CAPÍTULO 6.5, parte dos。

los sucesos de este extra se dan mucho
después del capítulo 6, “baile formal”
y son contados desde el punto de vista
de Pucca.

         Mi cabeza todavía dolía, pero ya no me encontraba en el suelo, sino que estaba en un lugar cálido y cómodo. La almohada de plumas parecía una nube. Me sentía muy en paz.

         Mi respiracióm se aceleró un poco cuando sentí los ojos muy pesados como para abrirlos, y mis manos intentaron aferrarse a algo. El ruido de una máquina a mi derecha me hizo darme cuenta que aún estaba viva, y que mi pulso se estaba acelerando.

         La cálidez de unas manos se aferraron a las mías. Mantuve mis ojos cerrados, tranquilizándome mentalmente. Las suaves caricias me hicieron sentir mejor. Suspiré, sintiéndome ligera.

         “¿Ya estás mejor?”; me preguntó una voz. Apreté dos veces mi mano entre las suyas, cómo si fuera un 'sí'.

         “Ah, qué bueno que me escuchas. Está bien si no quieres abrir los ojos, el doctor dijo que estará mejor si no lo haces hasta que la anestesia pase completamente. ¿Sigues escuchándome?”; volví a hacer aquel movimiento, escuchando la suave risa de mi angel guardían a mi lado.

         “¿Hay algo que quieras saber? Contestaré lo que quieras, aunque, por tu bien, no puedo darte muchos detalles. Sabes cómo son las cosas en el hospital, y no quiero que los doctores se quejen de mí por ser un mal cuidador”; apreté su mano dos veces.

         Él dijo el nombre de mi mejor amiga. Sí, quiero saber de Ching. Le han dicho que estaba en el hospital, que no era nada grave y que estaba acompañada, pero de todas formas está esperando que Abyo salga de la casa de sus padres para acompañarla al hospital.

         Luego dijo el nombre de mis tíos. Sí, también quiero saber de ellos. Sólo le han dado los detalles exactos a mi tío Ho, pero no a Linguini ni a Dumpling. Está bien así. El tío Ho siempre resiste las cosas bastante bien. Me alegra que lo hayan elegido a él para contarle lo que sucedió realmente.

         Abrí los ojos, despacio. El rostro sonriente y tranquilo se Ssoso me recibió con un brillo suave y reconfortante. Le agradecí, mi ángel guardián había luchado contra el Diablo, y había sobrevivido mejor que yo.

         “Llamé a la policía cuando llegué a casa. Los ví salir, mucho tiempo antes de la fiesta, y los seguí en secreto porque estaba preocupado. Cuando oí los gritos, puse una grabadora en el balcón, y llamé a la policía. Todo está grabado, filmado, y ellos tienen todas las pruebas que les he podido dar. Garu está en una celda, esperando que tú despiertes del hospital, para testificar en su contra, y finalmente obtener el divorcio”

         Volví a agradecerle, entre lágrimas. Él las secó con suavidad. No podía abrir la boca para hablar, y las cosas que intenté decir salían sólo con quejidos. Me murmuró que me callara, que llamaría al doctor y me vendría a revisar. Antes de irse, murmuré aquel nombre.

         “No sabe nada. Le pedí a Ching que no dijera una palabra, y a Ho. Creo que será mejor que tú se lo digas en persona, o que se entere de una forma no tan fuerte. Cree que están durmiendo, le dije que Garu estaba demasiado ebrio ayer, pero que no te ha hecho nada. Tobe no está enterado de esto”

         Después de dos horas, pude declarar.

         Después de casi diez años de un matrimonio manipulador e infernal, pude conseguir el divorcio que tanto había estado esperando. Finalmente escapé de él, finalmente soy libre.

         Lo ví tres veces después de firmar el divorcio y que él obtuviera una orden de alejamiento: la primera vez fue en el juzgado; la segunda vez fue cuando él vino al apartamento por sus cosas personales, junto a un grupo de policías; y la tercera vez cuando firmó los papeles oficiales del divorcio.

         El juez decretó que nuestro hogar, el apartamento, podía ser suyo; pero él se negó a dicha oferta. Los papeles los firmé yo, el apartamento es mío ahora y él tiene que marcharse lo antes posible.

         Finalmente soy libre para hacer lo que quisiera de verdad, de conseguir el trabajo que yo quiera, de no tener que estar encerrada en un hogar sin amor todos los días, de tener muchos amigos...

         De poder amar... de poder hablar con la verdad.

        De ser feliz.