—Veo que me recuerdas.

El hombre se paró frente a Yoongi, llevaba las manos dentro de las bolsas de su abrigo, su mirada era fría y penetrante.

Yoongi le sostuvo la mirada, no se iba a dejar amedrentar por ese tipo, más que miedo ahora sentía un profundo odio, quería matarlo como él hizo con sus padres.

Pero trató de calmarse, no era tonto y sabía que en el momento en que diera un paso en falso sus hermanos estaban muertos, así que inhaló y expiró para calmarse y habló:

—¿Qué es lo que quieres para que me devuelvas a mis hermanos?

—Vaya eres directo, eso me agrada, esto es simple, tú te comprometes a transportar mi mercancía y yo te devuelvo a tus hermanos, y para hacerlo más interesante y no creas que estoy jugando, te voy a entregar a uno por cada viaje que hagas, así me aseguro que cumplas con tu parte.

—Si eso es lo que quieres, muy bien te lo daré, pero quiero a los tres no de uno en uno, te los llevaste juntos, juntos me los devuelves.

—No, las cosas se van a hacer como yo, quiera, el que da las órdenes soy yo. Tuviste tu oportunidad de hacer las cosas bien, yo te ofrecí un buen trato, pero lo quisiste por las malas, así que ahora te aguantas.

El hombre se dió la vuelta, sin decir nada más y subió a su auto, cuando arrancó y pasó a lado de Yoongi, bajó la ventanilla de su auto y le dijo:

—Mañana te llegará el primer cargamento junto con las instrucciones de envío, se que me investigaste así que ya no tengo que decirte a qué bodega llegarán, ¿verdad?

— Sé en dónde es.

—Muy bien, entonces cuando la mercancía llegué a su destino recibirás al primero de tus hermanos, ¿A cual prefieres?

—A los tres.

—Ya te dije que uno será, no me hagas perder la paciencia.

Yoongi sentía una presión en su pecho, sus hermanos eran su vida, pero tenía que obedecer a ese tipo por el bien de ellos, los tres eran importantes para él, a los tres los amaba más que a nada en el mundo, pero también sabía quién de los tres lo necesitaba más.

—A Jimin, el más chico.

—Lo siento, él será el último, antes de entregártelo tengo que domar a esa fierecilla. Mejor escojo yo.

Y dicho aquello, arrancó dejando a Yoongi en estado de confusión total, había escuchado bien, dijo que quería domar a Jimin.

—Oh, no. Quiere...

Sin perder tiempo tomó su teléfono y marco el teléfono de Namjoon.

—Ese infeliz quiere abusar de uno de mis hermanos.

Dijo en cuanto el teléfono fue atendido.

—Tranquilo, no lo permitiremos, Jungkook y yo estamos tras de él y Taehyung está rastreando nuestra ubicación. Pronto tendrá a sus hermanos con usted.

—Jungkook, ahora más que nunca es imperativo que recuperemos a esos chicos, el bastardo ese le dio a entender a Yoongi que abusaría de uno de ellos.

En cuanto escucho lo que Namjoon le dijo, las manos de Jungkook se cerraron con fuerza sobre el volante.

No iba a permitir que esa escoria, dañará más a nadie, en cuanto tuviera la oportunidad, él mismo le pondría una bala en la cabeza.

— Esperemos que este imbécil vaya a dónde los tiene y no ha otro lugar, hasta el momento, no ha ocupado de intermediarios así que esperemos, que también él esté tratando directamente con ellos.

— Ojalá y así sea.

Dicho eso, Namjoon colgó y se concentró en seguir al maleante.

Después de aproximadamente una media hora el auto salió a un camino de tierra y unos metros más adelante llegó a una casa, no era muy grande y estaba oculta por un grupo de árboles bastante frondosos, había tres hombres apostados a fuera de ésta, y suponían que había más adentro.

El hombre salió del auto y caminó hacia la puerta.

—¿Cómo están mis invitados?

—Bien señor, tranquilos como siempre.

—Muy bien, iré a darles las buenas noticias.

Gracias a unos micrófonos de alta resonancia Namjoon y Jungkook habían logrado escuchar las palabras del hombre, y no pudieron evitar sonreír al escuchar que ahí estaban los hermanos.

Ahora tenían que saber cuántos hombres había en total para poder armar la mejor estrategia de rescate.

La puerta del cuarto donde se encontraban los hermanos fue abierta para dar paso al mismo tipo que había entrado en ocasiones previas.

— Alegrensé, su hermano resultó ser inteligente después de todo y pronto se acabará su estancia aquí conmigo.

Les dijo el hombre nada más entrar, ellos se miraron y sonrieron, por fin saldrían de ese lugar y podrían recuperar la normalidad en sus vidas.

—No se emocionen todavía, por qué no se irán juntos.

Dijo el hombre mientras se acercaba a ellos y tomaba a Jimin por los hombros y le pegaba la nariz a su cuello.

— Tú serás el último en irte muñequito, antes nos vamos a divertir.

En ese momento Jimin comprendió el error que había cometido al enfrentar a ese hombre, y con verdadero terror y asco trato de zafarse de su agarre.

—¡Dejame imbécil, suéltame!.

—Tranquilo precioso, aún no es tiempo de divertirnos, pero pronto.

Y dicho eso, pegó su boca a la de Jimin, forzando un beso que él no correspondió. Después lo soltó y salió del cuarto.

Jimin se tiró de rodillas al suelo, y por primera vez después de mucho tiempo rompió en llanto. Sus hermanos, se tiraron al suelo junto con él y lo abrazaron.

—Todo estará bien pequeño, yo no voy a dejar que ese imbécil te haga algo, la próxima vez que entre, no dejaré que se te acerque, antes muerto que dejar que te toqué.

—¿Acaso no lo oíste Jin?, dijo que no nos iremos juntos, ese tipo nos va a separar y ya después abusara de mí, no hay nada que tú puedas hacer, y tampoco quiero que hagas nada, no voy a permitir que te haga daño por mi culpa, yo fui el que lo enfrentó, yo fui el que provocó esto y esas son las consecuencias de mi idiotez.

Hobi, no sabía qué decir, estaba aterrado de que algo le pasará a su hermanito, sólo rogaba por qué ese tipo sólo quisiera asustar a Jimin y no le hiciera nada, aunque muy en el fondo de su corazón sabía que tipos como ese, no les importaba el daño que pudieran hacer.

Los tres hermanos lloraban y pedían que alguien los sacará de ahí, antes de que fuera demasiado tarde, ajenos a los tres pares de ojos que vigilaban la casa, esperando la oportunidad de entrar.

Eran las cinco de la mañana y Namjoon, Jungkook y Taehyung seguían buscando la forma de entrar a rescatar a los Park. La noche anterior, después de que Taehyung llegará junto a ellos y gracias a unos binoculares termo-sensibles, pudieron ver qué a parte de los tres hombres que estaban afuera, había sólo dos hombres más dentro, aparte del jefe y en un rincón de la casa estaban los hermanos, los cuales eran los únicos puntos de calor que permanecían juntos y sin moverse del mismo lugar.

—El jefe viene hacia acá con refuerzos, esperaremos a que anochezca, según le dijo ese tipo a Yoongi hoy le llegaría mercancía a una bodega para su traslado,  y esperaremos a ese momento para entrar.

—Muy bien, hermanito alistemonos para la acción y para sacar ahí a esos hermanos...

Eran las ocho de la noche, el bosque se encontraba en oscuridad sólo rota por las luces de la casa, un grupo de  siete hombres la estaba rodeando sin alertar a los tres guardias que se encontraban en la entrada.

A la señal de su jefe tres agentes se movieron al mismo tiempo atacando por la espalda a los vigilantes, mientras les tapaban la boca para evitar que hicieran algún ruido que alertara a los que estaban dentro...

—Muy bien princesa, tú vienes conmigo, llegó el momento de divertirnos, vas a celebrar conmigo la nueva sociedad de tu hermano conmigo.

Dijo el hombre mientras tomaba bruscamente a Jimin, y lo jalaba hacia afuera de la habitación donde habían estado cautivos hasta el momento.

Jin se levantó y trato de golpear al tipo y evitar que se llevará a su hermano, Hobi hizo lo mismo, pero él hombre fue más rápido y puso su pistola en la cabeza de Jimin.

—Si dan un paso más se muere.

Ambos hermanos se detuvieron al instante, mientras Jimin lloraba silenciosamente.

—Déjalo por favor, no le hagas daño, ya tienes lo que querías, déjanos ir — dijo Hobi con lágrimas en los ojos.

—Ustedes se van a ir pronto, pero él —dijo restregando su nariz en la mejilla de Jimin —. Se quedará conmigo un tiempo más. Se lo dije me gusta domar fieras y a él lo voy a domar antes de dejarlo ir — le respondió mientras caminaba hacia atrás sin dejar de apuntar a Jimin con el arma...

En cuanto sus compañeros derribaron a los guardias de la entrada, Jungkook Namjoon y Taehyung entraron con sigilo en la casa, uno de los guardias se encontraba cerca de la ventana del lado izquierdo, Taehyung se encargó de él, pero con mala suerte el segundo guardia salió en el momento justo en que su compañero se desvanecía al suelo, ellos siempre trataban de hacer un trabajo limpio y detener a los criminales antes que matarlos, pero no siempre podían hacerlo así, había situaciones de alto riesgo en dónde no les queda de otra más que eliminar a su objetivo, y así fue en ese momento, antes de que el hombre pudiera disparar hacia ellos Namjoon lanzó un cuchillo que dió directo en su pecho.

Sin perder más tiempo los tres se apresuraron hacia el pasillo donde se encontraba la habitación donde suponían estaban los hermanos, pero al llegar, vieron como uno de ellos era arrastrado por el jefe mientras le apuntaba con un arma.

Jungkook se apresuró, no iba a permitir que ese infeliz le hiciera daño al muchacho. Ya no había tiempo para ser sigilosos, o se movía rápido o ese infeliz le haría daño al más chico de los Park.

—¡Alto ahí! — gritó alertando al hombre que dirigió su arma hacia él y disparó.

Por cuestión de segundos logró esquivar la bala, y corrió hacia él, quien había aprovechado para correr en sentido contrario aún llevando como rehén al chico de cabello rosa.

Utilizando el transmisor de muñeca le aviso a su jefe que iba detrás de él y que se dirigían hacia la parte trasera de la casa...

—¡Jungkook! ¡Maldición!, Siempre hace lo que se le pega la maldita gana, ¡carajo! un día de estos le van a poner una bala en la cabeza.

—Después nos ocupamos de él Nam, vamos por los hermanos.

Taehyung y Namjoon entraron a la habitación, uno de los muchachos estaba tirado en el suelo llorando desesperado por su hermano y el otro lo sostenía en brazos tratando de consolarlo, cuando se percataron de la presencia de los hombres, se levantaron dispuestos a pelear.

—Tranquilos, tranquilos —dijo Namjoon levantando las manos para que vieran que no era enemigo —. Venimos por ustedes.

Al momento el hermano que había estado llorando lo tomó por los brazos.

—Mi hermanito, se lo han llevado por favor ayudenlo.

—Tranquilo, mi otro compañero ya fue por él, junto con los refuerzos que trajimos, él va a estar bien. Ahora salgamos de aquí.

Los ojos rojos e hinchados por el llanto se clavaron en él por primera vez y algo dentro de Namjoon se removió.

—Vamos —dijo Taehyung hablando por primera vez, dirigió su mirada al que se había quedado parado detrás del que lloraba y notó que estaba temblando.

Se quitó su chaqueta y se la paso por los hombros, sabía que no era frío lo que provocaba sus temblores, sino el miedo y la adrenalina de todo por lo que estaban pasando, pero siempre era bueno sentirse protegido, o por lo menos era lo que él pensaba.

—Gracias — le dijo el chico—. ¿De verdad van a rescatar a mi hermano?

— Sí, él va a estar bien ya lo verás.

Ambos se miraron y se sonrieron uno como agradecimiento y el otro por infundir ánimo, pero ambas sonrisas cautivaron al contrario.

Cuando por fin salieron de la casa Jin y Hobi se percataron en que tipo de lugar estaban, y más se preocuparon pues sabían que así era más difícil que pudieran localizar a ese tipo y a su hermano.

—Jefe, ya estamos afuera con los hermanos, cuatro de los cinco hombres que los vigilaban están siendo resguardados, el otro está muerto.

Hablo Namjoon, por el transmisor.

—Muy bien, yo voy detrás de Jungkook, y el jefe de la banda. Ustedes quédense con los hermanos.

Acatando las órdenes de su jefe, se dirigieron con los hermanos hacia la camioneta donde podrían descansar y esperar la llegada de la policía.

Jimin estaba aterrado, el hombre no dejaba de jalarlo para que continuará su camino, se habían adentrado al bosque y se estaban ocultando detrás de un grupo de árboles que al estar tan juntos los ocultaban de la vista de alguien.

