𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼ꨄ
"Te necesito para respirar,
necesito tus ojos para ver,
necesito tus labios para sentir,
necesito tu alma para vivir
necesito tu existencia para sonreír
te necesito para saber amar."
La mañana del día siguiente se la pasó entre bostezos cansados, el sonido estridente del despertador de fondo y pasos apresurados de ambos chicos porque se habían despertado tarde, Jimin se vistió rápidamente poniéndose de una vez sus mallas y zapatillas para bailar, YoonGi le prestó uno de sus suéteres blancos y él se lo colocó arremangándoselo hasta los codos porque le quedaba muy largo.
El pelinegro vio la hora en su celular y se alarmó aún más cuando vio que faltaban 15 minutos para que empezaran las clases, echó café en dos termos y le entregó uno al menor antes de que ambos salieran del departamento casi corriendo y bajaran en el ascensor hasta el estacionamiento donde estaba el auto de YoonGi.
El chico pelinegro mientras encendía el auto le mandó un mensaje a su madre pidiéndole disculpas por no poderla ir a buscar y diciéndole que llegaría un poco tarde al estudio de baile, se relajó cuando ella le respondió que no había problema y empezó a manejar hacia el estudio.
-—No entiendo como no pudimos haber escuchado el despertador.—- Dijo YoonGi bufando con fastidio cuando se encontró un poco de tráfico en el camino.
—-Yo tampoco, suelo tener el sueño bastante pesado, pero estaba durmiendo demasiado bien.—- Admitió Jimin un poco avergonzado dirigiendo su mirada a la ventana.
El pelinegro asintió con una enorme sonrisa y no dijo más nada en todo el camino hasta que ambos llegaron al estudio de baile, YoonGi terminó de beberse de un trago lo último que le quedaba de su café y se bajó del auto siendo seguido de cerca por Jimin que estaba muy preocupado por llegar tarde el primer día del ensayo de la coreografía del baile que iban a presentar en pocos meses.
Ambos chicos respiraron aliviados cuando entraron a la academia y se dieron cuenta de que todavía faltaban muchos alumnos por llegar, el mayor fue hasta donde estaba su madre y la saludó con un pequeño beso en su mejilla antes de ir a sentarse frente al piano ordenando las partituras que usaría ese día.
Pasaron 10 minutos más antes de que todos los chicos que faltaban llegaran al salón, Minseo ordenó a que todos se reunieran en un círculo alrededor de ella y empezó a hablar.
—-De acuerdo, como sabrán tenemos solo 3 meses para montar toda la coreografía completa y asegurarnos de que salga perfecta, dejaré pasar algunas equivocaciones las primeras dos o tres semanas, pero si siguen equivocándose no dudaré ni un segundo en quitarles el papel, no me importa si son los protagonistas o los personajes secundarios, nadie es indispensable en el mundo del baile, así que recuerden eso al momento de que empiecen a ensayar, estaré al pendiente de cualquier error y les aseguro de que no lo dejaré pasar más de dos veces, ahora vayan a las barras y empiecen a estirarse.—-
Ordenó con un movimiento de manos hacia las barras y todos los chicos le hicieron caso de inmediato con el temor pintado en sus rostros.
—-¿No crees que fuiste un poco dura con ellos?—- Preguntó YoonGi con una sonrisa burlona cuando su madre caminó hasta él y apoyó su cadera contra el piano.
—-Tal vez, pero es mejor que estén asustados, así no cometerán estúpidas equivocaciones.—- Respondió encogiéndose de hombros sin dejar de observar a sus alumnos.—-Pero no creas que te vas a salir con la tuya, todavía me tienes que explicar porque Jimin y tú llegaron juntos y tarde hoy.
El pelinegro se removió incómodo en su asiento y jugueteó con las teclas del piano sin presionarlas tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar todo.—- Nosotros, um, ya estamos bien supongo, ayer íbamos a comer un helado para hablar de la pequeña discusión que tuvimos pero empezó a llover así que fuimos a mi departamento y como no dejó de llover en toda la tarde se quedó a dormir conmigo, pero no pasó nada fuera de lo común, lo prometo.
La pelinegra soltó una ligera risa y negó con la cabeza.—- No he asumido que pasó algo YoonGi y tampoco me importa mucho, solo quería saber porque estaba preocupada por ambos, se veían muy decaídos, ahora solo espero que Jimin vuelva a bailar como antes ahora que ustedes están bien.
YoonGi asintió de acuerdo y observó al menor que estaba estirando en las barras de manera elegante, todavía llevaba puesto el suéter blanco que le había prestado en la mañana, le quedaba tan grande que rozaba sus rodillas y el contraste entre eso y sus apretadas mallas negras hizo que el chico pelinegro sonriera con afecto.
Minseo dio por terminado el
estiramiento y le hizo señas a su hijo para que empezara a tocar, de inmediato todos los alumnos se pusieron en sus posiciones y empezaron a bailar, según sabía YoonGi por lo que Jimin le había contado el baile que estaban ensayando se llama "La manzana de la discordia" y está basada en un mito griego con el mismo nombre.
Así que básicamente en todo el baile Jimin y Nancy tendrían que escapar de todos los peligros que les asecharían con intrincados movimientos y vueltas que su madre había diseñado como coreografía, la verdad era un baile muy difícil y se veía lo retador que era para todos los chicos por sus expresiones concentradas y seños fruncidos.
