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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵ꨄ

[Saquen su música sad.]












YoonGi golpeteaba el piso del auto de manera impaciente y sin parar, sus rodillas se movían de arriba abajo y sus dedos jugueteaban nerviosamente con los hilos sueltos de sus pantalones de pijama mientras Hoseok a su lado manejaba lo más rápido que podía.

—-YoonGi... ¿Podrías por favor explicarme qué demonios está pasando?-— Preguntó Hoseok, su voz tratando de sonar normal pero no pudo evitar que se quebrara un poco al final por el miedo que sentía ante el estado en el que se encontraba su mejor amigo.

Él había estado durmiendo pacíficamente en el sillón de la sala con el televisor todavía encendido a su lado emitiendo una ligera luz y la película que estaba viendo apenas iba por la mitad cuando sintió como era sacudido fuertemente y YoonGi le gritaba que por favor se despertara.

Al escuchar el tono de voz desesperado de su amigo él se levantó rápidamente y abrió los ojos tratando de enfocar su vista borrosa en el rostro de YoonGi que estaba pálido y con sus ojos cristalizados y rojos.

Él trató de preguntarle al chico pelinegro qué ocurría pero este solo le había dicho que necesitaba que lo llevara urgentemente al hospital, al principio Hoseok tuvo miedo ante la idea de que YoonGi se hubiese lastimado de alguna manera, pero el mayor se veía bien, sin ninguna herida visible así que volvió a preguntarle qué estaba pasando pero una vez más no recibió una respuesta directa por parte de YoonGi, simplemente el nombre del hospital que quedaba a unos veinte minutos de su departamento y le pidió que lo llevara ahí lo más rápido posible.

Así que ahora ambos estaban en el auto de YoonGi, con Hoseok manejando y el mayor en un estado casi catatónico y nervioso que estaba preocupando cada vez más al pelinegro, cuando por fin aparcó a las afueras del hospital YoonGi se apresuró a abrir la puerta del auto pero la mano de Hoseok en su brazo se lo impidió. El pelinegro se volteó y miró a su mejor amigo con el ceño fruncido, cuestionando silenciosamente el porqué de su interrupción.

—-YoonGi, sabes que eres mi mejor amigo y te amo, y por eso mismo no dejaré que te bajes de este auto hasta que me digas qué es lo que está pasando.—- YoonGi trató de zafarse de su agarre pero Hoseok no lo soltó haciendo que el chico pelinegro soltara un bufido exasperado.—- Por favor YoonGi, estás demasiado nervioso y en shock ahora mismo, no puedes entrar así como estás, así que tienes que respirar, calmarte y decirme qué sucede.

YoonGi respiró profundamente un par de veces y suspiró antes de asentir y apoyar su cabeza contra el asiento observando fijamente a Hoseok.—- Cerca de medianoche recibí una llamada, era del mejor amigo de Jimin, Jungkook, al principio no entendía que pasaba porque sonaba muy agitado pero después de unos minutos logró controlarse lo suficiente para decirme que a mitad de la cena de celebración que estaban teniendo Jimin se desmayó mientras caminaba hacia el baño, trataron de hacer de todo para que se despertara pero no lo hizo y lo trajeron al hospital lo más rápido que pudieron, por eso quise que me trajeras aquí ¿ok? ¿Contento?—- Preguntó de manera brusca soltándose del agarre de Hoseok, él sabía que su mejor amigo no tenía la culpa, que quería ayudarlo, pero lo único que quería en este momento era ver a YoonGi y Hoseok solo lo estaba retrasando.

Hoseok parpadeó sorprendido un par de veces y soltó el brazo de YoonGi, abrió y cerró la boca un par de veces sin saber qué decir, solo podía imaginar lo triste que se sentía su mejor amigo y quería decirle algo, cualquier cosa que lo ayudara, pero sabía que lo que menos necesitaba YoonGi en estos momentos eran palabras, el chico pelinegro solo quería ver a Jimin y él no lo retendría más tiempo a su lado.

