II
Desde ahora iniciaba la supervivencia.
Una semana completa les costó llegar a otro Reino, el cual fué el Reino
Oso Polar, al extremo sur.
Pasaban por los distintos pueblos, Minho cojeaba y caminaba lento por el frío y dolor, su capa algo manchada de sangre por sus heridas, llamaba demasiado la atención, Jungwon no sabía que hacer para ayudar a Minho.
-vengan.-un hombre, parecido a un guardia real los llamó y los hizo entrar a un hostal, estando ahí, los hizo subir al segundo piso y entrar a un cuarto, en donde estaba un chico de al menos 14 años.
-ha sido un largo viaje ¿no? Por favor quitense esas sucias capas, sé quienes son. -dijo el chico, un Omega con una sonrisa amable- soy Seo Felix, Hijo menor de la Manada de Tigres.
-cuanto has crecido muchacho. -comentó Jungwon, quitándose la capa y cuando iba a ayudar a Minho a quitarse la suya, este se tambaleó hasta desmayarse-
-Dioses santos, ¡trae un jarro con agua tibia y paños limpios! -le dijo Felix al guardia y éste rapidamente se fué - usaré mis hierbas medicinales, por favor Lord Lee, deje al joven Príncipe en la cama.
Jungwon asintió tomando en brazos a Minho, quitándole la capa y la camisa llena de sangre y tierra para recostarlo en la cama. Felix gritó horrorizado al ver el cuerpo del rubio.
-¡¿cómo carajos este chico sigue con vida?!, esto es una mierda.-Jungwon lo miró sorprendido, no era común ver y escuchar a un noble hablar con groserías- me gustaría que usted también descanse, vaya a tomarse un baño y duerma, yo cuidaré del niño.
-pero.....Príncipe Seo, no puedo dejar a Minho, yo....-Felix le interrumpió-
-no pasará nada, estoy del lado de usted Lord Lee.-Jungwon asintió- puede estar tranquilo.
Jungwon sintió una sensación extraña en su Alfa, la rara confianza que le daba el joven tigre lo hizo suspirar y retirarse del pequeño cuarto, en silencio.
El guardia llegó justo al instante en el que Felix preparaba las hierba medicinales, dejó el jarro y los paños, llendose rápidamente, Felix vió al pequeño rubio, sus heridas abiertas, la sangre seca y la tierra en su cuerpo, sintió su dolor, su tristeza heló su interior.
Felix era un brujo. Tenía poderes desde niño, eso causaba que no pudiera transformarse en tigre.
Puso su mano en el pecho del rubio y casi se muere del susto cuando su muñeca es fuertemente sujetada por Minho, los ojos verdes felinos por un momento desconcertó al pelirojo.
-n-no me toques.... -dijo soltando su muñeca lentamente- lo siento.
-no te preocupes. Debe de ser difícil vivir todo esto ¿no? -comentó Felix mojando uno de los paños para luego dirigirlo al pecho de Minho - ¿puedo?
-no deberías estar aquí. Eres un tigre, eres aliado de Leones, deberías de entregar nuestras cabezas.
¿Felix cómo le explicaba que los Dioses le mandaron una señal de luz diciéndole que se encontrara con él?
Los Dioses le dijeron que Minho era especial. No sabía ni el porqué.
-quiero ayudarte, Joven Príncipe.
-soy un bastardo Felix.
-para mí tú eres un Príncipe.-acarició sus cabellos rubios. Finalmente Minho dejó que Felix lo limpiara y lo cuidara- los llevaré al Reino Tigre, tendrán una cabaña en donde vivir y comida, trataré de impedir vayan por ustedes.
-¿a cambio de qué?
-únete a la legión de Changbin. Mi hermano mayor, es Capitán del ejercito del Reino.
-¿no crees que ahí tendrán más razones para matarme? -Felix posó su palma en la frente de Minho-
Nadie lo reconocerá, hasta que cumpla los 18 años.
Y así fué, como una luz hizo cerrar los ojos de Minho, sus ojos y su cabello habían cambiado.
Los dioses divinos tenían una misión con él.
Sus ojos verdes, ahora eran de un color ambar hermoso y sus cabellos rubios brillantes tal como los rayos del sol, ahora eran castaños, pero en su frente, caía un mechón rubio, dejando un toque de lo que fué anteriormente el Rubio.
-ten.- Felix se levantó y encontró un espejo entre sus cosas, para entregárselo a Minho, éste abrió la boca sin saber que decir- serás el Guerrero más fuerte de la legión del Frente, ejército de Tigres.
-lo prometo. Gracias Felix.
Espero los Dioses no se equivoquen.
Jungwon ayudó a Minho a bajar de la carroza, estaban frente al Castillo Tigre, varios guardias vinieron a recibirlos,al igual que Changbin.
El hermano mayor de Felix también era pelirojo, pero era unos tonos más oscuro y opaco.
-te tardaste más de lo debido Felix en cruzar los Reinos, el funeral de la Reina fué hace 3 días.-dijo Changbin mirando a su hermano, este sonrió levemente-
-que los Dioses la acompañen hermano, yo le hice un altar y su debido respeto -Changbin asintió y miró al par de Leones- lamento llegar tarde, pero tuve que ayudarlos, era necesario.
-ustedes....¿Quiénes son?
-Choi Junseong, su hijo, MinHyuk.-respondió Felix- los ayudé a cambio de que el muchacho se una a tu legión. Su aldea fué destruida por salvajes en el Reino.
