Avisos:

- Me van a odiar con el capítulo.

- Para entender el capítulo, la lectura es capítulo 10 y "Bad Ending" se omite el "Good Ending".

- Introducción a shipp secundario.

- Esto es fanfic, no odio a ningun personaje.

- Soy consiente de las actitudes reales de los personajes, sin embarco, la trama de la obra merita algunos cambios.

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No te preocupes,
ya tendremos
otra vida para
encontrarnos y
quizás todo
funcione.

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Nadie creería lo sangre fría que podía llegar a ser Dazai Osamu, abandonar el cuerpo inerte de Nakahara a la deriva de un barranco.
Aquel chico de cabello naranjas como el sol del atardecer, ojos azules como el vivo mar, abandonado en un barranco, sin una muestra de respeto a su muerte, a su cuerpo, a sus asañas, sin que nadie estuviera presente en su momento luctuoso. El silencio del lugar lo acompañaba al castaño, que antes de decir adiós, dio sus ultimas palabras.

—entiende Chuuya... El amor no es como lo narran en los cuentos de hadas... Un beso también puede terminar con todo...

Dijo el joven como despedida de su compañero, pues el amor para él, era un obstáculo en los propósitos de su vida, ¿Cómo iba a salvar a las personas? Si el amor lo ataba a responsabilidades que no satisfacería. Lo único que quedó en ese lugar, fueron las palabras monótonas de un ser vivo y los sentimientos no correspondidos de un difunto.

[ .... ]

El frío golpeaba sus mejillas, juraba que aquella temperatura ya no le afectaba, tal vez los sentimientos indiferentes que recibió lo hicieron así. Podía escuchar vibraciones, no eran sonidos claros en si, tal vez podía haber gente frente a él hablando claramente, pero no percibía el tono como tal, era un zumbido lo que lo sustituía. A pesar de tener los ojos abiertos, no podía observar bien, todo estaba borroso al igual que sus recuerdos de las ultimas horas.

Podía sentir una caricia sobre su cabeza, trasmitía un sentimiento de amargura, como si le indicara que aquella mano que lo tocaba, sería su nuevo dueño, pues él ya no se consideraba humano, el mundo nunca lo considero ¿Verdad? La existencia humana jamás sería entendida, ni por el más grande filósofo o el más dedicado científico, incluso la religión no le daría respuesta. Estar bien con una persona que le diera un uso a su nueva vida, lo hacía sentirse bien consigo mismo, ¿No? Mientras haya un propósito, es fácil servir, pues por más que deseas ser feliz, no llegas a ser suficiente.

—¿Te gusta tú nuevo hogar?

Preguntó con malicia en su voz, pues las intenciones que tenía, no eran más que para un fin de uso.

—Espera a ver tú nuevo mundo, por que yo creare un mejor lugar... Mi mano movera todo a voluntad, mis deseos se cumpliran y los humanos tendran su castigo, por que para cada crímen hay un infierno en el que caedran...

Los nueve círculos del infierno, cada lugar un castigo desigando para cada pecado, tal vez, solo tal vez, ponerse a pensar en que círculo podía caer Dazai Osamu iba a liberarlo de las miles de preguntas que poseía en ese momento.

Primer círculo, el Limbo, los paganos que no cometieron pecados pero que no creyeron en un Dios. No, su camino no se dentendría ahí, continuaría vagando hasta el segundo círculo, Lujuria, hacerlo pagar por no corresponder su amor, pero aquel deseo sería infantil.

¿Gula, Avaricia, Prodigalidad...? Muchas preguntas, pocas respuestas.

Quinto y Sexto círculo, tal vez esta alejandose de más, pero su necesidad de ver al castaño pagar por sus pecados. Séptimo, Octavo, Noveno, no saciaba sus deseos, ¿Era este el complejo de Dios? O simplemente el enfermo deseo de castigar.

Por que ahora estaba al lado de la persona que es su Dios Salvador, pero ¿Porqué? Por qué salvarlo a él, ¿Era necesario ser salvado? ¿Qué vio en él? Para un ser resucitado, sentimientos no había en aquel vínculo formado, ¿Cuál es su papel en este nuevo mundo? ¿Manipular? ¿Actuar? ¿Castigar?

—miedo...

Se escuchó en aquel lugar, la voz de su salvador.

—gobierna tú nuevo mundo con el miedo, Nakahara... Convierte sus esperanzas en miedo, se indiferente como ellos lo hicieron contigo... Has que escuchen tú nombre, como lo hacen con el mío... Di mi nombre

—Fyodor Dostoyevski...

El hombre lo tomó del mentón y alzo la cabeza de este para que lo mirara directamente a los ojos, habló de forma siseante.

—Di mi nombre

—Fyodor Dostoyevski...

—¿Quién es tú único dueño?

—Fyodor Dostoyevski

—Nakahara... Pronuncia mi nombre, solo piensa en mi nombre, por que ahora te poseo, tienes un vínculo conmigo y nadie más, destruire a las personas con mis manos si llegan a tocarte... Por tus sentimientos que ya fueron destruidos... Yo los recuperare mientras creo un nuevo mundo para los dos... Por que solo yo tengo el poder para hacerlo...

Mencionó el hombre de cabello azabache, soltando así a Nakahara, quien aún escupía las ultimas flores de Hanahaki. Se hizo a un lado para mostrarle su reflejo frente a un espejo enorme, podía verse por completo, sin embargo, era totalmente diferente a como se acordaba que era.
Su cabello naranja encendido como el atardecer aun se conservaba, pero flores crecían del lado izquierdo parietal de su craneo, estaban vivas, como si nunca fueran a marchitarse, sin embargo, no le eran una incomodidad. Sus ojos seguían casi iguales, el tono azul como el mar permanecía de un solo lado, pues el ojo izquierdo era sustituido por una flor de loto, derramaba unas cuantas lágrimas de su ojo "normal" por su nueva "apariencia", le dolía.
El azabache se colocó a su lado y cubrió con su mano aquella flor de loto.

—que bello eres aún con esas flores, el Hanahaki es una enfermedad sentimental.... Osamu no vio la belleza de tus sentimientos... Por que no necesitas de adornos, aditivos ni nada... Tú llevas la belleza por dentro... Lo reflejas en tus ojos y en el alma... Así te quiero siempre...

Una nueva vida que te da el universo, conlleva una nueva apariencia y una nueva persona para sanar tus heridas.