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Epílogo

Cuando pierdes a alguien sientes que el tiempo sin esa persona se te hará eterno.

Al menos eso pensaba YoonGi pero muy pronto se dio cuenta de que no era así, el tiempo pasó igual de rápido a pesar de la ausencia de Jimin, nada cambió, todos a su alrededor siguieron con su vida eventualmente y YoonGi era el único que se sentía atado al recuerdo de una persona a la cual no vería de nuevo.

Y dolía, por supuesto que dolía, pero él se negaba a pensar en eso, después del día que le dijeron que Jimin no iba a volver a despertar YoonGi no fue más al hospital, se enteró de que al menor lo habían desconectado porque Jungkook lo llamó para informárselo y decirle que ese mismo fin de semana sería el funeral, YoonGi le murmuró un quebrado "gracias" al castaño por mantenerlo informado y luego colgó la llamada con dedos temblorosos antes de lanzar el celular con fuerza contra la pared sin importarle realmente si se dañaba.

Sus rodillas se sentían débiles de repente y sus ojos se cristalizaron, pero no lloró. De sus ojos no salió ni una sola lágrima. Simplemente se sentó en el suelo de su habitación y enterró su rostro entre sus rodillas y se quedó en esa posición por el resto de la noche.

Toda la semana fue más o menos así, YoonGi se negaba a salir de su habitación para algo que no fuera totalmente necesario e ignoraba todas las veces que Hoseok o su madre trataban de hablar con él, su celular se mantenía en el mismo lugar en el suelo donde lo había lanzado despreocupadamente días atrás y la única cosa productiva que había hecho era coordinar su ida a la universidad a través de internet.

Lo único que él encontró medianamente positivo de todo era que Juilliard había dejado que estudiara ahí a pesar de que había mandado su respuesta afirmativa una semana después de la fecha límite, lo único que tenía que hacer ahora era ir unos días antes a Nueva York a arreglar todo lo referente a su dormitorio y su horario de clases.

Nadie sabía que realmente se iba, ni siquiera su madre y la verdad a él le dolía un poco todo eso pero consideraba que era lo mejor, necesitaba alejarse de todo y de todos por un tiempo, quería estar solo para tratar de calmar toda la tormenta de emociones que había sentido esas últimas semanas.

Lamentablemente las cosas no funcionaron de la manera que él esperaba cuando llegó a Nueva York.

Ya había pasado un año desde que se mudó al dormitorio de su universidad y él vivía a base de alcohol, pastillas y cigarrillos, obviamente esa no era una combinación saludable pero a él no podía importarle menos, es decir, ¿Qué era lo peor que podría pasarle? ¿Morirse? Eso lo traía sin cuidado sinceramente, ese tipo de cosas perdieron sentido para él en el momento en que había perdido de manera permanente a la persona de la cual se había enamorado.

Él ni siquiera había podido disfrutar de la dichosa "vida universitaria" como todos a su alrededor lo hacían, no se había acostado con nadie en ese último año, no podía. Una vez fue a un bar, bebió hasta marearse y terminó besando a un chico de rostro borroso, cuando ambos se separaron del beso y YoonGi vio que el chico tenía ojos cafés claros y cabello rubio terminó corriendo hacia el baño y vomitando lo poco que tenía en su estómago. Esa fue la última vez que intentó algo mínimamente sexual con alguien.

En todo ese tiempo tampoco había tenido contacto ni con su familia ni con sus amigos, constantemente ignoraba sus llamadas, no quería escuchar las típicas preguntas de "¿Estás bien?" "¿Cómo te sientes?", estaba cansado de eso.

De hecho había tenido una discusión para nada agradable con Hoseok unos meses después de haber llegado a Nueva York, Hoseok le reclamó por la actitud distante y fría que había adquirido, diciéndole que así no era él, lo que a Hoseok más le preocupaba es que desde la noticia de la muerte de Jimin no vio a YoonGi llorar ni una sola vez, le dijo al chico pelinegro lo importante que era vivir sus emociones y desahogarse pero YoonGi se molestó aún más y colgó la llamada sin decir nada. Esa fue la última vez que los dos hablaron.

Pero este día en particular sabía que no iba a poder ignorarlos más porque tenía su primer recital, su profesor había quedado impresionado con su habilidad con el piano y le había pedido que participara en el concierto que hacía anualmente la universidad y él estaba seguro de que su madre y sus amigos estarían ahí.

-Sabes que ya falta poco para que sea la hora del recital y todavía no estas ni cerca de estar listo ¿Verdad?- Preguntó Namjoon, el compañero de habitación de YoonGi, mientras observaba al chico pelinegro salir del baño únicamente con una toalla envuelta alrededor de su cintura y expresión adormilada.

La única respuesta que obtuvo del mayor fue un encogimiento de hombros antes de que caminara hacia su armario a buscar algo que ponerse, el moreno ya estaba acostumbrado a la actitud distante de su compañero, mentiría si dijera que no se sintió intrigado al principio del porqué de su actitud pero decidió no preguntarle nada para no enojarlo, aunque realmente no había tenido que esperar mucho tiempo porque solo tres meses después de haber vivido con YoonGi ambos se pusieron realmente borrachos una noche y YoonGi terminó contándole todo lo que había pasado entre lágrimas.