-¿eres Alfa? -el pelirojo de parte del ejército se acercó al ahora castaño, quien asintió sin inmutarse por su actitud intimidante- si eres fuerte, estarás en mi legión como mi mano derecha, se ve que tienes potencial, pero si no, serás asignado a otra legión. Mientras usted, Lord Choi. Se le asignará un trabajo en el Castillo, como sirviente o cualquier otro.
-sería un honor para nosotros que nos ayude. -dijo Minho antes de que Jungwon dijera algo, ya que estaba notablemente indignado.-
-¿será posible que los lleve a la cabaña que les daré? -dijo Felix y Changbin asintió, llendo junto con los soldados que llevaban las cosas de Felix-
Felix y los dos leones fueron nuevamente a la carroza, un par de minutos después, luego de atravesar el pueblo y un gran y hermoso campo, llegaron a una solitaria cabaña a orillas de un cerro.
-aquí vivirán. Nadie los molestará y el camino hacia el pueblo no es muy largo.-dijo mientras les mostraba el lugar, a opinión de Jungwon, era algo muy vulgarmente pequeño, sucio y pobre. Mientras que Minho, estaba agradecido de tener un techo en el cual mantenerse a salvo- mañana en la mañana, habrán dos caballos, tendrán que ir al Castillo, se les asignarán sus labores, tanto como en el castillo, como en la legión.
-muchas gracias.
-no es nada.
Felix se fué, dejando dos caballos, Jungwon miraba el lugar con una mueca mientras Minho encontró un pañuelo, para comenzar a limpiar los muebles de madera del comedor.
-me es increíble que estés feliz en esta situación, Sobrino.-comenta Jungwon-
-no estoy feliz, estoy adolorido, triste, pero agradecido con Felix, aunque esto sea poca cosa, nos mantendrá vivos y a salvo.
-supongo..... -suspiró para luego arrebatarle el pañuelo- siéntate en aquella silla, no debes esforzarte.
Minho sonrió, sabía que Jungwon era la mejor persona a la cual siempre ha estado en todo momento para acompañarlo y cuidarlo.
Extrañaba a sus hermanos. A su padre. También extrañaría a su madre si la hubiera conocido, pero eso nunca pasó.
Minho no quería luchar. No quería ver más sangre. No quería muertes. Solo quería paz junto a los que más ama. Pero sabía que tenía una misión.
Debía regresar al Reino León.
Porque Doyun estaba detrás de eso y tarde o temprano se tomaría los Siete Reinos y eso lo podía impedir de solo una manera.
Tomando lo que es suyo. Sea o no un bastardo.
La Corona era suya.
Changbin sonreía divertido. Aquel niño bonito llegado de los Leones era muy ágil y tenía una habilidad con la espada digna de Realeza, había esquivado todos los posibles ataques de su mejor hombre para luego darle con el pomo de su espada en la nuca y dejarlo caer al suelo.
Miró parte de los de la legión que miraban aquel entrenamiento, varios miraban entretenidos y orgullosos del más joven de la legión, al pequeño de ahora 11 años. Todos ellos lo incluyeron como un pequeño hermano y lo vieron mejorar notablemente.
-MinHyuk. -Minho volteó y asintió- serás nombrado mi mano derecha.
-no creo esté preparado Milord. Solo ha pasado un año
-No te estoy preguntando niño.-rió Changbin palmeando su hombro- bienvenido a la legión.
Jungwon, quien acompañaba a Felix, ya que este en vez de ponerlo como sirviente en el Castillo, lo hizo su hombre de compañía. Por lo que, iba con Felix a todas partes y ahora estaban visitando el fuerte de entrenamiento.
-¡Junseong! Que gusto verlo hoy, su hijo fué asignado finalmente a la legión, ha mejorado impresionantemente. -Jungwon hizo una mueca al ver a Changbin abrazar cariñosamente a Minho, quien reía levemente-
-felicidades mi Príncipe. -murmuró con cariño, cuando el niño estuvo frente a él, Minho sonrió orgulloso-
-¿tienes noticias Felix?
-al parecer, el Reino Reptil de la Costa Noreste entró en conclicto nuevamente con el Reino Pesquero de la Costa Sureste.
-Deberían llegar a un acuerdo de comercio marítimo, uno en donde sea 50/50 y puedan mantenerse en paz, sin tener que pelearse fronteras o mar. -comenta Minho, Jungwon golpeó su frente, Felix y Changbin miraron a Minho-
-¿cómo sabes de esa disputa? -pregunta Changbin- solo mayores de 15 años están al tanto de eso, todos son de familias Reales.
-mi padre me hablaba muy seguido de su trabajo. -dice Minho y Changbin miró a Jungwon-
-¿¿usted trabajaba en un Castillo, Lord Choi?? -Felix se puso algo nervioso, mirando a Jungwon, quien asintió tragando su orgullo y honor de ser parte de la Familia Real de Leones-
-así es, críe y acompañé a los princípes de Leones, ellos tenían clases y conversaciones sobre acuerdos entre Reinos, terminé por aprendermelos. -se excusó, convenciendo a Changbin, quien dejó el tema al ver a Minho alejarse, viendo como luchaban otros Alfas de la legión-
Minho tenía un enorme potencial, pero algo que notó Changbin desde el inicio era que Minho no le gustaba cortar o lastimar a la gente.
Eso le causaba un serio problema a Changbin.
Ser parte del ejercito más fuerte de los Siete Reinos, de los más salvajes y sangrientos, en una guerra, si Minho no quería lastimar a otro, moriría.
Aún le faltaba mucho por aprender.
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