VERDADES
—¿Cuando pensabas decirme que el hijo que esperas es mío? —le pregunto tratando de sonar tranquilo.
—¿Qué? ¿De… de qué hablas? Te equivocas Jungk….
—No me mientas por favor Jimin, el doctor dijo que tienes un poco más de cinco meses —le dijo Jungkook con tristeza en su voz, interrumpiendo las palabras nerviosas de Jimin.
—Jungkook yo… —comenzó a hablar, pero volvió a callar al ver la mirada de Jungkook, había una mezcla de enojo y tristeza en aquellos ojos negros, y no pudo seguir negándolo, bajó la cabeza y comenzó a llorar.
Ver las lágrimas rodar por las mejillas de Jimin, fue como recibir una cubeta de agua helada, se acercó a él y dejando sus preguntas a un lado, lo abrazó tratando de consolarlo. Jimin se sobresaltó al sentir su cuerpo ser envuelto por los fuertes brazos del pelinegro, de inmediato sintió el aroma tan familiar de su perfume que tanto le gustaba, y se relajó.
—No llores por favor, si tienes miedo de que esté enojado, no lo estoy, te lo prometo. No quiero que me temas, perdón por hacerte sentir mal. Solo quería saber, yo sé que no tengo ningún derecho sobre ese bebé y mucho menos sobre tí, pero me habria encantado que fueras tú quien me dijera que tendremos un hijo.
Jimin seguía con el rostro oculto entre su cuello, tenía miedo de que le dijera que no quería a su bebé, pero al escucharlo decir eso hizo que su corazón se acelerara, aunque no quería hacerse ilusiones. Y armando se de valor se safo de su abrazo y lo miró a la cara, era hora de hablar con la verdad de una vez por todas, solo así podía dejar atrás todo el dolor que sentía y podía ver hacia el futuro.
—Tienes razón en una cosa Jungkook que dijiste. No tienes ningún derecho a pedirme nada, ni siguiera una respuesta al porqué te lo negué, pero te voy a responder. Tenía casi dos meses de haber llegado a París cuando me enteré, yo aún seguía demasiado deprimido por lo que había pasado, tenía miedo y no sabía qué hacer, y no te voy a negar que durante un según por mi cabeza paso la idea de abortar, no quería un hijo fruto de una violación —le dijo Jimin, confesandole cómo se había sentido en esos momentos.
Escucharlo decir eso fue como si le encajaran un puñal en el pecho, saber que todo ese miedo era por su culpa, le desgarraba el alma, porque sabía cuánto anhelaba Jimin tener un bebe.
—Despues de que paso el shock inicial y estuve más tranquilo, me di cuenta que no podía hacer algo así, no importaba cómo había sido concebido, era nuestro y a pesar de todo el daño que me hiciste, saber que tendría una parte de tí para siempre me hizo feliz, aunque no lo dijera en voz alta —saber que Jimin se alegró de tener a su hijo, tranquilizo su acelerado corazón.
Aunque todavia estaba el hecho de que fingió que era de ese hombre, ¿Y si su relación también era mentira? Pensó, y como si Jimin lo hubiera escuchado, comenzó a explicarle sobre eso.
— Joon Sik no solo era mi jefe, también se convirtió en mi amigo, yo sabía que le gustaba y me pidió darle la oportunidad de cuidar de mi y del bebé, me iba a negar, pero cuando la prensa se enteró de mi embarazo y especularon que era suyo, sentí que era lo correcto, yo no pensaba volver a Corea, y mucho menos volver a verte. Además de que tu siempre me dejaste muy claro que no querías hijos, ¿así que, que caso tenía decírtelo? No quería que me pidieras abortar, o que me quisieras obligar a volver a tu lado. Así que simplemente confirme lo que pensaban y acepte tener una relación con él.
—Entiendo —fue lo único que pudo decir, no podía reclamar nada, no cuando ya lo había lastimado tanto, si Jimin quería ser feliz al lado de otro hombre no podía hacer nada, solo le queda aceptarlo y conformarse con que lo dejara ver a su hijo.
—Mi intención no fue ocultartelo, pero tenía miedo. Cuando me dijeron que tenía que volver al país me aterre, pero me tranquilice pensando que en una ciudad tan grande era casi imposible que nos volviéramos a ver, pero qué irónica es la vida, apenas puse un pie en el aeropuerto tú fuiste lo primero que ví, y después el destino nos puso nuevamente frente a frente al tener que trabajar juntó. Pensé en decírtelo, pero tenía miedo.
Jungkook se sintió la peor de las basuras, nuevamente sus malditos traumas del pasado le estaban jugando en contra, y saber que sus malditas y estúpidas palabras habían calado tan hondo en Jimin le dolía sobremanera.
