πέντε | 𝘌𝘹-𝘌𝘴𝘱𝘰𝘴𝘢。
PUCCA
Tobe y yo estábamos en los asientos 26 y 27 del avión. Detrás de nosotros se encontraban el abogado de Tobe y su esposa. El viaje en avión ha sido insoportable para todos.
Bueno, exceptuando a Ching, ella sí durmió como un bebé.
Una vez en Tokio, lo primero que hicimos fue ir al hotel a descansar. Mientras nos reencontrábamos en la sala para saber a dónde iríamos a pasear primero, un teléfono empezó a sonar.
ㅡ¿Sólo yo escucho un teléfono sonar? ㅡpregunté, mientras intentaba enfocarme en contestar los mensajes de Ssoso y mis tíos.
ㅡEs... el mío ㅡdijo Tobe, con un tono de voz queda.
Todos lo miramos por unos segundos, no estaba atendiendo, ni parecía querer hacerlo. El celular se encontraba en uno de los apoyabrazos del sofá en el que estaba sentado. No hizo ni un ademán de colgar, o bajarle el volúmen, ni siquiera voltearlo para ver quién llamaba... evitaba mirarlo o escucharlo a toda costa.
ㅡ¿Por qué no atiendes? ㅡle dijo Abyo, mientras Ching y yo aguantábamos la respiraciónㅡ. Tal vez sea Ssoso.
Asentí; ㅡAbyo tiene razón, deberías contestar.
ㅡPuse ese ringtone para saber cuando Clara llamase. Y es este, es ella, y yo no quiero atenderle.
ㅡTal vez quiera que nos veamos con su abogado ㅡmusitó Abyo, levantándose de la cama en la que estaba recostado.
ㅡ¿Y si... sólo quiere molestar?
ㅡAmigo, atiende. Nosotros estamos aquí.
Después de un largo suspiro, tomó el teléfono y esperó a que llamase de nuevo. Cuando lo hizo, relamió sus labios y atendió.
ㅡ¿Hola? ㅡpreguntó, intentando sonar normalㅡ. No, la reunión es a las tres.
El silencio se prolongó por casi dos minutos. Miré a Ching y ella me hizo una mueca divertida, tuve que alejarme de Tobe para que su ex mujer no me oyera reír.
ㅡAh... bueno, está bien. No podemos estar mucho tiempo ahí, ¿sí? Hay una mujer embarazada que necesita descansar ㅡle explicó. Rodó los ojos y se acarició la nariz con un poco de molestia:ㅡ No, Clara, no es mi nueva esposa la que está embarazada. Ni siquiera tengo esposa, así que no molestes con eso.
Siguió hablando por teléfono. Se le notaba que estaba muy enfadado, que no quería estar teniendo esa conversación. Pero, entonces, me vió y sonrió de lado. Le sonreí de vuelta, levantando mis pulgares, a lo que él rió.
Qué suerte... al menos le queda algo de sentido del humor.
ㅡEstá bien ㅡdijo, despues de un ratoㅡ. Voy von mi abogado. No, Clara, sólo ve con tu abogado. Está bien, adiós.
Después de unos segundos, Abyo llenó el silencio de la habitación con su voz: ㅡ¿Dónde hay que ir?
ㅡEn el centro comercial que esta en el Centro. Creo que... está a diez minutos de aquí.
ㅡAlquilé una camioneta para los cuatro, ¿nos vamos ahora? ㅡpreguntó Abyo, sonriéndome a mí y a Ching.
ㅡNos haría bien salir hoy ㅡdije, mirando a mi mejor amigaㅡ. Tal vez podamos ver ropa para bebé, ¡o juguetes!
ㅡ¡Ay! ¡Me encantaría! Creo que ha sido la mejor idea que hemos tenido los cuatro juntos hasta ahora, además de éste viaje ㅡdijo, con emoción. Apludió y se vió el vientre con una gran sonrisaㅡ. ¡A las niñas también les ha gustado la idea!
ㅡBueno, ¡vámonos, entonces! ㅡdijo Tobe, con la misma emoción contagiosa de Ching.
El centro comercial en el que Clara pidió ver a Tobe tenía casi cuatro pisos. En el segundo piso había varias cafeterías y lugares para comer, por lo que era bastante silencioso; ese parecía ser el lugar perfecto.
ㅡEn el cuarto piso hay ropa de bebé ㅡme comentó Ching.
Estábamos del otro lado de la parte de cafeterías, justo enfrente. Me detuve y ella siguió caminando, hasta que se dió cuenta que no le estaba respondiendo.
Golpeó mi hombro con suavidad cuando se encontró a mi lado: ㅡPucca, ¿qué sucede? ㅡme preguntó.
ㅡ¿Ésa es... la ex esposa de Tobe? ㅡlos ojos de Ching chocaron con la muchacha que estaba bebiendo un café a lo lejos.
Cabello largo y sedoso, suelto al viento cómo si fuera la melena de un león. El maquillaje de colores naturales le quedaba bien y sus labios gruesos impresionaban con el color rojo fuego que llevaban. Tenía un vestido negro ajustado a su cuerpo, unas gafas de sol en sus manos y unos zapatos de tacón altos.
Tobe se acercó a nosotras con un bufido: ㅡPucca, Ching... les presento a Clara ㅡse volteó y miró a Abyoㅡ. Creo que debemos ir ahora. No quiero estar mucho tiempo aquí, y Ching debería descansar, así que...
No llegué a oír lo demás.
Ching seguía de pie a mi lado, mirándome. Ojalá pueda verme a mí misma en este momento... sé que debo tener la boca abierta, y debo estar observando a la ex esposa de Tobe cómo si fuera la octava maravilla del mundo.
Parece serlo... ella de verdad es demasiado hermosa.
Yo no le llego ni a los talones.
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