La navidad llegó, las casas están adornadas con sus mejores luces, decoraciones de santa, nieve falsa, renos y más cosas.

Las cenas estaban listas, el pavo de navidad, los postres, las bebidas y lo más importante.

La compañía familiar.

── ¡Te dije que dejaras el vino en la mesa! ──

── ¡Vos sos un pelotudo si pensas que lo déjare en la misa, alguno de estos boludos lo va a tomar y se lo tomara solo! ──

Y como siempre, la navidad no es navidad si no existe una pelea familiar.

En una gran casa con decoración hermosa, y una gran familia, resaltaban dos chicos.

── Conter ya te pedí perdón ──

Hablo el chico con lentes, el cual solo dio un suspiro mientras miraba a su amigo.

── Boludo si te vas a enojar porque no decore la mesa- ──

── ¡Era a la cocina! ──

Una fuerte discusión empezó, y a lo lejos los amigos de ambos chicos solo miraban con atención, incluso haciendo una apuesta de quién ganaría.

Cuando los gritos pararon, finalmente todos se pusieron manos a la obra con la cena, unos de encargaban de la comida especial, otros de los postres, otros de las bebidas.

Existieron risas, gritos, llantos, pero sobre todo, amor familiar, lo poco que tenían.

Cena servidas, velas prendidas, todos sentados alrededor de la mesa, charlando, cantando, riendo, jugando.

Conter dio un suspiro de cansancio, para el era difícil los días festivos con una familia tan problemática.

Sintiendo como su mano fue entrelazada con otra y conociendo el calor corporal de la persona, decidió relajarse, miro a Spreen con una sonrisa y le agradeció.

── Para la próxima no me hagas gritarte tanto, no me gusta hacerlo ──

── Hey, pero gritarnos entre nosotros es lo mejor boludo ──

Ambos se echaron a reír y miraron el ambiente hogareño.

── Feliz navidad Conter, espero pasar más navidades así ──

── Yo también lo espero... Feliz navidad, oso idiota ──

Extra