde planearon sacarte del país. No es nada grave, solo un pequeño rasguño, solo me molesta un poco al caminar.

Yoongi se sintió mortificado al escucharlo, lo habían herido por su culpa, y no quería pensar en lo que hubiera pasado si la bala hubiera impactado en algún punto vital.

—¡Hey! tranquilo, no pienses de más —le dijo Taehyung al ver la expresión de miedo en su rostro, mientras se sentaba a la orilla de la cama.

—¿Cómo no hacerlo? Si algo peor te hubiera pasado por mi culpa… yo…

Yoongi no pudo seguir hablando, un sollozo lo interrumpió, y de inmediato sintió su cuerpo ser apresado entre los fuertes brazos de su profesor. El aroma de su loción invadió sus fosas nasales  y se permitió hundir su rostro en su pecho y embriagarse con ese olor que tanto le gustaba.

—Si sigues haciendo eso no voy a poder contenerme gatito —hablo Taehyung y Yoongi se apartó con vergüenza.

—Lo… lo siento, no quise parecer un depravado —se disculpó.

Taehyung tomó su barbilla entre sus dedos pulgar e índice, para que lo viera a los ojos.

—Jamás pensaría eso, eres la cosita más linda y dulce que conozco, si te pedí que pararas es porque primero tenemos que hablar, hay muchas cosas que aclarar. Y si aún sigues queriendo tenerme cerca después, créeme que lo que yo quiero hacerte, no será tan inocente como olfatearte.

Yoongi se sonrojó al escucharlo, e imaginar que clase de cosas serían las que implicaba esa declaración,  ¿Cómo carajos pretendía que pusiera atención en lo que tenían que hablar, cuando solo quería descubrir qué era lo que podía hacerle?









✨✨✨✨✨





Capítulo cortito, solo para ponerlas en ambiente para lo que se viene jejejeje...

Nos leemos bellezas...
           Besitos 😘😘😘

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