Hoseok despertó entre los brazos de Taehyung, mientras él mismo también lo envolvía con los suyos con fuerza. El perfume de Taehyung lo rodeaba y tranquilizaba. Sintió suaves caricias entre su cabello. Sonrió inconscientemente.

—Te diviertes con mi cabello —murmuró ronco, mientras abría los ojos.

—Sí, es hermoso —contestó Taehyung, igual de ronco—, como todo de ti. Pareces un ángel cuando duermes.

—Ya te dije, soy un ángel caído del cielo.

Taehyung rio con ganas.

—Sí, uno que echaron por convertirse en un diablito.

—¡Hey! —exclamó Hoseok golpeando levemente su hombro—. No te metas con este diablillo —Taehyung rio.

Nada hacía más feliz a Hoseok que la risa de Taehyung. Era como música para sus oídos las carcajadas graves del menor.

—Será mejor que me vaya a bañar. Dentro de unos minutos tenemos que ir a desayunar y a entrenar —indicó sin dejar espacio a réplicas—. Vengo en treinta minutos, ni uno más, ni uno menos —advirtió, a lo que Hoseok solo asintió.

Entonces Taehyung junto a sus labios en un fugaz beso, para luego deshacer el abrazo. Se levantó y se fue.

Hoseok suspiró aún acostado en su cama. Se sentía estúpido, pero bien a la vez. La manera en la que se estaba comportando con Tae lo asustaba, era raro, pero tampoco quería hacer algo en contra. Quería hacer todo lo que Taehyung le decía sin refutar. En sus cortos diecisiete años de vida, no se había sentido así, solo con Taehyung. Pero sus miedos no se van.

Sus malditos miedos que no sabía que tenía hasta ese momento de su vida. Miedo a perder al menor. Miedo de sí mismo, de lo que sentía. Miedo a ser lastimado otra vez.

Creyó una vez él y lo dejó con el corazón roto, y ya, no podía hacer más por el pasado, ya lo había aceptado. Luego creyó en Taemi y sus términos no fueron los mejores... Y ahora tenía "algo" con Taehyung, que ni sabía cómo llamarlo, porque el menor aún tiene novio.

Por mucho que le pese a Hoseok, Jimin sigue siendo su novio, aunque él le diga que entre ellos solo hay amistad. ¿Y si está mintiendo? ¿Y si todo lo que le dice Taehyung son mentiras?

Hoseok estaba aterrado de amarlo otra vez y sufrir por la misma causa. Pues tiene todas las de perder. Taehyung tiene novio. ¿Cómo podría verificaba que no le mentía?

«Creo que es mejor que me detenga ahora, ahora antes de que él vuelva a entrar a mi corazón.»

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Luego de bañarse, vestirse, hacer su rutina de skincare y medio peinarse. Tomó su varita listo para salir de su habitación. Dejó salir un suspiro y abrió la puerta, justo Taehyung estaba caminando hacia su puerta.

—Wow, puntual y guapo —dijo el menor con un brillo en sus ojos.

Hoseok no reaccionó.

—Tenemos que ir a desayunar con los demás, Kim.

—¿Ok? —afirmó Taehyung como pregunta, confundido.

El mayor comenzó a caminar, dejándolo atrás. Taehyung apuró el paso para alcanzarlo y andar a la par. El menor extendió su mano para tomar la de Hoseok, pero este la corrió al apenas sentir el roce de sus dedos.

Taehyung se detuvo y sujetó la muñeca de Hoseok con suavidad.

—¿Sucede algo? —preguntó Taehyung buscando la mirada de Hoseok.

—No —dijo serio, conectando sus ojos con los de Taehyung—, todo está igual que siempre —completo sin mostrar ningún sentimiento.

—¿Hice algo mal? —dijo con una mueca triste notándose en su cara. Le dolía—. Porque no entiendo como hace tan solo una hora estabas lo más feliz y ahora estás frío y cortante conmigo. ¿Qué hice?

