1.2.
(Especial Jackgi)
Yoongi se consideraba a sí mismo alguien fuerte e independiente, al crecer se esforzó por no depender de nadie y mucho menos mostrarse vulnerable, cuando conoció a Jimin y a Jin, fue la primera vez que realmente se sintió conectado con alguien, la historia de ambos era muy similar a la suya y por eso se unió a su cruzada, vengar a sus padres lo sintió como una forma de vengar a su propia familia y luego cuando Taehyung se unió a ellos, no dudó en incluirlo en su muy reducido grupo de personas a las que quería.
Aún recordaba la noche en que Jimin le pidió que lo acompañará hasta ese maldito cuarto donde la escoria que tenía como novio lo tenía viviendo y dónde le había destrozado la vida, la satisfacción que sintió al verlo desangrarse mientras suplicaba por perdón lo hizo consciente del poder que se tenía cuando te tu eres quien decidía sobre la vida y la muerte de alguien más.
Siempre supo que si sus padres no hubieran muerto, él hubiera formado parte de la Yakuza y que seguramente hubiera terminado convertido en un asesino, pero el arrancar la vida de esa basura, lo hizo replantearse las cosas, una cosa era matar por matar y otra era hacerlo por un motivo, por proteger a quienes amaba y al pasar de los años y cuando sus misiones incluían el exterminio de alguien, siempre se aseguró de que hubiera un motivo real para que dejarán de respirar, era absurdo pero eso lo hacía sentir mejor, aún así sabía que sus manos estaban manchadas de rojo.
Por ese motivo creo esa máscara que lo acompañaba siempre, ese hombre arrogante, travieso, coqueto y desinteresado, solo era su manera de cerrarse a los demás, porque no a todos les gustaba su actitud de diva, las relaciones de una noche también lo mantenían alejado, cuando solo entregas tu cuerpo, no hay posibilidades de que te rompan el corazón y mucho menos que te duela si esa persona o personas, terminan tirados en el suelo cubiertos de sangre o enterrados bajo tierra, no estaba dispuesto a volver a sufrir por ver muertos a quienes amaba.
Pero el hombre sentado a su lado comenzaba peligrosamente a meterse en su corazón. Con sus sonrisas fáciles, sus detalles románticos, su plática interminable, sin contar el excelente sexo, amenazaba con enamorarlo por completo y tenía miedo, estaba aterrado, sobre todo cuando ambos corrían el riesgo de morir en esta misión, por eso es que ya tenía planeado alejarse de él. Jackson estaba destinado a convertirse en el líder de la mafia China y eso solo significaba que la diana pintada en su frente iba a ser cada día más grande.
Cuándo su misión terminara y Jeon Hae Soon muriera, y por fin estuvieran libres de los vigilantes, tomaría sus maletas y se iría lejos, tan lejos que nadie lo volviera a ver jamás, adoptaría tres gatos y viviría un vida tranquila, solo… pero en paz.
Cuando el avión comenzó el aterrizaje sus nervios se dispararon, y no por tener que reunirse con el jefe del clan Wang, sino porque ese mismo hombre era el padre de Jackson, y se sentía incorrecto conocerlo cuando sabía que al final terminaría abandonandolo.
La mano del castaño aparentando su muslo, corto la línea de sus pensamientos y volvió su rostro para mirarlo, la bella sonrisa de Jackson causó un vuelco en su corazón y supo que estaba jodido, después de todo si terminaría con el corazón roto.
—Llegamos gatito, ¿listo para conocer a tu suegro? —dijo Jackson con ese tono juguetón que lo caracterizaba.
—Estoy listo bebé, pero no deja decir que es mi suegro, tú y yo solo somos amantes casuales —respondió con el tono coqueto que lo caracterizaba dispuesto a comenzar con su plan de poner distancia.
—Por ahora gatito, por ahora.
Cuando por fin pudieron desembarcar, salieron del aeropuerto y un elegante automóvil negro ya los esperaba.
Decir que le sorprendió ver la casa, o mejor dicho mansión en dónde vivía Mao Xen Wang era mentir, ningún jefe de una mafia viviría en una casita insignificante, pero la edificación que se seguía frente a sus ojos era la casa más jodidamente impresionante que había visto jamás, una mezcla entre lo moderno y lo clásico, la hacía lucir imponente y maravillosa.
La mano aferrada a la suya lo apretó suavemente, guiandolo a caminar, los muchos hombres que custodiaban la propiedad los miraban de reojo y cuando las puertas de madera tallada se abrieron para ellos, el personal que estaba cerca no disimuló su asombro al verlos y frunció el ceño extrañado.
—¡Vaya! Hasta que el hijo pródigo por fin se digna a venir —la fuerte voz que se escuchó de pronto hizo que Yoongi diera un pequeño brinco al ser inesperado.
Casi de inmediato la figura de un hombre mayor se hizo presente, un hombre alto, de cabello negro con algunos toques grices, ojos oscuros y penetrantes los recibo. Mao Xen era imponente, en sus ojos se reflejaba la sabiduría y experiencia de los años, pero también te dejaban ver lo jodido que estarías si te atrevías a desafiarlo.
—Me da gusto verte padre —saludo Hackson e hizo una pequeña reverencia en respeto.
—¿Quién es esta hermosa criatura? —dijo mirando directamente a Yoongi y sonriendo levemente.
—El es Min Yoongi, mi novio —dijo con seguridad y el ahora azabache tuvo que contener las ganas de golpearlo y solo sonrió al hombre mayor.
—Mucho gusto señor, un placer conocerlo —dijo e imitando al castaño se inclinó al frente.
—El gusto es mío, tesoro y dime ¿qué le viste a mi hijo? —bromeó el hombre causando que Yoongi se relaje y ría por la broma.
—No creo que pueda responder eso señor, no creo que sea apropiado —respondio dejando claro a qué se refería al bajar su vista a la entrepierna del castaño que lo miraba sonriendo por su descarado comentario.
Mao Xen soltó una carcajada y se acercó hasta Yoongi, para acercarlo a él y darle un abrazo.
—Ya me caes bien muchacho, no solo eres precioso, también gracioso e inteligente, hasta que mi hijo hizo algo bien —dijo soltándolo y guiarlo hasta el salón.
Las presentaciones fueron rápidas y después el mafioso se despidió prometiendo estar en casa para cenar con su hijo y su yerno, Yoongi estaba encantado con él, Mao Xen podría ser un hombre despiadado y cruel con sus enemigos, pero se notaba lo mucho que amaba a Jackson y lo buen padre que era. La nostalgia lo embargó cuando recordó a su propio padre y no puedo evitar compararlo sabiendo que se parecían en demasiadas cosas.
Cuando ambos se quedaron solos, Jackson lo llevó hasta su habitación, y lo abrazó por la cintura desde atrás y recargó la barbilla en su hombro.
—Mi padre te ama gatito, ya no tienes escapatoria —le susurró Jackson al oído antes de morderlo.
—Soy bueno escapando Jack —respondió mientras inclinaba el cuello hacia un lado dándole vía libre para continuar.
—Pero yo no te dejaré hacerlo dulzura, me encantas Yoongi, más de lo que pretendía, y no estoy dispuesto a dejarte ir —le dijo mientras lo giraba para ponerlo frente a él y reclamar su boca como suya.
Yoongi correspondió al beso y dejó que la niebla de la pasión y el deseo nublaran sus sentidos, no quería seguir pensando en el futuro, disfrutaría el momento, como siempre lo había hecho y ya se encargaría de recoger los pedazos que quedarán de él cuando el momento de partir llegará.
El sexo fue alucinante, como antes, pero fue distinto al mismo tiempo, ambos entregaron más de si en esa ocasión, con cada beso, con cada caricias, cada embestida que el castaño dió en su interior, Yoongi entregó un poco de su corazón, con cada gemido que sus labios soltaron, dejo un poco de su alma, al igual que Jackson, ya no había vuelta atrás y el pelinegro lo sabía y aún así trataría de huir.
—Jack, ¿crees que pueda hablar con tu padre en privado? —preguntó Yoongi un par de horas después, aún recargado en el pecho desnudo de Jackson.
—¿Por qué? ¿No se supone que somos un equipo?
—Es que… —Yoongi dudo antes de continuar—. lo que le voy a decir a tu padre se que te va a afectar y no quiero que sufras.
Jackson frunció el ceño, pero negó con la cabeza.
