En una "noche especial", a Son Chaeyoung le aguardaba el peor de los tormentos.

Sus padres literalmente la obligaron a contraer matrimonio con uno de los hijos de Jung HoSeok, quien se mostró encantado de tener a una niña tan bonita como nuera. Por ello es que, ahora se encontraba sentada junto a Jung TaeHyun, el cual tampoco mostraba ánimo alguno de estar allí.

Ambos jóvenes no tenían intenciones de casarse a sus veintiún años de edad, aún tenían sueños que cumplir y estudios que finalizar. Estar ahí, fingiendo empatía con sus mayores, sólo era un completo martirio que deseaban terminar lo antes posible.

—Estoy feliz de que, pronto seamos familia.

Chaeyoung inevitablemente rodó los ojos ante el comportamiento de su madre. Ella más que nadie conocía el interés de la mujer y su padre, no es que se esforzara mucho en ocultarlo. Eran unos completos hipócritas.

—Si me disculpan, iré al baño.—mencionó al levantarse e ir directo a este.

En realidad, no fue hacía los baños sino a la salida dónde claramente la vieron irse corriendo.

Mostrándoles el dedo del medio, salió de aquel restaurante. Sonreía ampliamente con verle la cara de indignación a sus padres y de ofensa a los Jung.

Sacándose los tacones, corrió lo más rápido que pudo y subió a un taxi, siendo perseguida por su padre y su madre.

—No importa si tocan bocina, usted acelere buen hombre.—pide aún sonriente.

Era adrenalina pura lo que corría por sus venas, hasta llegó a reírse de aquella ridícula persecución.

El chófer sólo conducía sin temor a que, una patrulla los detuviera por exceder la velocidad permitida. Al parecer entendió lo que esa chica buscaba.

—Tenga, esta propina se la ganó. Gracias.

Bajandose, se dirigió dentro del edificio. Allí el portero la recibió, Chaeyoung subió por las escaleras lo antes posible, sus padres venían detrás con algo de dificultad.

Chaeyoung logró llegar a su piso con mucho esfuerzo, sus pulmones estaban casi al borde de quedarse sin oxígeno y su boca estaba seca.

Descansó apenas unos segundos, decidida a esconderse en su propio departamento, terminó por chocarse contra un muro o más bien, un chico más alto que ella y de apariencia encantadora. Aspecto sereno y algo cansador.

—Lo siento, no te ví...

La azabache en ese momento no tuvo tiempo suficiente para aceptarlas, pues, sus padres estaban allí, a punto de ir tras ella y llevársela de nuevo.

Una idea loca cruzó por su cabeza al ponerse de puntillas, sujetar el rostro del chico con firmeza y estampar sus labios a los de él.

MinHo quedó perplejo, sin saber cómo reaccionar ante la acción realizada por su vecina de piso.

—Tú serás mi salvación.—murmuró finalizado el beso.

—Uh, ¿qué?.

—Son Chaeyoung, exijo en este mismo momento una explicación. ¿Quién es este muchacho al que besaste?.—interrogó su madre con suma molestia.

Guiñando un ojo, Chaeyoung se abrazó al brazo de MinHo. Esbozando una sonrisa, miró a sus padres.

—No me dieron tiempo de presentarlo antes, no quería que lo conocieran en estas circunstancias pero ya que, él es Lee MinHo, mi novio—responde—. Amor, te presento a tus suegros.

Espera, ¿qué dijo?.

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Sentado frente a los padres de su "supuesta novia", MinHo pensaba en las palabras que diría para zafarse de aquel gran problemon en el que fue involucrado.

—¡¿En qué instante, eh?! Explicanos Son Chaeyoung.

—Ay madre, no hay porqué alterarse. Sólo sucedió y ya, somos vecinos de piso. Era obvio que iba a surgir amor entre nosotros, ¿verdad tesoro?.

MinHo recapitulo rápidamente sus palabras, esbozando una sonrisa fingida, asiente.

—La verdad es que, su hija me cautivó con su hermosura y carisma. Lamento si se enteraron así, Chaeyoung quería esperar un poco más y-

—¿Cuánto llevan saliendo?.

Tanto MinHo como Chaeyoung se miraron.

—Seis meses.—respondieron al unísono, como si sus mentes hubieran conectado en ese segundo.

—¿Eres de por aquí, MinHo?.

—Sí, mis padres residen en Busan actualmente y yo decidí quedarme aquí en Seúl.

—¿Ellos conocen a Chaeyoung?—asintió, ni siquiera sabían de su existencia pero si estaban conscientes de que le gustaba a su hijo—. Están encantados con ella.

—Ya veo, ¿estudias o trabajas?.

Chaeyoung sintió deseos de echarlos, eran peores que los detectives de la ley y el orden con sus preguntas.

—Ambas, señor Son—contestó—. Recibo una cuota mensual de mis padres, ellos me ayudan a mantener el pago del departamento. Estudio derecho generalista y trabajo a medio tiempo en la empresa de mis tíos.—explicó.