—Yo solo... —Hoseok suspiró—. ¿Sabes? Olvidémonos de todo, ¿sí? De lo de anoche, y lo de hoy en la mañana. De todo —dijo saliéndose del agarre del menor, que se había debilitado con esas palabras—. Seamos como antes, fríos, distantes y cortantes —dijo desviando la mirada. Ya no podía seguir viendo la cara triste de Taehyung. No podía seguir viéndolo a los ojos.

Hoseok suspiró e intentó reanudar su camino, aunque no tenía ganas de desayunar.

—No —lo volvió a agarrar. No lo iba a dejar escapar tan fácil—. ¿Qué sucede? ¿Por qué este cambio tan repentino?

—Ya te dije. Lo de anoche fue un error. Nada más ni nada menos.

—No, Hoseok. Lo de anoche fue lo más hermoso que me pasó en la vida, jamás sentí eso por nadie, estuvimos a punto de entregarnos —dijo acercándose al mayor—. ¿Y ahora me dices que lo olvide? No, no y no, yo me niego a olvidarlo —dijo alzando un poco la voz, con su tono de voz cada vez más grave—. Te juro que intento, intento entenderte, pero no puedo. Un día dices sí, al otro dices no, y luego es un tal vez —se quejó—. ¡Decídete! —gritó en la cara de Hoseok.

—¡Ya te dije! —gritó Hoseok, cansado de tener que repetirlo—. Terminemos con esto antes de que empiece. Yo no quiero volver a repetir nada. Quiero olvidar lo que pasó anoche, es fácil —dijo sin expresión alguna.

Taehyung no lo entendía. ¿Por qué ahora lo trataba tan frío y cortante? Como ese maldito chico sin sentimientos que era cuando recién llegó.

Así se estaba comportando, pero Taehyung podía ver en los ojos de Hoseok ternura y miedo. Sus ojos eran tristes, pero brillaban cuando conectaban miradas por milisegundos. Hoseok evitaba verlo a los ojos, pero Taehyung podía ver a través de ellos, aunque fuera por un instante.

Sus palabras eran crueles. Eran como punzadas en el corazón del menor. Él daba todo por Hoseok y él solo lo trataba como un pasatiempo. Ya estaba cansado de ese tira y afloja por más enamorado que estuviera de Hoseok. Si el mayor no daba de su parte, ya Taehyung no iba a hacer nada más. No podía cambiar en que se había convertido Hoseok él solo.

—¿Sabes qué? Te tengo una mala noticia —soltó el agarre que tenía sobre el brazo del mayor—. Ya no te buscaré —dijo con voz grave y serio—. Me cansé, me cansé de tratar de cruzar esa barrera que te rodea, esa que tú mismo armaste —se alejó dando dos pasos hacia atrás, pasando sus manos por su cabello, desarreglándolo—. ¡Me cansé! ¡Me rindo! ¿Y sabes que es lo que más bronca me da? —miró a Hoseok, esperando una respuesta realmente, pero este solo se mantuvo en silencio, mirando a otro lado—. Ok, no digas nada, pero si fuera Taemi quien te buscara si cederías, pero como soy yo, el idiota de Taehyung, no lo haces... Ok, lo acepto. Acepto que no me ames —vio Hoseok agachó la cabeza—, pero que una cosa te quede clara —carraspeó—. No voy a olvidar nada. Nada. —remarcó cada palabra—. Tú sí quieres olvida, pero yo prefiero quedarme con ese recuerdo tuyo, dulce, tierno, bueno y cálido... No con este personaje que armaste, este Hoseok frío y sin sentimientos, este no es el chico del que yo me enamore, no lo es.

Luego de decir todo lo que tenía guardado, se dio la vuelta y se fue. Estaba enojado, impotente. Quería estar con él por sobre todas las cosas, pero, al parecer, Hoseok no quería lo mismo. Solo veía lo egoísta y narcisista que era Hoseok.

Porque a Taehyung le dolía no estar con la persona que amaba, pero más le dolía que esa persona no luchará por él en ningún momento para que estuvieran juntos. Y, tristemente, ese era su caso.

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