Incluso a YoonGi le dolían los dedos porque esa nueva canción que debía tocar era sumamente difícil y rápida, despegó sus ojos por un momento de las teclas y concentró su atención en Jimin y, como siempre, se perdió en sus movimientos que hacían ver su cuerpo incluso más esbelto y curvilíneo de lo que ya era, sus desgastadas zapatillas se movían con precisión por todo el suelo del salón y sus bien formadas piernas se elevaban y caían en perfectos saltos y vueltas de manera agraciada.
Al mayor le costó mucho esfuerzo regresar su concentración a lo que estaba tocando y casi agradeció cuando su madre dijo que el ensayo había terminado después de dos largas horas, todos suspiraron aliviados y estiraron por un tiempo más antes de empezar a recoger sus cosas para irse.
YoonGi se quedó sentado esperando a que todos salieran, cuando lo hicieron suspiró con felicidad viendo como Jimin salía de los vestidores recorriendo todo el salón con su mirada cerciorándose de que estuviese vacía, al ver que era así se acercó con paso decidido y una sonrisa hacia donde estaba el pelinegro sentándose junto a él
—-No vas a ensayar más por hoy ¿Verdad?—- Preguntó YoonGi casi con preocupación al ver el cansancio reflejado en el rostro del menor.
—-No lo sé, tal vez debería, es decir, tu madre dijo que no permitiría equivocaciones y...
—-Ella solo dijo eso para que no se lo tomaran a la ligera y se esforzaran al máximo en los ensayos, pero ya tú lo hiciste perfecto hoy y creo que lo mejor sería que no te agotaras más de lo necesario.
—-¿Preocupado por mí Min?—- Cuestionó Jimin de manera burlona pero secretamente enternecido por la actitud del otro chico.
—-Puede ser, pero solo porque creo que eres muy adorable y no quiero verte cansado o adolorido mañana.—- Respondió con sinceridad haciendo que las mejillas del menor se sonrojaran y bajara la mirada de manera avergonzada.
—-No soy adorable y de verdad creo que si no vas a dejar que practique entonces deberíamos hacer algo productivo en este tiempo hasta que tenga que irme.
YoonGi sonrió con alegría ante la idea de que Jimin quería pasar más tiempo a su lado y asintió con efusividad levantando de nuevo la tapa que cubría las teclas del piano ante la mirada confundida del chico más bajo
—-¿Qué piensas hacer?
—-Tocaré algo para ti.—- Dijo con simpleza sin borrar la sonrisa de su rostro.
Cuando empezó a tocar los oídos de Jimin se deleitaron con la hermosa melodía y sus ojos se cristalizaron un poco porque nunca nadie había hecho algo tan dulce y hermoso por él antes, observó con admiración como los dedos ágiles de YoonGi se movían por las teclas y no pudo evitar poner sus pequeñas manos sobre las del chico pelinegro, sin hacer presión, solamente acariciando y sintiendo como si la música fluyera por su cuerpo.
Cerró sus ojos con una ligera sonrisa de genuina felicidad, de esas que no tenía muy a menudo, y se relajó perdiéndose en la música hasta que la canción terminó y el mayor dejó de mover sus manos pero no hizo amagos de querer separarse del contacto que ejercía la mano de Jimin sobre la de él.
El menor abrió sus ojos con lentitud despertando del pequeño transe en el que estaba y enfocó su mirada en YoonGi sonriendo de manera más amplia.— Gracias, eso me ayudó mucho a relajarme
—-No hay problema Jiminie, ya te dije que me gusta consentirte.—- Respondió el mayor volteando su mano para entrelazar sus dedos con los de Jimin y acercando su rostro al de él hasta que sus labios se rozaban.—- Yo... realmente quiero besarte de nuevo pero tengo miedo de que tal vez esté tomando las cosas muy rápido contigo.
El menor respiró de manera agitada y subió su mano libre hasta la nuca del chico pelinegro enredando sus dedos en su cabello.—- Hazlo... Por favor.—- Susurró contra sus labios.
Y eso fue todo lo que necesitó YoonGi para separar la distancia entre ambos y unir sus labios contra los de Jimin en un beso hambriento y necesitado, el chico pelinegro apretó las caderas del menor con una de sus manos y lo atrajo más cerca de él, la mezcla de lenguas frotándose de manera ansiosa y dientes mordiendo y estirando los labios del otro de a ratos los tenía a ambos jadeando y gimiendo levemente.
YoonGi decidió que ya era más que suficiente cuando escuchó el primer gemido entrecortado de Jimin y se separó del beso apoyando su frente contra la del chico más bajo abriendo sus ojos y respirando de manera agitada contra los labios del menor observando con satisfacción como los ojos de este estaban un poco oscuros por el placer y sus labios estaban hinchados y rojos por las mordidas y succiones que les había dado.
—-Creo que, definitivamente, este beso fue mejor que el de ayer.—- Dijo YoonGi después de un rato sintiéndose feliz al escuchar la risa divertida del otro chico
—-Sí... Sin ningún accidente.—- Concordó Jimin.—- Y me gustaría seguir aquí contigo pero ya se me hace tarde y debo irme.—- Dijo con pesar haciendo amagos de levantarse pero el mayor lo detuvo
—-Espera, yo puedo llevarte si quieres.
—-¡No!... Quiero decir, no, no es necesario, a donde tengo que ir queda muy lejos de tu departamento y preferiría ir solo, pero nos veremos de nuevo mañana ¿De acuerdo?
YoonGi asintió no muy convencido siguiendo a Jimin con la mirada que estaba recogiendo su mochila del suelo.—- Perfecto, nos vemos mañana.—- Se despidió el menor depositando un ligero beso en los labios del chico pelinegro antes de irse.
Y YoonGi supo que definitivamente y sin lugar a dudas debía averiguar qué era lo que ocultaba Jimin.
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