Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sept | 𝘋𝘦𝘴𝘢𝘺𝘶𝘯𝘰。

    Un nuevo año había empezado...

    Miro nuevamente a mi alrededor sin poder creerlo. Mi jefe iba a cerrar la florería e iría a vivir a Venecia con su nueva familia (tendría gemelos pronto), pero lo convencí para que la dejase a mi cargo. Luego de unos meses de laaaargos papeles, finalmente me hizo dueño del lugar.

    Nadie fue despedido y, mejor aún, le he dado un trabajo de medio tiempo al casi-esposo de Ching, Abyo. Oh, desde diciembre, más o menos, Ring Ring está en una clase de relación con el repartidor del Go Rong, Dada.

    En un abrir y cerrar de ojos (tal vez también un suspiro), pasa enero, y el calendario menciona a marzo. El mundo girará de todas formas, las cosas en el pueblo seguirán igual... pero, algunos de los seres humanos que le habitan, cambiarán para siempre.

    Pucca y Garu efectuaron los papeles de divorcio hacía más de dos meses, el treinta de diciembre. Ssoso, Ching y Ring Ring le han ofrecido a Pucca un lugar para quedarse; pero se les ha negado a todos.

    En cambio, llegó a mi hogar una tarde, y preguntó si podía quedarse conmigo. Le dije que si. Enero había sido demasiado difícil para ella, mientras me contaba qué planeaba decir en su atestiguación frente al juez, me enteraba de las cosas que Garu hacía.

    Por ejemplo, que regresaba casi dos o tres horas más tarde de lo habitual a su hogar (a veces, ni siquiera regresaba hasta en la madrugada muy temprano o al otro día por la noche, cuando se suponía había dejado de trabajar), ya que estaba en un hotel o en un bar con su novia. La despampanante mujer morena de rojo que me encontré en la fiesta de navidad del Go Rong. El mundo es pequeño.

    Hay otros ejemplos... pero, me abstendré a mencionarlos.

    Eran las siete con veinte de la mañana, del día treinta de marzo.

    Me estiré sobre la cama, y aquella bola peluda y rosada caminó por el borde de mi cuerpo, acostándose a un lado de mi brazo. Yani, la gatita de Pucca, le había seguido cuando se "mudó" a la habitación de huéspedes en mi apartamento. Le dije que estaba bien si se quedaba con nosotros. Ahora la amo.

    ㅡBuenos días, pequeña Yani ㅡle sonreí, acariciando su pelaje. Unos segundos más tarde, empieza a besar mi manoㅡ. Oye... sabes que si Pucca te encuentra besándome, se pondrá celosa.

    ㅡPff, claro que no ㅡdijo, con el ceño funcido, trayendo consigo una bandeja de plataㅡ. Abajo, Yani. Dejé un poco de desayuno para ti en la cocina. Vamos, vete.

    La gata se levantó, estiró, nos miró seriamente; y se fue moviendo la cola de lado a lado hacia la cocina.

    ㅡYani no es una gata, estoy seguro.

    ㅡPues, yo estoy segura de que lo es ㅡme sonrió, tocando mi frente cómo si estuviese loco.

    La bandeja de plata que traía con ella quedó en el centro entre nosotros dos, con un par de tostadas y dos tazas de café cada una. Le sonreí y alejé uno de sus cabellos rebeldes de su rostro, robándole una pequeña sonrisilla.

    ㅡEl desayuno estuvo realmente delicioso ㅡmurmuré, acariciando mi estómago.

    ㅡ¿De verdad? ㅡrió a mi asentimiento contento de cabezaㅡ. Genial, entonces... dime, ¿no vas a trabajar hoy?

    ㅡNo, llueve. Todos tienen el día libre hoy ㅡconfesé, mientras miraba a la ventanaㅡ. Sé que la idea no te gustaba, pero uno de mis empleamigos necesitaba hacer reposo por un dolor de estómago y otros dos ya están enfermos con éste cambio drástico de tiempo... no quiero arriesgar a nadie a contagiar otros empleados o vomitar sobre mis flores ㅡvolteé a verleㅡ. Tampoco quiero arriesgarte a ti.

    ㅡ¿A mi? ㅡfrunció el ceño.

    ㅡ¿Qué pasa si uno de los que está enfermo se presenta a trabajar y me contagia? Posiblemente llegaría aquí y te contagiaría a ti también... no, olvídalo. Día libre para todos.

    ㅡPor éso eres el mejor ㅡcomentó entre risillas.

    Una de sus cálidas manos se posó sobre mi pecho cuando se recostó a mi lado. Su cabeza sobre mi hombro. Le cubrí con las mantas.

    ㅡMe alegra que estés aquí... y que tu cabello haya empezado a crecer otra vez ㅡmurmuré, acariciando sus cabellos.

    ㅡGracias ㅡle sentí soreír mientras se acurrucaba un pocoㅡ. Cuando Garu salga del apartamento, me iré a vivir arriba... dejaré de molestsrte.

    ㅡ¿Bromeas? No hace falta que te vayas ㅡsuspiréㅡ. ¿Sabes...? No hay nada mejor que... desearte. Todo éste tiempo fuiste el Sol, y yo simplemente fui Marte.

    ㅡ¿Y deseabas un rayo de sol? ㅡse levantó, con aquellos dos ojitos negros brillándole cómo dos enormes estrellas.

    ㅡClaro que si.

    ㅡLo siento.

    ㅡ¿Qué sientes?

    ㅡNunca es... suficiente, yo... nunca sé correcponderte.

    ㅡNo hay nada más bello que verte intentarlo mil veces ㅡreí bajito a mi propia confesiónㅡ. Tarde o temprano, alguna vez y cómo sea, me corresponderás... a tu manera, claro... pero, estoy seguro que lo harás.

    ㅡ¿Incluso así me tarde mil años?

    ㅡIncluso así te tardes mil años, si.

    Aquellas cosas... inoportunas, pequeñas, maravillosas, perfectas, bellas, bonitas, lindas, etéreas, inmensurables e incluso más; son las mejores cosas del mundo.

    Hay una bella palabra para éstos momentos: Serendipia. Significa que encontraste algo que no buscabas, y ése encuentro (o ése momento) fue benditamente maravilloso.

    Éste momento junto a Pucca es mi serendipia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro