HOLA MUÑEQUITO PT.2
—Todo está listo jefe, sólo esperamos sus órdenes y entramos en acción.
—Muy bien, no quiero errores como antes, y G-Dragon a mi muñequito lo quiero aquí está misma noche.
G-Dragon asintió pero no estaba de acuerdo, su jefe se había obsesionado con el más pequeño de los Park y eso les podía causar problemas, ambos sabían que las órdenes ya no incluían volver a secuestrar a ninguno de ellos, pero sabía que no podía desobedecer a su jefe, ya que el lidiara con el señor.
Cuándo Jay se quedó solo encendió un cigarro y se quedó mirando por el ventanal de su despacho, sabía que estaba haciendo lo contrario a lo que quería el señor, pero ese niño le había gustado y lo quería para él, ya después se encargaría de calmar la furia de su jefe.
La noche era tranquila, Namjoon y Jin estaban sentados leyendo un libro, pero no habían hablado nada desde que le dijo al castaño lo de la amenaza.
—Jin, ¿Por qué están tan serio? ¿Estás preocupado?
—Estoy molesto, no me gusta que me mientan Namjoon.
—No lo hice con mala intención, sólo no quería preocuparte.
—Eso lo entiendo, pero eso no evita que me mintieras.
—¿Qué puedo hacer para que me perdones? — preguntó Namjoon.
—No tengo nada que perdonarte, sólo prométeme que no me volverás a mentir, no importa que sea o si me voy a preocupar o no, si es importante me lo tienes que decir.
—Ok, te lo prometo no más mentiras.
Jin asintió y Namjoon le sonrió mostrando esos lindos hoyuelos que tanto le gustaban a Jin.
Eran las dos de la mañana y Jimin seguía sin poder dormir, a pesar de haberles dicho a sus hermanos que no dejaría que este tipo le arruinara la vida, no podía dejar de tener miedo, ellos no lo sabían pero desde el día que volvieron soñaba diario con él, con su tacto, con la forma tan grotesca cómo lo había besado, tenía miedo de que intentara volver por él.
Se canso de no poder dormir, se levantó y salió hacia la cocina por un vaso de agua, al entrar se encontró con Jungkook.
—¿Tampoco puedes dormir? — habló sobresaltando al pelinegro —. Perdón, no quería espantarte — dijo Jimin ocultando una sonrisa, por haberlo sorprendido.
—No me asusté, es sólo que no te escuché llegar y me sorprendí es todo —le dijo su guardaespaldas.
—Ya veo, fingire que te creo.
—Creeme pequeño.
—¿Te estás burlando de mí estatura?
—Eh... No —dijo Jungkook rascándose la nuca — sería incapaz de burlarme de ti, si te molestó lo siento.
—Esta bien no me molestó.
—Antes me preguntaste si yo tampoco podía dormir, ¿tú no puedes hacerlo?
—Sí, creo que lo de la nota me alteró el sueño… —no quería decir que desde que volvió no podía dormir —por eso baje por un vaso de agua.
—¿Quieres hablar sobre eso?
—No, pero… ¿Te gustaría hacerme compañía un rato?
Jungkook se le quedó viendo, claro que quería hacerlo, quería conocer más de él.
—Claro, ¿te gustaría ir al jardín?, eh notado que te gusta estar ahí.
—Sí, siempre ha sido mi lugar favorito en la casa, desde que éramos niños, siempre me ha gustado y desde que murieron mis padres, ese lugar me da paz. Vamos entonces.
Jimin tomó el vaso de agua pero cuando se giró para salir chocó con un banco de la encimera y tropezó cayendo directamente en los brazos de Jungkook, él por inercia soltó el vaso que se rompió al chocar contra el piso, Jungkook para evitar que se cortará con los vidrios lo cargó y lo sentó sobre la misma encimera, Jimin se aferró a su cuello por la sorpresa y ya sentado se negó a soltarlo.
Ambos se quedaron mirando, Jungkook sintió la necesidad de besarlo, quería probar esos labios que se encontraban entreabiertos, tentandolo, no quiso pensar si estaba bien o no, sólo acortó la distancia entre ellos dejando un espacio que dejaría que el rubio cerrará si así lo deseaba.
Jimin vió como Jungkook se acercó y su mirada viajó hacia sus labios, quería besarlo, se acercó un poco...
—No me hagas daño, por favor — murmuró antes de acortar el espacio entre ellos y juntar sus labios.
Fue un beso lento, suave, lleno de ternura, Jungkook lo tomó por la cintura juntando más sus cuerpos, Jimin sentía como la lengua del pelinegro delineaba sus labios y se abrió para él, el beso cambio de ritmo, se volvió más rápido, más ansioso, ambos entraron en una lucha con sus lenguas, Jimin buscó más contacto con el cuerpo de Jungkook, paseo sus manos por sus hombros y Jungkook recorría su espalda con sus fuertes manos, que lo tocaban con delicadeza, se separaron en busca del vital aire, juntaron sus frentes, Jimin tenía los ojos cerrados, nunca un beso lo había hecho sentirse así.
Jungkook veía como el rubio tenía los labios rojos e hinchados, su respiración estaba agitada, un beso no le era suficiente quería sentirlo, tocarlo, aprenderse su cuerpo con sus manos, saborear su sabor, quería más, pero sabía que Jimin aún no estaba listo.
—Jimin, yo...
—Shhh, no digas nada, si lo que vas a decir es que estuvo mal y que te arrepientes.
—Eso nunca pequeño, te iba a decir que me encantó tu beso, que me encantas, que quiero más, y que lo mejor es que vuelvas a tu cuarto, o no sé si quiera detenerme.
—Entonces no lo hagas —dijo Jimin y volvió a besarlo, nunca antes se había sentido así, nunca había querido más después de un beso, ni siquiera con Taemin, que tantas veces se lo pidió y ahora aquí estaba en brazos de Jungkook quién era prácticamente un extraño, derritiéndose entre sus brazos y deseando que lo tomara ahí mismo en la cocina.
A pesar de desearlo, Jungkook sabía que no era ni el momento ni él lugar, él sabía lo que sentía por Jimin pero él quizá estaba actuando por el impulso del momento y él no se iba a aprovechar de su vulnerabilidad, juntando toda su fuerza de voluntad, corto el beso.
—Ahora no es el momento, no vas a perder tu virginidad en la cocina, cuando lo hagas tiene que ser especial —y diciendo esto lo tomó entre sus brazos y a modo de princesa lo cargo para sacarlo de ese lugar y llevarlo hasta su cuarto —. Abre la puerta.
Jimin obedeció, cuando el pelinegro lo dejo sobre la cama, se hincó frente a él y lo miró fijamente a los ojos.
—Ya no estamos en la cocina.
—Lo sé, pero no es el momento, pero te prometo que pronto lo será. Créeme cuando te digo que me estoy muriendo de ganas por tenerte, pero me gustas y me gustas mucho Jimin y tú te mereces más que un acoston, te mereces algo mucho mejor.
Dicho ésto Jungkook le dió un rápido beso en los labios y se levantó para salir.
—¿Jungkook?
—Sí.
—Prometiste hacerme compañía mientras me daba sueño, ¿no cumplirás tu promesa?
—Jimin, no creo que sea buena idea que me quede aquí contigo.
—Te prometo portarme bien, sólo hablemos un rato, por favor.
Jungkook no pudo resistirse a esa tierna mirada y al puchero que esos lindos labios le hacian. Cerró la puerta y se recostó aún lado de Jimin, éste se acomodo entre sus brazos apoyando su cabeza en su pecho.
Hablaron de muchas cosas, de su infancia, de sus padres, de cómo había descubierto su pasión por el baile, Jimin también le preguntó sobre su familia, él le contó lo que había pasado con su hermano y que los mismos que los perseguía a ellos eran los mismos que le habían arrebatado la vida, y que quería vengarlo, Jimin entendió su deseo de hacerlo, poco a poco el sueño los fue venciendo y ambos se quedaron dormidos.
La luz del sol calando en sus ojos lo despertó, por un momento se inquietó al despertar en un cuarto que no era el suyo, pero al sentir el peso en su brazo sonrió al ver a Jimin tan plácidamente dormido, parecía un ángel, con su cabello rubio revuelto y sus dulces labios entreabiertos, se levantó despacio, tratando de no despertarlo, pero fue en vano.
—Buenos días — dijo Jimin mientras se levantaba.
—Buenos días pequeño, perdón por despertarte, no era mi intención.
—No te preocupes, Jungkook... eh... yo... anoche... — decía Jimin tratando de hilar las palabras que se negaba a salir, tomó aire y se volteo a mirarlo —yo lo siento, si te hice sentir incómodo al besarte y casi lanzarme a tus brazos y luego pedirte que te quedarás conmigo, debes de pensar lo peor de mí —dijo apenado mientras bajaba la cabeza.
—Hey, no digas eso —Jungkook tomó su barbilla y levantó su rostro —Jimin yo también te bese, y no me arrepiento de nada, te lo dije anoche y te lo repito hoy, me gustas y mucho, y anoche recurrí a todo mi autocontrol, porque aunque deseaba con todas mis ganas hacerte mío, se que hacerlo así, no es lo que realmente quieres, por algo has esperado, porque quieres que sea especial, y yo quiero que lo sea también, escúchame bien Park Jimin, no piensen cosas que no son, tú me gustas, eres el ser más bello que he podido conocer y te quiero dar lo mejor porque te lo mereces, yo te voy a cuidar y proteger siempre mientras tú me lo permitas ¿ok?
Terminó de hablar y le dió un beso para transmitirle lo que sentía, tal vez aún era muy pronto para decirle te amo, pero si que le gustaba y lo quería lo suficiente para querer hacer las cosas bien. Cuándo el beso terminó Jimin sonrió, le tomó el rostro entre sus pequeñas manos.
—Gracias, gracias por dejarme ver qué no todo lo que buscan en mi es sexo, gracias por ser diferente, tú también me gustas y mucho.
—Gracias a ti por dejarme quererte y por existir, ahora voy a ir a darme una ducha y alistarme para irnos a la academia o ¿prefieres quedarte en casa?
—No, ayer lo dije, ese tipo no me va a hacer cambiar mi vida.
La determinación en su mirada le hizo saber a Jungkook que su lindo y frágil rubio, tambien era alguien fuerte, se despidieron con un beso.
Un par de horas más tarde, cuatro autos salían de la mansión Park sin imaginarse que una camioneta seguía a uno de ellos.
Jungkook y Jimin iban en un Mercedes-AMG GT Coupé blanco, era un auto bastante rápido y ligero, pero no fue rival para la camioneta que los embistió de sorpresa, Jungkook logró dar un volantazo para evitar que se voltearan, pero esa maniobra evitó que viera a los hombres que salieron del vehículo y que con armas en mano dispararon hacia ellos.
Jimin gritó, Jungkook lo agachó tomándolo por la cabeza, alcanzó a sacar su pistola y disparó un par de veces pero ellos eran más y no podía enfocar bien por el golpe que recibió.
Namjoon, Taehyung y Jackson notaron que el carro de Jimin se había quedado rezagado y cuando escucharon los disparos trataron de volver pero otras dos camionetas les impidieron el paso, los tres se bajaron de los autos y comenzaron a disparar.
Cada uno de los hermanos se encontraban agachados y muertos de miedo por lo que pudiera suceder.
Jimin levantó la cabeza un segundo, sólo para ver cómo Jungkook era herido con una bala, lo vio caer hacia un costado del auto y como la puerta de su lado era abierta, trató de resistirse, pero un golpe en el rostro le impidió seguir haciéndolo.
Jungkook trató de moverse pero el dolor en el costado izquierdo se lo impidió, trató de disparar su arma pero se había quedado sin balas, gritó desesperado, vio cómo Jimin era cargado dentro de la camioneta y como ésta arrancaba llevándose al hombre que había jurado proteger.
Todo sucedió demasiado rápido, de un momento a otro los hombres en las camionetas dejaron de disparar y volvieron a sus vehículos para arrancar rechinando las llantas y marcharse.
No entendían que había sido eso, volvieron a subir a los autos y llegaron hasta donde estaba el auto de Jimin, golpeado del lado del conductor, con varios impactos de bala, la puerta del copiloto abierta y Jungkook inconsciente en el asiento.
Jin, Yoongi y Hobi lloraban desesperados, se habían llevado a Jimin y Jungkook parecía muerto.
Taehyung atendía la herida de su compañero, mientras Jackson llamaba a una ambulancia y Namjoon a su jefe.
En qué momento lo que parecía una buena mañana, se había transformado en un terrible escenario lleno de sangre y... ¿Muerte?
Jimin temblaba, no paraba de llorar, un hilo de sangre salía de su boca, por el golpe que esos tipos le habían dado y la cara le dolía, pero lo dolía más saber que Jungkook estaba muerto, y ahora estaba en manos de ese infeliz que lo veía mientras sonreía de manera siniestra.
—Hola muñequito, no sabes las ganas que tenía de volver a verte...
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