Hoseok observó por unos momentos más a YoonGi y suspiró pesadamente antes de soltar su brazo viendo como el chico pelinegro salía rápidamente del auto sin mirar atrás y sin molestarse en cerrar la puerta.

Hoseok apagó el auto y se aseguró de cerrar la puerta antes de bajarse y caminar hasta el hospital siguiendo de cerca a su mejor amigo, él no pensaba dejarlo solo mientras pasaba por todo esto.

YoonGi caminó con rodillas temblorosas y manos sudorosas hasta el escritorio donde estaba una señora que parecía ser enfermera llenando un formulario, YoonGi se aclaró la garganta y se apartó el cabello sudoroso de la frente antes de hablar

—-Um, d-disculpe.—- Dijo tratando de llamar la atención de la señora detrás del escritorio que subió su mirada a donde estaba él y enarcó una ceja preguntándole silenciosamente qué necesitaba.-— ¿Sabe en qué habitación está Jimin?

—-¿Nombre completo?-— Preguntó la señora dirigiendo su atención a la computadora frente a ella.

—-Park Jimin.—- Respondió y observó como la señora escribía el nombre de Jimin con el teclado para ver donde estaba, YoonGi movió con impaciencia los dedos sobre el escritorio sintiendo como alguien posaba su mano en su espalda acariciándola de manera tranquilizadora, volteó su mirada y se encontró con los ojos de su mejor amigo que le sonrió a medio lado y él logró calmarse un poco sabiendo que no estaría solo el resto de la noche.

—-El chico está en cuidados intensivos, en el tercer piso, pero todavía no es horario de visitas y...

Antes de que la señora terminara de hablar YoonGi ya estaba corriendo hacia el ascensor, las palabras "cuidados intensivos" repitiéndose mente una y otra vez, él sabía que eso no significaba nada bueno y no podía estar más asustado.

Cuando llegaron por fin al tercer piso YoonGi pudo divisar una conocida figura con cabello castaño sentado en una de las sillas del pasillo, el mayor caminó aún más rápido hasta quedar frente a Jungkook que le devolvió la mirada con ojos cristalizados y cansados.

—-¿Te han dado alguna noticia de Jimin?.—- Preguntó YoonGi con voz temblorosa y Jungkook asintió mordiendo su labio inferior con nerviosismo.

—-Él, um, apenas llegamos lo mandaron a cuidados intensivos y...-—La voz del castaño se quebró antes de terminar y YoonGi se sentía cada vez más asustado.—- Sus niveles estaban muy bajos porque aparentemente no había estado alimentándose bien y... Todavía no ha despertado, un doctor fue a revisarlo hace media hora, estoy esperando a que salga y me diga cómo va todo.

El chico pelinegro asintió y se sentó junto a Jungkook, Hoseok se quedó de pie apoyado en una de las paredes colocando una de sus manos de nuevo en el hombro de YoonGi para que se relajara un poco. Los tres esperaron en silencio por casi diez minutos más hasta que salió el mismo doctor que YoonGi había visto la primera vez que trajo a Jimin.

El hombre de mediana edad se veía sumamente cansado y su rostro no expresaba nada bueno, cuando sus ojos se encontraron con los de YoonGi su mirada se llenó de reconocimiento y se acercó a él.

—-¿Cómo está Jimin? ¿Está mejor?.-— Preguntó YoonGi sin poder evitar el temblor de su voz.

El doctor se quitó los lentes y los guardó en uno de los bolsillos de su bata antes de masajear el puente de su nariz sin saber muy bien cómo explicar lo que debía decir.-— Él... Uh... Vino con las defensas realmente bajas, de hecho me estaba preguntando donde había estado las últimas tres semanas porque no había venido a hacerse los tratamientos y creo que por eso entró en esta situación crítica.