—Perdoname Jimin, por favor —volvio a suplicar.
Ya había perdido la cuenta de las veces que había pedido perdón, pero no se cansaría de hacerlo nunca, había dañado a alguien bueno, inocente y que lo había amado sin reservas. Con su corazón sangrando por las heridas causadas, por su pasado, creyó que era hora de abrirse a él, contarle lo que lo había llevado a convertirse en la basura que sabía que era, y tal vez solo así, tendría la oportunidad de ganarse el perdón de Jimin y comenzar desde cero con él, aunque fuera solo como amigos y padres.
—No es ninguna justificación a todo lo que te hice pero creo que debes saber quién era yo antes de tí —comenzo a decir —. Creo que es justo que conozcas lo que llevo cargando durante tanto tiempo.
Ji Sun, Namjoon y sus padres conocían su historia, ella como su psicologa y él como su mejor amigo, cuya familia lo ayudo. Pero abrir su corazón con la persona que amaba era diferente, se sentía distinto. Pero si quería tener por lo menos el derecho de estar cerca de su hijo, Jimin debía conocer su pasado, sus traumas, todo el dolor que llevaba por dentro y que de un modo o de otro lo convirtió en el hombre que era, pero que también ya estaba trabajando en resolverlo.
—Como sabes mi madre murió cuando yo tenía cinco años, pero lo que no te dije fue como murio —comenzo sin despegar la vista del rostro de Jimin—. Ella se suicidó, y lo hizo por culpa del maltrato que recibía de mi padre. Él es un hombre machista y violento, además de alcohólico y un drogadicto consumado. Aún me preguntó cómo es que mi madre terminó casada con él, pero desde que tuve uso de razón solo escuchaba gritos, golpes y maltratos. Hasta que un día ya no lo soportó más y terminó con su vida. Se colgó de usando una viga en el techo de la única habitación de la casa dónde vivíamos. Y mientras ella colgaba sin vida, yo estaba escondido debajo de la cama porque ella me dijo que no debía salir hasta que alguien llegara por él. Estuve ahí metido durante dos días sin atreverme a salir, gritando por ella mientras lloraba y moría de hambre y miedo.
Jimin no pudo evitar volver a llorar al escuchar algo tan horrible, ningún niño debía de pasar por esa clase de cosas. Ver a Jungkook llorar mientras lo imaginaba siendo un pequeño solo y aterrado con el cuerpo de su madre flotando encima suyo, le hacía doler el alma.
Quería consolarlo, pero si garganta se sentía cerrada, incapaz de decir alguna palabra, así que solo se limitó a seguir escuchando.
—Obviamente mi padre se tuvo que hacer cargo de mi y ya te imaginarás cómo fue mi vida. Golpes, gritos, insultos, pero siempre empeñado en inculcarme que las mujeres y los donceles, eran seres débiles, inferiores, personas sin cerebro, que debían ser tratados con rudeza, para enseñarles su lugar en el mundo, que solo estaban hechos para servir. Si una reverenda estupidez lo sé, pero eso fue lo único que me enseñaba estando sobrio y Cuando estaba borracho me obligaba a verlo haciendo cosas atroces y asquerosas para reafirmar sus enseñanzas.
Decir que Jimin se sentía asqueado por todo lo que él pelinegro le decía era quedarse corto.
—Cuando tenía quince años, llevó a la casa a un doncel, y me dijo que era su nueva pareja. Un tipo grotesco y nefasto que cuando tuvo la oportunidad... —se interrumpió por un momento y Jimin lo vio tragar saliva con fuerza antes de continuar —... él abusó de mí. Yo era un adolescente, casi un niño cuando un tipo de más del doble de mi edad me embriagó y me obligó a follarlo.
El dolor en la voz de Jungkook lo sentía como suyo, lo que le había tenido que vivir era horrible.
—¿Y sabes qué es lo peor? —continuo diciendo — Mi padre me culpo a mi cuando llegó y lo vio encima de mí, la golpiza que me dió casi me mata, nunca supe quien llamo a la policía y me salvó de una muerte segura, estuve en el hospital durante semanas.
Recordar todos esos momentos era doloroso, era como volver a vivirlos, Jungkook sentía las lágrimas caer por su rostro, pero necesitaba continuar, sentía que debía hacerlo si quería liberar por fin esa carga que llevaba a cuestas.
