CHAPTER 3
La sala de música siempre era un buen lugar para pensar y desconectar, no sé tocar ningún instrumento que no sea la guitarra o el bajo, pero siempre aprovecho para escribir en mi pequeña libretita llena de pegatinas y purpurina todos los pensamientos y sentimientos que aparecen.
Reiji definitivamente me estaba dejando. Había dejado de quererme, no, peor, nunca me había querido. Solo quería ser superior a sus hermanos y me estaba cansando.
Las lágrimas resbalaron por mis mejillas y cerré los puños con furia, los alcé al aire y pegué con fuerza el piano que tenía delante creando un gran estruendo. No me importaba hacer más ruido del necesario.
-No deberías llorar por ese imbécil- dijo una voz grave a mi lado.
Me sobresalté escuchando la voz de Shu y me limpié las lágrimas de la cara.
-Estoy bien- sentencié, pero él se sentó a mi lado en el piano.
-Deberías estar con alguien que te aprecie más que él, que te quiera y se preocupe más- Shu puso su mano izquierda en mi hombro y su mano derecha detrás de mi nuca, en un movimiento me aplastó contra su pecho- Abrázame- ordenó.
Y lo hice, rodeé su cintura como si él fuera lo único de este mundo que me pudiera hacer sentir bien o querida.
-Él me prometió que estaríamos juntos-pensé en el anillo dorado que decoraba mi dedo anular.
-Déjale.- contestó seco.
-No puedo hacer eso.
-Si lo haces, luego se arrepentirá, y cuando te vea, inclinará la cabeza- Shu tanteó mi brazo bajando por el hombro y bajó un poco la camisa, se acercó a mi cuello y lo besó. Noté un escalofrío recorrer mi espina dorsal y lo ignoré.
-¿Volverá a mí?- pregunté.
-Tus espinas se clavarán tan profundo de su corazón que volverá arrastrándose- Shu sonrió contra mi cuello.
-Pero tu ya serás de alguien más- susurró.
-¿Qué?- lo vi llegar tarde, Shu hizo presión contra mis cervicales y me arrancó los botones de la camisa, como si fuera tan ligera como una pluma me levantó y me sentó de nuevo con mi espalda contra el piano. Este volvió a emitir sonido cuando choqué contra las piezas.
Lancé puñetazos al aire hasta que oí a Shu gruñir, su mano se puso debajo de mi mandíbula y me levantó para que le mirara, apretaba demasiado fuerte.
-Estate quieta- ordenó con voz tosca, con el propio lazo de mi uniforme trató de atarme las manos, se levantó del asiento dejándome a mí sentada y se levantó para mirarme de frente.
Sus ojos estaban llenos de lujuria y sus colmillos asomaban sedientos. Me abrió las piernas, coló una rodilla y entré en pánico, con las muñecas juntas traté de moverle, pero él me las cogió y volvió a empujarme contra el piano. Este volvió a sonar fuerte y noté con más fuerza las teclas clavarse en mi carne.
La mano que tenía libre acarició desde mi cuello hasta la cintura de la falda, paniqueé.
-Shu, suéltame, Reiji es tu hermano- me moví.
-¿Y?- contestó él bajando hasta mi pierna- Reiji me ha quitado muchas cosas en la vida, ahora, puedo quitarle lo que desea, puedo hacerte mía, marcarte, y ganarle. A él no le importará si te tomo aquí y ahora.
Mi corazón comenzó a bombear nervioso y la mente se me nubló al igual que mis ojos, la pierna de Shu contra mi intimidad me ponía incómoda, igual que estar expuesta a él.
-A Reiji si le importo- él rio y coló su mano por mi espalda para desabrochar mi sujetador.
-¿Enserio?- Me arrancó las tiras y se relamió los labios. Ahora me ardían los hombros.
-Si, a su manera, pero le importo- acercó su boca peligrosamente a uno de mis pechos y el terror me invadió al verle sacar los colmillos, esa marca no se iría.
-Mentira- dijo- prefieres estar con alguien que te haga caso, que se fije en ti y no te eche de su habitación cada dos por tres- me mordió y grité soltando unas cuantas lágrimas, moví con insistencia mis piernas y traté de moverme yo. Cuando Shu desencajó sus colmillos siguió hablando - piensa- se acercó a mi oído- No eres tu, es él.
El vampiro me besó y saboreé mi propia sangre, besó también mi mandíbula, y mientras me besaba el cuello comenzó a desabrocharse el cinturón.
-No lo hagas, lloré.
-Te marcaré como mía- y antes de poder siquiera bajarse los pantalones o acercarse más a mi cuello, alguien apareció en la puerta de la sala de música.
-Apártate de mi esposa, por favor- hizo énfasis en la palabra "esposa".
-Reiji- murmuré soltándome a llorar.
Shu me soltó con ira y yo decidí no tener fuerzas para levantarme.
-¿Tú esposa?- cerré los ojos y seguí llorando a pesar de saber que estaba semidesnuda y sangrando.
-Mi esposa- escupió, sentí como alguien trataba de tocarme, por lo que me estremecí hasta que escuché a Reiji- Soy yo- me tapó con su chaqueta y me dejé cargar.
Allí en la puerta vi a una chica más baja que yo que me miraba con un poco de odio. La novia de Shu
Reiji me llevó a la mansión, no dijo nada por el camino, y yo simplemente me abracé a mi misma.
-Lo siento- dije cuando el coche se paró.
-No es tu culpa, es culpa de ese bueno para nada- escupió enfadado, entonces volví a llorar- No llores más Sunmi- acarició mi mejilla - Él solo quiere quitarte de mis brazos- Reiji pasó un brazo por mi cintura y su otra mano acabó en mi nuca.- déjame marcarte- no dije nada.
Sentí como los colmillos de Reiji, tal como agujas atravesaron la piel de mi cuello y comenzó a succionar la sangre que salía.
-Eres mía, y solo yo puedo marcarte- dijo para enseguida morder mi clavícula- no voy a dejar- y mordió en mi hombro- que el bueno para nada- mordió el otro lado de mi cuello y rompió más los botones de mi camisa- Quiera - mordió mi otra clavícula- marcarte- mordió mi pecho- como suya- mordió mi hombro.
-Reiji, para- dije-comenzaba a doler demasiado.
-No hasta que tengas tantas cicatrices que la de Shu desaparezca.
Sádico.
¡Enhorabuena! ¡Acabas de desbloquear un nuevo personaje!
Lee Ji-Eun (IU) is Song DaHyun
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