—-¿Qué quiere decir con "crítica"?.-— Preguntó Jungkook y el mayor se lo agradeció porque se sentía demasiado nervioso para preguntar, sus piernas se movían frenéticamente de arriba abajo y estaba mordiendo su labio inferior con tanta fuerza que en cualquier momento le podría sangrar.

—-Jimin está en coma... Y lamento decir que no va a despertar, es decir, va a seguir "vivo" y respirando mientras esté conectado a las máquinas, pero si lo desconectamos va a morir, de verdad lo siento mucho, hicimos todo lo que pudimos pero él estaba muy débil.-— Terminó de decir con dolor en su voz, él había querido mucho a Jimin, era casi como un hijo para él y toda esta situación le afectaba mucho.

YoonGi podía sentir como su corazón latía de manera errática en su cuerpo y como una especie de sudor frío emanaba de su piel, todo a su alrededor era como un borrón y lo único en que podía pensar una y otra vez era en las palabras del doctor y en el hecho de que no volvería a ver a Jimin otra vez, no volvería a ver su sonrisa, no volvería a ver lo despeinado e indomable que era su cabello en las mañanas, ni la manera en la que siempre parecía brillar cada vez que bailaba y tampoco sentiría como llenaba su rostro de besos cada vez que YoonGi le llevaba el desayuno a la cama o como cada noche sin falta le susurraba al oído que lo amaba antes de caer en un profundo sueño.

No, YoonGi simplemente no podía creer que ya no vería más a Jimin, era imposible ¿verdad? Tenía que haber una solución, su madre lo enseñó a ser positivo, pero era realmente difícil serlo cuando veía la cara de derrota del doctor y como Jungkook lloraba de manera desconsolada en el asiento que estaba a su lado.

Él ni siquiera sabía que estaba llorando hasta que sintió los fuertes brazos de Hoseok rodeándolo y como este secaba sus mejillas como podía con sus pulgares, sus ojos reflejaban lástima y YoonGi no quería eso así que se apartó del abrazo y dirigió su atención al doctor.

—-Puedo... ¿Puedo verlo?.—- El doctor simplemente asintió y abrió la habitación indicándole que podía pasar.

Las rodillas de YoonGi temblaron mientras se acercaba con paso inseguro hacia donde estaba Jimin, en realidad no sabía si era buena idea verlo en ese estado o no, pero no lo quiso pensar mucho y ya se estaba adentrando en la habitación, su aliento atascándose en su garganta cuando vio el cuerpo frágil y pálido de Jimin acostado en la camilla, sus parpados estaban de una tonalidad morada oscura, tenía un respirador conectado a su nariz y agujas insertadas en su brazo por las cuales corría suero.

Más lágrimas empezaron a correr por sus mejillas mientras se acercaba hasta quedar junto a Jimin y sentarse a su lado, acercó una de sus manos temblorosas y tomó la mano del menor entre las suyas sintiéndose devastado cuando Jimin no enredó sus dedos con los suyos dándoles un suave apretón como siempre solía hacer, simplemente estaba ahí inerte sin saber que YoonGi estaba a su lado llorando por él y con el corazón destrozado.

Había muchas cosas que el chico pelinegro quería decirle, principalmente quería preguntarle por qué no dejó que él lo cuidara como debía, simplemente no podía entenderlo, si Jimin le hubiese dicho que no estaba comiendo bien y no estaba asistiendo a sus tratamientos YoonGi se hubiese asegurado de que volviera a hacerlo, pero Jimin no lo hizo y el chico pelinegro tampoco insistió porque no podía saber si el menor le mentía o no ya que no vivían juntos y YoonGi se odiaba por eso, por haberlo abandonado y no haberlo cuidado como se lo merecía.

El mayor quería decirle eso y muchas cosas más, como que lo amaba y lo extrañaría demasiado, pero ninguna palabra salió de su boca,
simplemente se limitó a quedarse ahí junto a Jimin, observándolo y sin soltar su mano mientras las lágrimas corrían sin parar por su rostro y él ya no se molestaba en tratar de limpiarlas.