—Verás MinHo, nosotros originalmente teníamos planeado casar a nuestra bebé con el hijo menor de la familia Jung—espetó la mujer mayor—. Inclusive venimos de una cena con ellos, si hubiésemos sabido antes de su relación, no nos estaríamos oponiendo a ella. Queremos lo mejor para Chaeyoung y-

—Lo mejor para mí es MinHo, madre—intervino esta vez la menor—. Él me hace feliz, somos felices y no voy a permitir que se interpongan en lo que tenemos. Espero sepan entenderlo y se olviden de ese absurdo matrimonio arreglado.

—Bien, no pensamos interferir, sin embargo, para fin de mes espero conocer a la familia de tu novio—acató el mayor—. Si es cierto que están juntos, deberán demostrarnos que no se trata de ninguna farsa. O de lo contrario, olvídate de tu libertad de elegir. ¿Oíste?.

Con ello, los señores Son se retiraron siendo escoltados por MinHo.

Una vez solos, Chaeyoung bufó sonoramente. Oculta su rostro con uno de los almohades del sillón y suelta varios insultos en contra de sus padres.

MinHo por su parte, no dijo una sola palabra hasta que ella terminara de desahogarse por completo. Sólo escuchaba incoherencias que apenas entendía.

—... ¡LOS ODIO!.—chilló ofuscada en su miseria de tener progenitores tan extrictos y chapados a la antigua.

—¿Terminaste de maldecir?—MinHo preguntó viendo la hora en su celular—. Es tarde, ¿sabes? Tengo que levantarme temprano. Asi que, si no es molestia, te pido te retires.

Chaeyoung jadeó lanzándose al sillón cual niña berrichuda. Lloriqueó allí un par de minutos hasta que, sintió la presencia de su vecino frente suyo.

—Traje sábanas, una frazada y dos almohadas. Si deseas quedarte, hazlo y sino, ahí tienes la salida. Me voy a dormir, buenas noches, tesoro.

No teniendo tiempo siquiera de responderle, oyó la puerta de aquella habitación cerrarse con seguro.

Entonces parpadeó, cayendo nuevamente en la realidad.

¡¿QUÉ DEMONIOS HABÍA HECHO?!.

Sin siquiera considerarlo, terminó por meter a su vecino de años en un problema enorme. Se sentía estúpidamente culpable, no debió ser tan impulsiva.

¿Ahora cómo miraría a MinHo a la cara? ¿Él seguiría ayudándole?.

Mirando los objetos proporcionados por él, se acomodó en el sillón y se permitió meditar unos momentos.

No quería casarse con Jung TaeHyun pero tampoco quería arrastrar más allá a MinHo.

—¿Y si tiene novia?.

De seguro no dudaría en agarrarla a golpes por intentar quitarle a su pareja. Otro reemplazo no podía conseguir, pues, sus padres sospecharían.

Pensar en soluciones definitivamente no la dejaron dormir. Sólo cuando vió a MinHo abrir la puerta fue que se levantó.

—Escucha, sé que te metí en problemas y realmente estoy arrepentida pero, no tuve a nadie más que me ayudara en ese instante. De verdad-

—Está bien, Chaeyoung—dijo medio dormido, medio despierto—. Si me dejas pasar, quiero ir a ducharme.

Chaeyoung vió sus manos, las cuales estaban posicionadas en el pecho del alto chico.

¿Cómo es que tiene estos pectorales tan perfectamente firmes?.

—Sí, lo siento.

—Hablaremos después.

Asintiendo, deja que MinHo pase.

Encerrandose en el baño, mordió levemente sus labios.

No sólo le tocó los pectorales sino que, también lo besó en la boca...

Inevitablemente sus mejillas ardieron de la vergüenza.

—Mente sana como manzana, repite conmigo conciencia—menciona en voz baja—. Mente sana como manzana...

Lo repitió unas doce veces en su cabeza hasta que, MinHo salió.

—Oh demonios...—susurró al verlo con una toalla puesta, cubriendole únicamente de su cadera para abajo.

El cabello azabache de MinHo estaba mojado, unas gotas caían de este por su blanquecina piel y eso fue sumamente mortal para la imaginación de Chaeyoung.

MinHo por su parte soltó una risita ladina, negando ante lo estática que su vecina quedó, procedió a marcharse rumbo a su habitación con el fin de vestirse.

Le tocaban clases de economía política, debía ingresar a las ocho de la mañana.

—¿Te quedarás ahí parada o vendrás a desayunar?.

Chaeyoung avergonzada, reacciona y va hacía la cocina. MinHo preparó café, tostadas y huevo frito, cortó un par de frutas y las dejó sobre la isla de esta.

—Bueno señorita Son, creo ahora sí, podemos hablar apropiadamente—sonríe—. Soy todo oídos, Chaeyoung.

Nuevo proyecto chaeho, no me aguanté y quise publicarlo de unaaaa! Espero les guste mucho el primer capítulo!!!!

Prometo que sólo habrá un leve drama, será más comedia y romance.<3

El proyecto GH versión kpop está en proceso, eh. No crean que me olvidé, jaja

En fin, lxs quiero musho mis poshuelitos lindxs<3 🐥💗🐥💗🐥💗🐥