Esa fue la última vez que tocaron ese tema y también la primera vez que YoonGi lloraba y se desahogaba desde que todo había pasado.

YoonGi pasó una de sus manos por su cabello todavía húmedo mientras revisaba su ropa en búsqueda de algo mínimamente formal para no desentonar con la seriedad del evento, terminó eligiendo sus típicos jeans ajustados negros, con una camisa de vestir blanca y una chaqueta negra encima, sus botas favoritas estaban muy gastadas así que decidió ponerse unos zapatos negros de vestir.

-Si quieres te vas ahora, es decir, ya estás vestido y tú también vas a participar así que necesitas llegar temprano, a mí me toca presentarme casi de último.- Propuso YoonGi mientras colocaba la ropa encima de su cama.

-¿Estás seguro?

YoonGi rio un poco y asintió.-Sí Nam, no me perderé entre la multitud, puedes irte yo estaré ahí pronto.

El moreno se veía indeciso pero terminó asintiendo antes de salir del dormitorio con una rápida despedida a su amigo.

YoonGi se colocó primero sus pantalones y se observó en el espejo mientras se abotonaba la camisa, su pecho y brazos estaban cubiertos de tatuajes ahora, a él realmente nunca le habían llamado la atención pero cuando llegó a la universidad y se alejó de todo lo que conocía repentinamente sintió la necesidad de grabar cosas de manera permanente en su piel para no olvidarse de nada.

El primero había sido la fecha exacta en la que conoció a Jimin en su muñeca derecha y luego de eso no pudo detenerse, se mandó a tatuar una pequeña "J" justo en el área donde estaba su corazón y también algunos dibujos ridículos que el menor solía dibujar en papeles al azar y dárselos a él solo para hacerlo sonreír, pero para YoonGi ahora tenían tanto significado que sintió la necesidad de tenerlos con él para siempre.

Con un último suspiro terminó de vestirse y salió de su dormitorio para dirigirse al otro lado del campus donde el recital estaba siendo llevado a cabo en una de las salas de conciertos. El lugar estaba completamente lleno de gente y a YoonGi no le sorprendía porque esa era una de las universidades más populares en el ámbito musical después de todo.

Mientras caminaba hacia la parte de atrás del salón sintió como su cuerpo era detenido por dos pequeños brazos que impidieron que siguiera caminando, cuando respiró una esencia más que familiar sus ojos se llenaron de lágrimas al darse cuenta de que se trataba de su madre la cual se veía igual de triste y emocionada por verlo después de tanto tiempo.

-No puedo creer que por fin puedo volver a verte cariño.- Dijo Minseo con la voz rota por la emoción mientras algunas lágrimas corrían por su rostro.

YoonGi al ver a su madre así se sintió completamente culpable, esas lágrimas que ella estaba derramando eran por su culpa, por ser un idiota insensible, pero él simplemente no había sabido cómo lidiar con sus emociones e incluso ahora era difícil, pero podía fácilmente olvidarse de todo al tener los cálidos brazos de su madre alrededor de él.

-Lo siento mucho mamá, fui un imbécil.- Respondió YoonGi hundiéndose aún más en el reconfortante abrazo y tratando con todas sus fuerzas de no llorar.

-Todo está bien, ya no tiene importancia ahora, solo prométeme que después del recital vendrás a cenar con Hoseok, Jungkook y conmigo y nos contaras todo acerca de tu vida aquí ¿De acuerdo?- Preguntó Minseo con una sonrisa tranquilizadora y YoonGi asintió devolviéndole la sonrisa de manera un poco temblorosa antes de alejarse del abrazo y despedirse momentáneamente de ella mientras se mezclaba entre la marea de personas.

Dos horas después fue el turno de YoonGi para tocar, sintió como sus piernas temblaron ligeramente y como sus manos empezaron a sudar mientras caminaba hacia el piano que estaba a mitad del escenario, secó sus palmas contra la tela de su pantalón y respiró profundamente antes de sentarse y empezar a tocar, la dulce tonalidad del piano llenó todo el lugar y segundos después de que la canción comenzara una luz sumamente brillante entró por una de las ventanas del salón e iluminó el lugar frente a YoonGi y mayor pudo jurar que observó al menor frente a él bailando de una hermosa manera al ritmo de la música como siempre solía hacer en la pequeña academia de baile de su madre donde compartieron muchas cosas.

Y ahí, entre lágrimas de alegría, YoonGi se dio cuenta de que ya no tendría que estar triste nunca más, que Jimin siempre estaría con el de alguna manera, en sus recuerdos.







' Mᴜᴄʜᴀs ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ᴅᴀʀʟᴇ ᴇʟ ᴀᴘᴏʏᴏ ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ ᴀ ᴇsᴛᴀ ʙᴇʟʟᴀ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ '♡
𝓵𝓪𝓼 𝓪𝓶𝓸 𝓶𝓾𝓬𝓱𝓸.

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