CELOS
Joon Sik estaba enojado, no le gustaba nada ver a Jimin en el estado en que se encontraba. No había parado de llorar en todo el camino de regreso al hotel, no sabía que había hablado con ese hombre, pero sí sabía que quería partirle la cara por volver a hacerlo llorar. Cuando Taehyung había salido del despacho de ese tipo sin Jimin le pregunto que pasaba y este no tuvo más remedio que decirle de quién se trataba, había querido entrar en ese instante para alejarlo de ahí, pero Tae se lo había impedido, y ahora se arrepentía por haberlo escuchado, quería regresar y exigirle que se mantuviera alejado de su novio.
Apenas llegaron Jimin se encerró en su habitación y no quiso salir en lo que restaba del día, necesitaba llorar y sacar todo eso que había revivido al hablar con Jungkook, darle fin a todo ese dolor, enterrar el pasado. Sabía que Joon estaba incómodo con toda esa situación, y no hubiera querido que estuviera en medio de su reencuentro, más tarde hablaría con él, pero ahora solo necesitaba estar solo y llorar por el amor que aún sentía.
Acostado como estaba en la cama se llevó las manos al vientre, y recordó las palabras de Jungkook.
—¿Cómo reaccionarías si te dijera que mi bebé no es de otro sino tuyo? ¿Te pondrías feliz o la bestia que llevas dentro saldría otra vez? ¿Habré hecho bien en negartelo?
Se preguntó en voz alta mientras acariciaba su pequeña barriga, pronto tendría que buscar un obstetra que llevará el control de su embarazo mientras estuviera ahí, tendría que hablar con su novio sobre eso. Y también agradecía que su vientre de casi cinco meses apenas y se notará, o si no nadie creería que se suponía apenas iba a cumplir tres.
Fue mucho el tiempo que estuvo pensando y reflexionando sobre su situación y sus sentimientos hacia Jungkook, sobre su hijo y si debía decirle o no la verdad, y aunque no llegó a una decisión, si creyó conveniente hablar sobre eso con Joon Sik, después de todo al ser su novio, y haberle dejado claro lo mucho que ya quería a su bebé no nato, tenía todo el derecho de opinar al respecto.
Estaba por levantarse para ir a buscarlo cuando su puerta se abrió después de un toque suave y como si lo hubiera llamado por telepatía, Joon Sik le pregunto si podía entrar y asintió.
—Venia a preguntarte ¿si quieres que salgamos a cenar? No has comido nada en todo el día y les puede hacer daño a los dos.
—Yo también iba a buscarte, necesito hablar contigo, vamos a cenar y ahí hablamos, ¿te parece?
—Ok.
Cenaron en el restaurante del hotel en completo silencio, el ambiente a su alrededor se sentía tenso y cargado de palabras no dichas, los dos tenían cosas que decirle al contrario, pero ninguno sabía cómo decirlo. El mesero llegó a levantar sus platos y en cuanto se dió la vuelta, Jimin exhaló el aire que no se dió cuenta que estaba contenido y rompio el incómodo silencio.
—Joon, quería pedirte una disculpa por mi comportamiento de hoy, es solo que…
—No tienes nada de que disculparte Mimi yo entiendo, aunque no por eso me gustó que hablaras con ese hombre, te ha hecho mucho daño y sigue haciéndolo, no sabes cómo me alegra saber que después de que termines de grabar con él no lo volverás a ver, vamos a regresar a París y continuar siendo felices con nuestro hijo —dijo su novio interrumpiendo sus disculpas.
Al escuchar que ya consideraba su bebé como suyo, se arrepintió de decirle que estaba considerado decirle la verdad a Jungkook, sobre quién era él verdadero padre de su hijo.
—Por supuesto, pero aún falta un mes aproximadamente para que yo termine con los compromisos que impuso la empresa, y por lo mismo he pensado que no podemos seguir en el hotel, creo que debemos buscar donde vivir mientras estemos aquí.
—Eso ya lo había pensado, ¿Te parece si mañana buscamos algún departamento?
—Sí —acepto y dejó el asunto de la paternidad de su hijo en el olvido.
Los dos continuaron platicando por un rato más de cosas sin importancia, y luego subieron a la habitación de Jimin, se despidieron en la puerta, aunque al rubio le hubiera gustado que su novio lo invitará a pasar. Esa noche Jimin volvió a soñar con Jungkook, lo vió sentado sobre él pasto en un lindo jardín, con un pequeño entre sus piernas jugando, un pequeño que se parecía enormemente a él.
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Los siguientes días fueron una tortura para Jungkook, amaba poder ver a Jimin, pero detestaba no poder acercarsele y no porque no pudiera sino porque en todo momento estaba acompañado por Joon Sik, mismo que no dejaba de mirarlo con odio, no necesitaba ser un genio para saber que conocía perfectamente lo que había hecho.
Los únicos momentos en que podía estar cerca de Jimin eran cuando mientras filmaban se acercaba a corregir ciertas cosas o escenas. Justo como en ese momento en que le indicaba cómo quería que iniciará la siguiente escena, estaba hablando cuando su teléfono sonó, sonrió al ver el número de su psicóloga, ahora más que nunca la necesitaba cerca.
—Hola, ¿ya volviste? —respondió sin percatarse de la mirada de Jimin que no pudo evitar escuchar atento la conversación—. Si estoy en una locación cerca, ¿Te parece si pasas por mi y vamos a comer?... Si yo invito.
Algo dentro de Jimin se revolvió, al escuchar ese tono de voz alegre y desenfadado, le hizo recordar el inicio de su relación, cuando Jungkook trataba de conquistarlo, ¿Sería que estaba coqueteando con alguien? Pensar en esa posibilidad le dolió.
Jungkook colgó y continuó como si nada, sin imaginarse lo que acababa de provocar en Jimin con su llamada. Todo continuo normal, hasta que llegó la hora de la comida y cuando Joon Sik estaba ayudándolo a recoger sus cosas, Jimin vio cuando al set entro una mujer bastante atractiva.
Por un segundo pensó que sería una modelo, pero cuando la vio abrazar y besar en la mejilla a Jungkook supo que era con quién él había hablado por teléfono, sentio un nudo en la garganta, por un segundo cruzó por su mente el ir y separarlos, gritarle que se alejara de Jungkook, que él era suyo, pero no podía, no cuando ellos ya no eran nada, no cuando su pareja estaba a su lado.
✨✨✨✨
No juzguen a Jimin.
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