No supo cuánto tiempo estuvo de esa manera pero el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose detrás de él fue lo único que lo despertó del pequeño trance en el que estaba, volteo a ver como Jungkook se acercaba a él, ciertamente el castaño no se veía mucho mejor, su nariz estaba roja y sus ojos cristalizados, cuando vio a Jimin ahí acostado dejó salir un quebrado sollozo pero trató de recomponerse lo mejor que pudo para no volver a llorar.

—-Em... ¿YoonGi? El doctor me dijo que ya debíamos irnos, las horas de visitas acabaron.—- Dijo Jungkook de manera tentativa sin saber si el chico pelinegro lo había escuchado, pero supuso que lo había hecho cuando se levantó de su asiento depositando un beso en la pálida mejilla de Jimin antes de seguir al rubio fuera de la habitación.-— Ellos... Desconectaran a Jimin mañana en la mañana.-— Informó el castaño tratando de que su voz no sonara tan temblorosa.

YoonGi contrajo el rostro en una expresión de dolor y una pequeña lágrima rodó por su mejilla pero no dijo nada más, simplemente asintió y siguió caminando por los pasillos del hospital, estaba caminando tan rápido que Jungkook tuvo que acelerar el paso para poder alcanzarlo.

—-¡YoonGi detente!—- Gritó el castaño haciendo que el mayor se detuviera abruptamente y volteara a verlo con una ceja enarcada preguntándole silenciosamente qué quería, Jungkook caminó hasta quedar junto a él con la respiración un poco acelerada.-— ¿Te sientes bien?

YoonGi lo observó profundamente sin cambiar la expresión neutra de su rostro. —-Sí.—- Fue lo único que respondió antes de voltearse para seguir con su camino pero el castaño lo volvió a detener.

—-YoonGi, por favor dime la verdad, es obvio que no te sientes bien.

El chico pelinegro se deshizo de su agarre casi con rabia, lo único que quería era que lo dejara en paz, no se sentía con ánimos de hablar de lo que sentía, pero al parecer Jungkook no se iba a rendir hasta que le respondiera.

-— ¡Sí, Jungkook, estoy bien! ¡Podría correr un maldito maratón en este momento si quisiera! ¿Pero sabes qué? Jimin no puede y nunca podrá y eso es lo que me está matando por dentro ¿De acuerdo?

Con eso último se alejó por fin de ahí y caminó hacia la salida del hospital donde ya Hoseok lo estaba esperando en su auto, Hoseok no dijo nada en todo el camino de vuelta a su departamento y el chico pelinegro se lo agradeció, por eso Hoseok era su mejor amigo, porque era una de las pocas personas que entendía que cuando estaba así de triste lo único que quería era que lo dejaran solo y no hablar de lo que sentía.

Su apartamento repentinamente no le parecía un buen lugar para estar, pero no tenía otra opción, caminó directamente hacia su habitación y cerró la puerta con seguro antes de lanzarse sin cuidado sobre la cama, enterró su rostro en la almohada y respiró profundamente un par de veces antes de levantarse ligeramente apoyándose de uno de sus codos mientras buscaba algo de suma importancia en la mesita de noche, tanteó un par de veces la madera bajo sus dedos hasta que sintió un conocido papel de forma rectangular y rápidamente lo agarró.

Desdobló el papel y volvió a leer lo que decía, hace tanto tiempo que lo había dejado olvidado ahí que no sabía si todavía tenía tiempo de hacerlo, pero afortunadamente la fecha tope no había llegado.

Leyó por última vez la carta que había recibido de Juilliard y decidió que enviaría su respuesta positiva al día siguiente.

Necesitaba alejarse de ese sitio, de todos los recuerdos y tal vez esa sería la única manera de poder recuperarse por completo.

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