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𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.

"Love is a beautiful and wilde thing,

but at the end you just have to enjoy it"

La semana había pasado entre ensayos, ensayos y más ensayos por parte de todos en la academia de baile y ya sinceramente YoonGi estaba agotado al igual que Jimin, sus pies dolían mucho y ya tenía unos cuantos moretones y pequeñas heridas en ellos, la verdad se le era muy incómodo caminar y moverse pero debía tragarse todo el dolor y seguir ensayando, después de todo tener los pies adoloridos era parte de bailar y él podía soportarlo.

Apenas el ensayo del viernes había llegado a su fin YoonGi rápidamente se acercó a Jimin el cual estaba terminando de desatar sus zapatillas suspirando con alivio

—Hoy no piensas quedarte más tiempo a practicar ¿Verdad?— Preguntó el mayor mientras se sentaba en el suelo frente al chico más bajo que se encontraba masajeando sus magullados dedos.

—Creo que lo mejor sería si no lo hiciera, me duelen mucho los pies, no podría aguantar una hora más de baile, lo siento.

YoonGi negó con la cabeza y le sonrió divertido.—No tienes que disculparte conmigo, en realidad esa es una muy buena noticia porque quiero salir en una cita contigo.

Jimin despegó sus ojos de sus pies y dirigió su vista hacia el chico pelinegro mirándolo con sorpresa.—Y-yo.... Uh, tu... ¿Qué?— Balbuceó con las mejillas sonrojadas

—Um... ¿Quiero llevarte a una cita? ¿Hoy? ¿Conmigo?— Se burló YoonGi observando como el ceño del menor se fruncía de manera adorable

—Sí te entendí idiota, es solo que... No lo sé, um... Nadie me había invitado a una cita antes, supongo.— Dijo Jimin encogiéndose de hombros y rascándose la nuca con nerviosismo

—Pues yo lo estoy haciendo ahora y en serio me gustaría que aceptaras.

—Uh... Ok, de acuerdo, yo... Está bien.—  Aceptó el menor enredándose en sus propias palabras y sintiéndose como un verdadero idiota por eso.

YoonGi sonrió de manera resplandeciente y asintió.— Perfecto, um, cambiante y eso, yo te esperaré afuera ¿Ok?— Propuso antes de levantarse y recoger su mochila del suelo
 
—Me parece bien.— Dijo Jimin observando como el mayor salía del salón de baile.

YoonGi se dirigió a su auto y esperó al chico más bajo apoyado contra una de las puertas mientras respondía unos cuantos mensajes que le había mandado su amigo Hoseok disculpándose por quinta vez esa semana por no poder salir con él al bar esa noche.

Después de unos 20 minutos más o menos Jimin salió de la academia vestido con unos sencillos jeans y una camiseta negra sin mangas que revelaba un poco de sus costillas y cintura y el chico pelinegro tuvo que hacer un esfuerzo realmente grande para que sus ojos no se desviaran a ese sitio.

YoonGi se apresuró a abrirle la puerta al menor y esperó a que este se sentara cómodamente antes de cerrar la puerta y caminar por el frente de su auto para sentarse del lado del conductor y comenzar a manejar, Jimin estaba aún más sonrojado que antes por lo caballeroso que se estaba portando el otro chico, un pequeño silencio se instaló entre ambos y el menor decidió romperlo antes de que se volviera incómodo

—¿A dónde vamos?

—Um, al parque, quiero comprarte ese helado que te prometí cuando ganaste el papel protagónico, sé que no es lo más divertido para una primera cita pero...
 
—Es una idea fantástica.— Interrumpió Jimin dirigiéndole una pequeña sonrisa antes de voltear a ver el paisaje por la ventana.

Estaba sentado cómodamente con sus piernas cruzadas sobre el asiento del auto y su mano izquierda reposaba sobre su pierna de manera tranquila hasta que sintió como la mano de YoonGi se posó sobre la suya con delicadeza y casi con miedo de ser rechazado, Jimin entrelazó su mano con la de él y reprimió una pequeña sonrisa sin dejar de ver por la ventana.
 
Ninguno habló sobre el hecho de que era la primera vez que se agarraban de manos y tampoco lo hicieron durante todo el camino.