—No te voy a dejar solo con él, no porque tenga miedo de que intentes algo en su contra o algo así, tampoco porque tenga una curiosidad morbosa por saber qué le dirás. Pero somos un equipo, seamos pareja o no, ahora no soy Jackson Wang el hijo del Jefe Mao Xen, soy Jack solamente tu compañero y estamos en una misión y los compañeros no se dejan solos.
Yoongi suspiro, y asintió, lamentándose por ser él quien tuviera que mostrar lo que habían descubierto. A las nueve en punto, su padre llegó y los dos lo recibieron con gusto, como la cena ya estaba servida los tres se sentaron a la mesa. No había pasado mucho tiempo cuando Jackson rompió el cómodo silencio.
—Padre, Yoongi no es solo mi novio, también es parte de los vigilantes —soltó de golpe y Mao Xen soltó sus palillos y giró su vista hacia el pelinegro.
—¿Los Vigilantes? ¿Entonces sabes quién soy yo muchacho? —pregunto y su hasta entonces tono jovial fue reemplazado por un tono más hostil y precavido.
—Asi es señor, pero no sé preocupe, ante los ojos de los vigilantes usted y su organización no han cometido ningún error, al contrario.
—¿Entonces tú relación con mi hijo es genuina, supongo? —volvió a preguntar aún con un toque de duda.
Yoongi sonrió en dirección a Jackson y ese movimiento al igual que el brillo en sus ojos fue visto por el mafioso, que se relajo al obtener la respuesta antes de que el chico le respondiera.
—Sí, yo a Jackson lo conocí antes de saber que era su hijo, de hecho no lo supe hasta hace dos días, cuando él se enteró de la misión que mi equipo y yo tenemos, y en la que buscamos su apoyo.
—Explicate, pero de antemano sabrás que yo no soy ningún traidor y que mis socios están siempre protegidos por mi.
—Lo sé, pero no creo que el socio de quién le voy a hablar siga teniendo su estima después de lo que tengo que mostrarle.
Con calma Yoongi sacó una tablet que llevaba en un pequeño bolso, la encendió y se la tendió a Mao Xen, que de inmediato comenzó a observar el contenido.
—Los vigilantes vamos contra Jeon Hae Soon, ese hombre no solo es una escoria de persona, también es una víbora que traicionó a la organización, y eso no se perdona, usted lo sabe. Lo que queremos de usted es que nos brinde el apoyo de su gente cuando sea necesario.
El mafioso estaba apretando con tanta fuerza el pequeño aparato electrónico que Yoongi juraba que tendría que comprarle uno nuevo a Jin, cuando terminó de hablar, un grito de furia y rabia resonó, justo antes de que la tablet saliera despedida hacia una de las paredes. Mao Xen gritó a uno de sus hombres que apareció casi en seguida y comenzó a gritar órdenes. Órdenes que no le convenía a Yoongi ni al plan de Jimin, así que se apresuró a calmarlo.
—Señor espere, si usted va trás el Hae Soon estará sobre aviso y los vigilantes pensarán que usted lo está encubriendo, esto que le mostré lo hice sin autorización de ellos, por favor, mi vida también está en sus manos ahora —odiándose por eso, usó su relación con Jackson para detenerlo.
Mao Xen bufó furioso y se detuvo en sus órdenes, volvió a sentarse y fijó sus ojos en Yoongi.
—Jamás dañaría a mi familia y desde el momento en que cruzaste por esa puerta de la mano de mi hijo ya lo eres, pero tienes diez minutos para explicarme por qué demonios me mostraste esto.
Jackson que seguía sin saber qué era lo que su padre vio que lo alteró de esa manera, solo esperó a que Yoongi lo explicará.
Con calma le explicó todo lo que él ya sabía sobre Jimin, su plan de venganza y como es que el clan Wang entraba en ese plan.
—Créame que no me gustó tener que mostrarle eso, se que es una herida que sigue fresca y que quizá nunca termine de cerrar, pero también nos pareció justo que lo supiera, después de todo la muerte de su esposa no puede seguir impune.
Al escucharlo Jackson se paró de golpe sintiendo que de pronto el aire le faltaba. La muerte de su madre, era algo por lo que había decidido alejarse de su padre a pesar de que siempre llevaron una buena relación, y lo culpo por llevarla, aún recordaba cómo le gritó que hubiera llevado a una de sus putas en lugar de a su mamá, y ahora saber que el culpable era Hae Soon lo jodia demasiado.