—Cuando desperté me enteré que el estado le había quitado mi custodia y que estaba en prisión. Uno de los doctores que me atendieron sintio lastima por mi y me acogió en su casa, junto a su esposa y su hijo me ayudaron a salir adelante, no solo me dieron un techo donde dormir y un plato en la mesa, también me apoyaron con mis estudios y se convirtieron en mi familia, me llenaron de cariño y siempre buscaron ayudarme, pero los fantasmas de lo que había vivido siempre me siguieron y salían a la luz cada que intentaba ser feliz. Inconscientemente siempre mantuve mi distancia con los donceles, las pocas relaciones afectivas que tuve siempre fueron con mujeres, mujeres que ahora veo que se parecían a mi madre, y que terminaban dejándome cuando mis demonios terminaban por aterrarlas. Y entonces te conocí a ti, y me enamoré desde el primer instante en que te vi, pero todo se fue al carajo cuando comenzamos a vivir juntos y el me llamó desde prisión, no era la primera vez, era como si él supiera que yo estaba saliendo adelante y se empeñara en seguir jodiendome.
Jimin lloraba descontrolado, le dolía saber todo eso, saber todo el daño que un niño inocente sufrió y que lo convirtió en un hombre lleno de miedos y traumas, entendió un poco sus motivaciones y aunque no las justificaba sabía que no lo había hecho de forma consciente, solo que nunca busco la ayuda correcta que necesitaba. Tomó sus manos entre las suyas tratando de reconfortarlo o reconfortarse a él ya no lo sabía.
—Cada que te insultaba o te gritaba, eran mis traumas hablando, cuando te decía que no quería hijos era porque miedo a ser la misma mierda que había sido mi padre conmigo, y por el asco de que alguien tan sucio, y tan dañado como yo pudiera traer vida a este mundo, además de que yo sabía que no te merecía, sabía que te hacía daño, pero tampoco no quería perderte, yo te amaba y quería tenerte a mi lado. Tú eras esa luz en medio de mi oscuridad y no me daba cien que poco a poco te iba extinguiendo. Ahora se que irte fue lo mejor y desearía que ojalá lo hubieras hecho antes. Y aunque me duela me alegra que hayas salido adelante y estés buscando tu felicidad. Yo no supe amarte y con cada una de mis acciones te arroje a los brazos de otro hombre, uno que si te merece.
Durante un par de minutos el eco de sus palabras resonó en la silenciosa habitación, antes de que Jimin hablara.
—Jungkook yo... Yo siento tanto que hayas pasado por todo eso, solo eras un niño que fue víctima de un horrible monstruo. que te infectó con su propia inmundicia —apretó su mano con fuerza, y un alivio que no había sentido antes se alejo en su pecho cuando pensó bien lo siguiente que iba a decir—. Te perdono Jungkook, te lo digo de corazón. Te perdono sinceramente, yo sé que no es fácil pasar por cosas como las que tú viviste y aunque tú y yo no volvamos a estar juntos, te prometo que no te voy a separar de nuestro hijo, quiero que sepas que yo sé que no vas a hacer lo mismo que te hicieron a ti, se que sabrás darle amor a este bebé —dijo sin soltar su mano.
Quizá era el tonto más grande que existía en el mundo, o era un estúpido enamorado que se aferraba en creer que detrás de ese hombre que lo daño, existía el que lo había enamorado y que lo había hecho desear un futuro juntos.
—Gracias Jimin, gracias por darme la oportunidad de demostrarte que puedo ser un mejor hombre, no solo lo haré por nuestro hijo, lo haré por ti también. No me voy a rendir tan fácil, simplemente no puedo, voy a luchar por recuperarte, y aunque no lo consiga, no me quiero quedar con la sensación de ser un cobarde. Pero también lo voy a hacer por mi, Quiero dejar el pasado atrás por fin y comenzar a vivir pensando en un mejor presente y futuro.
En un arrebató y sin pensar demasiado y dejándose llevar por la renovada resolución, Jungkook se se secó las lágrimas, levantó el rostro y sin darle tiempo a Jimin de nada, juntó sus labios en un beso, pero no cualquier beso, era un promesa de cambio, de un mejor futuro, era un promesa de amor.
El beso apenas fue un toque suave y rápido sobre sus labios, pero aceleró el corazón de Jimin de una manera increíble. El futuro era incierto, nada estaba escrito aún, en ese momento en el que ya no había más secretos ocultos entre ellos, es que por fin podrían comenzar a rehacer sus vidas.
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𝑈𝑛 𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑚𝑎́𝑠 𝑒𝑚𝑜𝑡𝑖𝑣𝑜. 𝑌 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑑𝑖𝑗𝑒 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠, 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑗𝑢𝑠𝑡𝑖𝑓𝑖𝑐𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑎𝑙𝑎 𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑛𝑜 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑓𝑖𝑐.
𝑌𝑎 𝑓𝑎𝑙𝑡𝑎 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑢𝑒.
𝑁𝑜𝑠 𝑙𝑒𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑒𝑧𝑎𝑠...
𝐵𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜𝑠 😘😘😘
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