YoonGi manejó por un camino estrecho que estaba rodeado de árboles y se estacionó frente a un sitio que estaba un poco más alejado de todas las personas y familias que se encontraban ahí, ambos chicos se bajaron del auto y caminaron hasta quedar bajo la sombra de un gran árbol.

—Siéntate, yo iré a comprar los helados ¿De acuerdo?— Preguntó YoonGi y el menor asintió sentándose en la mullida grama.— Perfecto ¿De qué lo quieres?

—Um... Chocolate.

—Chocolate será, vengo en un momento.— Anunció el chico pelinegro caminando hacia la pequeña tienda de helados que quedaba cerca de ahí.

Jimin lo observó mientras caminaba hasta que lo perdió de vista, se recostó contra el tronco del árbol y suspiró aliviado cuando sintió una ligera brisa chocar contra su rostro y revolver un poco su cabello, sonrió y cerró sus ojos sintiéndose relajado, una sensación que no se permitía disfrutar casi nunca y se quedó en esa posición hasta que escuchó una pequeña maldición siendo pronunciada por una voz ronca y un ligero peso abrupto cayendo a su lado.

Abrió los ojos y se encontró con un YoonGi que se veía muy avergonzado mientras sostenía dos helados en una sola de sus grandes manos, el menor trató de no concentrarse mucho en ese hecho asombroso y prestó atención a las palabras balbuceantes del chico pelinegro.

—Yo... Lo siento, no quería despertarte, te veías realmente pacífico pero, um, yo como que me tropecé con una piedra antes de sentarme y, um, tuve que hacer un esfuerzo para no tirar los helados mientras me caía.

Jimin lo observó con confusión por unos momentos antes de estallar en sonoras carcajadas que lo tenían doblándose sobre sí mismo mientras sostenía con sus pequeñas manos su abdomen, YoonGi se deleitó con el hermoso sonido que era la risa del menor deseando escucharla por siempre

—No puedo creer que...— Dijo Jimin aún entre risas pero tratando de controlarlas un poco mientras hablaba.—Tú realmente... Ugh, eres una persona tan extraña YoonGi, pero de una manera encantadora que te hace único.

El chico pelinegro no pudo evitar sonrojarse ante las palabras del menor y balbuceó unas cuantas palabras ininteligibles antes de extenderle su cono de helado y agarrar el suyo propio entre sus manos

—Gracias.— Dijo Jimin mientras hundía la pequeña cucharita en el helado y lo metía en su boca emitiendo un sonido satisfecho cuando el sabor del chocolate explotó en sus papilas gustativas.— Me alegra de que no lo hayas dejado caer.

—Oh vamos, dame un respiro con eso, suelo ser bastante torpe la mayoría de las veces pero no puedo evitarlo.

—Lo sé, chico torpe, creo que pude darme cuenta y también cuando tus partituras están más en el suelo del salón que en el piano.— Se burló con maldad casi derritiéndose cuando vio como los labios de YoonGi salían en un pequeño puchero.

—Hey, eso no fue grato.— Se quejó el chico pelinegro haciendo más profundo su puchero provocando que un "Aww" saliera de los labios de Jimin mientras agarraba un poco de helado en su dedo índice y lo embarraba en la mejilla derecha del mayor que lo observó sorprendido.-—Oh, yo creo que no sabes en el problema que te metiste por eso pequeño Jimin.

El menor empezó a reír y gritó divertido mientras se levantaba y salía corriendo por el parque siendo perseguido por el chico pelinegro que no dejaba de gritarle que lo atraparía, los helados de ambos estaban perdidos hace tiempo en el suelo derritiéndose y a ellos no podría importarles menos.

En un momento dado Jimin se cansó un poco de correr y YoonGi fácilmente lo alcanzó abrazándolo por la cintura y lanzándolo al suelo sin mucha fuerza quedando encima de él y empezando a hacerle cosquillas mientras el menor se reía y se removía en el suelo pidiéndole que parara, el chico pelinegro no le hizo caso y siguió haciéndole cosquillas en sus costados hasta que la camiseta de Jimin se levantó un poco revelando su abdomen llenó de grandes y oscuros moretones.

YoonGi jadeó sorprendido y dejó de hacerle cosquillas, Jimin abrió los ojos asustado y se quitó al mayor de encima bajándose como pudo la camiseta mientras se sentaba.

