—¿Y tu promesa? —contestó Taehyung, rozando sus labios con cada palabra, apretándolo más a él.

—Mi mamá no se enterará, y si me llego a casar, nadie se va a dar cuenta.

Hoseok rio suave seguido de sus palabras y Taehyung lo acompaño con las risas al instante. En ese momento se sentían livianos, felices.

Taehyung lo dejó caer tiernamente en el sillón. Sus respiraciones estaban agitadas. El menor se quitó su camisa y luego se colocó sobre el mayor, comenzando a besar su cuello.

—¿Y tu anillo? —preguntó Hoseok entre suspiros mientras abría las piernas para que Taehyung se acomodara y se acercara más a él.

—Mi mamá nunca se enterará, y aquella persona con la que me case tampoco se dará cuenta —dijo sin alejarse de su cuello, sonriendo grandemente cuando el cuerpo de Hoseok tembló bajo suyo.

Sentir esa sonrisa en su cuello solo logró que Hoseok suspirará con los ojos cerrados.

—No se dará cuenta de que fuiste mío primero —murmuró enredado los dedos en el cabello ajeno.

Accidentalmente, Hoseok rozó con su rodilla la entrepierna ajena. Y fue una maravilla escuchar a Taehyung emir su nombre.

—Siempre tuyo —dijo entre jadeos, levantándose un poco para poder quitarle la camisa a Hoseok.

Taehyung colocó sus manos en la espalda ajena, alzando al chico un poco, quien se arqueó por el tacto cariñoso y caliente del menor, tomo el borde de su camisa y la saco lentamente, como si sus erecciones no estuvieran comenzando a doler de la expectativa. Cuando termino de sacar la camisa, aprovechando que el mayor seguía arqueado, besó sus clavículas húmedamente mientras seguía acariciándolo.

Las piernas de Hoseok automáticamente se enredaron en la cintura del menor, buscando más contacto.

Taehyung bajó sus manos hasta el borde el pantalón del mayor, desprendiendo lentamente los botones y el cierre para después quitarlos, acariciando las piernas en el proceso, mientras las miraba con hambre, ignorando, o eso parecía, el enorme bulto en el bóxer el mayor.

Una vez el pantalón de Hoseok estuvo en el suelo, sintió que era su turno de hacer lo mismo. Se sentó y con manos temblorosas desabrocho los pantalones ajenos para después bajarlos. Taehyung le sonrió mientras se mordía el labio para seguidamente bajar la vista a sus manos.

Hoseok se volvió acostar una vez su tarea estuvo completa y Taehyung sobre él. Entre ambos gimieron al sentir sus miembros rozarse por la tela delgada de la ropa interior de ambos.

Sus gemidos fueron callados entre ellos, cuando sus bocas se encontraron a medio camino para el beso más desordenado que iban a darse en sus vidas. Sus cuerpos pedía por más.

Taehyung llevó ágilmente una mano al bulto de Hoseok y lo acarició sobre la prenda. El mayor gimió fuerte y alto en la boca del menor. Atraído por ese sonido, Taehyung metió su mano dentro de la ropa interior del mayor, tocando con seguridad.

Hoseok gimió más fuerte, al borde el llanto, por lo bien que se sentía.

—Más. ¡Más!

Taehyung hizo lo pedido, atrapando toda la extensión mientras bajaba y subía más rápido, mientras dejaba libre el miembro del mayor para mayor comodidad.

Hoseok nunca había sentido tanto placer en su vida. Se retorció cuando una presión se hizo presente en su vientre bajo.

Pero Hoseok no quería ser el único qué satisfecho. También quería escuchar gemir a Taehyung. Con eso en mente, atrajo al menor del mentón, besándolo duro, con su otra mano acarició todo el torso del menor hasta llegar al borde de su bóxer. Sobó levemente sobre el duro, y grande, pene ajeno, y Taehyung gimió alto entre el beso el nombre de Hoseok.

En ese momento el mayor pensó que no había mejor sonido que Taehyung pidiéndole más.

Cada vez sus movimientos era más rápidos, imposibilitando que Taehyung pudiera seguir correspondiendo el beso, solo podía gemir como un loco.

Subió un poco su mano y tomó entre sus dedos el borde del bóxer, para luego meter su mano y masturbarlo sin tela de por medio.

—¡Ah, Hoseok! —gritó mientras enterraba su cara en el cuello del mayor, aferrándose con fuerza al cojín del sillón junto a la cabeza del aludido.

Sin embargo, Hoseok paro en seco en contra de sus propios deseos y los pedidos ahogados del menor.

Algo dentro del mayor se estrujó. Un dolor insoportable en el pecho le hizo botar el aire de un suspiro ahogado. Sintió que agarraron el corazón y lo apretaron con una fuerza sobre humana.

Algo malo sucedía, o sucedería, o estaba sucediendo en el peor de los casos.

En su trance, aún sentía a Taehyung con la respiración agitada y su rostro oculto en su cuello todavía.

—¿Hoseok? ¿Qué pasa, mi amor? —dijo entrecortado, sacando despacio su cabeza del hueco donde estaba.

Por instinto, Hoseok subió sus manos hasta la nuca del menos y lo empujo con fuerza, escondiéndolo nuevamente en su cuello, mientras él mismo se hundía lo más que podía en el sillón, cerrando sus ojos con fuerza en el proceso.

El ruido ensordecedor de un cristal rompiéndose en miles llenó la habitación de entretenimiento.

Hoseok abrió los ojos, por voluntad propia, solo para ver algo pasar sobre ellos con gran velocidad, atravesando la habitación.

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