Los brazos de Yoongi se cerraron sobre su cuerpo y el aroma de su loción lo tranquilizó, ya llegaría el momento de hacerle pagar a ese hombre cada una de las que debía. Mao Xen asintió después de escuchar todo, y aunque le encantaría ser él quien le cortará la garganta a esa rata asquerosa, sabía que tenía más derecho ese muchacho al que no conocía, pero que Hae Soon había dejado huérfano, somos por ambición.
Puso todo su ejercicio a las órdenes de Yoongi, solo le pidió un favor y ese fue estar presente cuando la hora de morir de esa rata llegara. Después de eso se retiró, disculpándose con él pero necesitaba estar solo, y los dos lo vieron caminar hasta la parte trasera de la mansión, hasta donde el monumento a su difunta esposa se erigiría en medio de un precioso jardín de rosas blancas.
—Jack, siento no habertelo dicho antes, pero tuve miedo de tu reacción y…
—Y de que arruinara su precioso plan, ¿verdad? No soy idiota Yoongi, aunque lo parezca, se perfectamente que las cosas no se hacen al calor del enojo —se quejó con un toque de molestia en su voz.
—No iba a decir eso —se defendió el pelinegro—. Iba a decir que tuve miedo a tu reacción y no saber cómo ayudarte, se que lo que significa perder a tu madre, ¿sabes? Pero no por eso se como consolar a la gente —dijo con clara molestia y dolor en su voz, haciendo que Jackson lo mirara y controlará sus emociones.
—Perdón, no quise desquitarme contigo, tú no tienes la culpa de mis mierdas gatito, lo siento.
—No hay nada que disculpar, te entiendo.
Los se fueron a su habitación y después de darse una ducha y ya más tranquilos, decidieron informar lo que había pasado hasta el día siguiente, ahora solo querían descansar y dejar que la compañía del otro mitigara un poco del dolor y la tristeza que los envolvía a ambos.
Al día siguiente Mao Xen había vuelto a ser el hombre alegre y despreocupado que conoció al inicio, y se sorprendió cuando al final del día cuando le anunciaron que volvería a Corea esa misma noche, le entregará una caja con lo que él denominó un pequeño regalo, cuando lo abrió su emoción fue inmensa y no dudo en abrazar al hombre que lo envolvió en sus brazos con cariño antes de soltarlo.
—Sabía que te gustarían después de todo, tienes los genes de Minato corriendo por tus venas —soltó de pronto y Yoongi se congeló al escuchar el nombre de su padre.
—¿Co… como dijo? —tartamudeo al hablar.
—¿Creías que no iba a investigar a quien mi hijo me presentará como su pareja? Soy un jefe mafioso, no sería yo si no lo hiciera, y me complació sobremanera descubrir que eres el hijo de Sota Minato y de Nayeon, y me odio por no reconocer sus ojos en los tuyos cuando son idénticos. Aunque tus padres y yo no éramos los mejores amigos, si nos conocíamos y tuvimos una buena y cordial relación, cuando me enteré de su muerte y la de su familia, oré por el descanso de sus almas. No sabes cómo me alegré anoche cuando me dijeron que tú eras su hijo. Y tranquilo, tu información está bien resguardada.
—Yo… gracias, supongo —Yoongi no sabía cómo sentirse, hace mucho tiempo que había perdido las esperanzas de conocer a alguien que supiera de sus padres y saber que hubo alguien que lamentó su muerte lo reconfortaba de cierta manera.
Después de eso los tres cenaron y Mao Xen disfruto contándole a Yoongi un par de anécdotas sobre su padre y cómo lo conoció al igual que a su madre y Yoongi supo que ahora estaba más unido a esos dos hombres que antes y no por una misión sino por el corazón. Su plan de huida se había jodido aún más.
Cuando se despidieron, Mao Xen le hizo prometer que la próxima vez debían de quedarse más tiempo y conocer sobre sus negocios. Yoongi asintió y Jackson se despidió de su padre después haberle pedido perdón por culparlo por la muerte de su madre, y haciendo las paces con su padre y con su destino.
Para las que no lo sepan, a mí me gusta darle su propia historia a mis parejas secundarias y darles contexto de su relación, así que siempre me tomó el tiempo de hacerles un par de capítulos dedicados en especial a ellos, así que a lo largo de la historia habrá también especiales del Vhope y del Namjin así que esperenlos.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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