El ambiente rápidamente se puso tenso y ambos chicos se quedaron sentados en silencio uno frente al otro repentinamente incómodos

—¿Me vas a explicar por qué tienes moretones en el abdomen? ¿Es que acaso alguien te golpea Jiminie?—Preguntó YoonGi después de un rato evidentemente preocupado

Jimin negó de inmediato.— No, nadie me golpea.

—Es obvio que sí ¿Quién es? ¿Tú padre? ¿Algún chico abusivo?

—No YoonGi, no conozco a nadie ni remotamente abusivo y en realidad es imposible que sea mi padre porque hace varios años que no veo a mi familia.

—¿Qué? ¿Por qué?— YoonGi sabía que estaba haciendo muchas preguntas pero no podía evitarlo, estaba muy preocupado.

Jimin suspiró derrotado y pasó una mano por su cabello de manera nerviosa, no quería seguirle mintiendo al chico pelinegro así que al menos le contaría un poco sobre él.— Yo siempre supe que quería ser bailarín, pero apenas se los dije a mis padres ellos me dijeron que no estaban de acuerdo, que debía estudiar y hacer una carrera como una persona normal y no estar estancado en un estúpido sueño... Por eso es que apenas logré reunir una cantidad decente de dinero trabajando a medio tiempo escapé de mi casa a los 17 años y alquilé un pequeño departamento, apenas me mudé lo primero que hice fue buscar academias de baile hasta que encontré la de tu madre, ella fue bastante comprensiva acerca del porqué no podía pagar la cuota completa todavía y me aceptó de inmediato después de verme bailar, creo que exactamente desde que me fui de casa que no veo a mis padres o a mis hermanas y ninguno de ellos ha hecho el esfuerzo por encontrarme... Logro pagar el alquiler de mi departamento y las cuotas de la academia trabajando en el turno de noche del hospital que queda cerca de mi casa, como recepcionista, recibiendo las llamadas de emergencia y todo eso, me canso un poco pero funciona para mí.

YoonGi escuchó todo con los ojos como platos, era increíble la cantidad de cosas que Jimin tenía que soportar a la corta edad de 20 años y que todavía manejara el hecho de llegar todas las mañanas a la academia con una sonrisa y dispuesto a bailar con energía.

—Yo... Uh, entiendo todo eso, lamento mucho que tus padres te hayan abandonado de esa manera y agradezco que hayas confiado en mí para contarme algo tan personal, pero eso no explica el porqué de tus moretones...

—Eso es algo que te contaré después ¿Sí? Es solo que es muy pronto para contarte eso.— YoonGi asintió decidido a olvidar el tema, empujó en la parte de atrás cualquier tipo de preocupación por el chico más bajo y se levantó del suelo extendiéndole una mano a Jimin para ayudarlo a levantarse.

El camino de regreso al auto lo hicieron en silencio y el chico pelinegro no dijo más nada mientras empezaba a manejar, el menor se sentía culpable porque pensaba que por su culpa se había arruinado toda la cita
 
—YoonGi... Lo siento, sé que arruiné todo y probablemente no quieras tener una cita conmigo de nuevo.

YoonGi bajó la velocidad del auto y se volteó todo lo que el cinturón de seguridad le permitía para acercar su rostro al de Jimin y posar un beso en sus labios.—No arruinaste nada ¿De acuerdo? Solo estoy preocupado eso es todo, pero esperaré todo el tiempo que quieras a que me cuentes que te pasa.

—¿Prometes que no estás molesto?.— Preguntó con el ceño adorablemente fruncido y el mayor le sonrió antes de volver su vista al camino

—Lo prometo Jiminie, es la mejor primera cita en la que he estado.

—De seguro le dices eso a todos los chicos con lo que sales en tu primera cita.

—Si te refieres a esta entonces sí lo hago.

Jimin despegó su mirada del paisaje y miró a YoonGi sorprendido.— ¿Esta es tu primera cita?

—Sí... No suenes tan sorprendido, me ofendes.
 
—Lo siento es que... No lo sé, no imaginé que lo fuera.

—Pues ahora lo sabes y también tienes que saber que fue mejor de lo que jamás imaginé que sería ¿Ok?

Jimin simplemente asintió regresando su mirada a la ventana tratando de ocultar su vergonzoso sonrojo y si ambos volvieron a agarrarse la mano en el camino ninguno de los dos habló de eso.

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