Cuándo a lo lejos Jimin vió al hombre que los perseguía intentó gritar, pero fue silenciado por la mano de su secuestrador.

—Tranquilito bebé, o te meto una bala en la cabeza.

Jimin sólo asintió con la cabeza, cuando el hombre se paró frente a ellos tratando de ubicarlos, el infeliz que lo apresaba apuntó su arma hacia él, Jimin supo que debía de hacer algo o mataría a ese hombre, sin pensarlo mucho pateó el árbol que tenía de frente provocando ruido y que el hombre se percatara de su presencia.

El delincuente lo golpeó con el arma en la cabeza, vio todo negro y por unos segundos logro ver cómo el hombre lo abandonaba corriendo nuevamente para escapar, escuchó un par de disparos, antes de caer inconsciente...

Jungkook quiso correr tras el tipo pero su jefe lo detuvo, ya era inútil, se había escapado, ahora lo importante era ayudar al chico que estaba inconsciente en el suelo.

—Ayúdalo Jungkook, mientras yo pongo al tanto de lo que sucedió a la policía y le aviso a Park Yoongi que los hemos recuperado. Su jefe se adelantó, mientras comenzaba a hacer llamadas.

Jungkook se agachó para levantar al joven, cuándo lo tomó entre sus brazos no pudo evitar notar su delgadez, y su estrecha cintura, tenía una cara de facciones delicadas pero hermosas, y esos labios que parecían dos bombones apetitosos, entendió por qué aquel infeliz lo quería para él, realmente era una belleza.

Cuándo había dado un par de pasos, el chico empezó a reaccionar moviéndose con fuerza intentando que lo soltará.

—Quédate quieto o nos caeremos los dos.

Al escuchar la voz de aquel hombre, Jimin supo que no era el criminal que se lo había llevado, lentamente abrió los ojos para ver de quién se trataba.

El hombre se detuvo y tambien dirigió su mirada hacia él.

Jungkook quedó en shock al ver los ojos del más pequeño de los Park, era como estar contemplando la joya más bella del planeta, eran marrón claro, casi verdes, brillaban con intensidad y por un momento se olvidó de cómo se respiraba mientras se perdía en esa mirada.

Jimin vió con atención el rostro del hombre que lo llevaba en brazos y no pudo evitar pensar que era el hombre más guapo que había visto, tenía los ojos negros, como la noche, una nariz grande pero que estaba en perfecta armonía con su rostro, pudo notar una pequeña cicatriz en una de sus mejillas y el lunar que tenía justo debajo de su boca. Era guapísimo, y era su salvador.

Jimin giró su cara hacia el pecho del hombre y éste carraspeó y volvió su mirada al frente y continúo su camino, llegaron nuevamente a la casa donde estaban sus hermanos, quienes al verlo en brazos de Jungkook corrieron a verlo.

—¡Jimin!

—¡Minie!, bebe estás bien.

—Estoy bien Jin, sólo un poco mareado por el golpe que me dió ese animal —dijo Jimin mientras era depositado en el suelo.

—Gracias por salvarlo — le dijo Jin a Jungkook.

—Ese es mi trabajo, no tienen por qué agradecerme.

—Claro que sí, gracias a ti mi hermanito está a salvó.

—Mi hermano tiene razón, gracias por salvarme, si tú no hubieras ido detrás de nosotros, quién sabe que me habría pasado — le dijo Jimin y en un impulso que no supo de dónde salió, lo abrazó.

Jungkook se tensó al sentir el cuerpo de Jimin abrazándolo y su corazón comenzó a latir aceleradamente, fue un abrazo de segundos, pero lo siguió sintiendo aún cuando ya se había separado.

—Va... Vamos —tartamudeo y pudo escuchar la risa de sus compañeros.

Cuando dejó a los hermanos dentro de la camioneta, bajo de esta para reunirse con su equipo.

—Buen trabajo muchachos, se que no fue una operación cien por ciento perfecta por qué el desgraciado se escapó, pero logramos recuperar a los hermanos.

—Jefe y ¿que va a pasar ahora? — preguntó Namjoon intranquilo —. Digo usted lo ha dicho, ese criminal escapó y los hermanos seguirán estando en peligro mientras siga libre.

—Lo sé y por eso es que voy a hablar con Park Yoongi para continuar con el trabajo hasta que encontremos a ese hombre.

— Preparémonos para convertirnos en niñeras —dijo Taehyung, mientras los tres miraban hacia la camioneta donde se encontraban los hermanos...