❀1O
Advertencia:
• Temas de sangre
• Posible Necrofilia
• No es el final y capítulo largo.
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El truco está
en decirle
adiós a la
persona, no
al amor.
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Se sorprendió por las palabras que dijo, ¿Él dijo "No me dejes Odasaku"? Fue una mala jugada de su mente, él sabía que comparar a Chuuya con Odasaku, era algo muy hiriente para Chuuya por que en muchas ocasiones vio en él, un reemplazo material. Imaginaba a Chuuya como una pieza material que reemplazaba a una pieza sentimental, Nakahara era como el objeto que rellenaba el vació que había en su vida, era como estar en un espacio en blanco, donde él estaba en el centro, a su lado derecho estaba siempre Odasaku y cuando este partió de la vida a la muerte, Nakahara relleno ese hueco que había a su lado derecho, siempre fue así.
Estaba sobre el frío cuerpo de Nakahara, tomaba entre sus manos el rostro del pelinaranja, este se encontraba con enredaderas saliendo de todos lados que se entrelazaban en su cabello y otras partes del cuerpo, como brazos, cuello, abdomen, en fin, ya estaba cubierto por completo de vegtación.
—¡Aún no! ¡No voy a dejarte! ¡Ya perdí a Odasaku! ¡No voy a perderte Chuuya! ¡Tú no eres su reemplazo! ¡Tú no eres un objeto! ¡Tú eres mi compañero! ¡Quiero que seas mi compañero de vida! ¡Ódiame! ¡Grítame! ¡Golpéame! ¡Mátame sin piedad! ¡Pero aún no te vayas! Vive, vive por ti y por tus compañeros de la Port Mafia, vive como cuando estabas con tus amigos de las Banderas de Port Mafia, ¡Ellos quieren que vivas!
Gritaba desesperado mientras arrancaba las flores de su pecho con ambas manos, aun que estas se mezclaban con la sangre del pelinaranja, pues las flores eran como jeringas que absorbían aquel líquido vital del cuerpo.
—¡Vive Chuuya! Despierta como cuando terminas de usar corrupción y en vez de caer rendido al suelo me dedicas esa sonrisa de satisfacción por haber hecho otro buen trabajo, por que sabes que yo estoy para ti, para ayudarte a anular la Corrupción.... ¡Confía que voy a salvarte Chuuya!
Gritó mientras tiraba las enredaderas a un lado, sabía que de solo arrancar la vegetación solo dañaba el cuerpo del más bajo, sus lágrimas ya no podían ser retenidas, deseaba que Chuuya Nakahara estuviera con vida, él quiere, él necesita que este con vida.
—¡Ruego por tenerte a mi lado Chuuya! ¡Suplico por que abras tus ojos! ¡Pido por que me hables de nuevo!
Dijo ya perdiendo la esperanza, el problema siempre fue él, siempre supo de los sentimientos del ojiazul y aún así los ignoró.
Cuando murió Odasaku, murieron con él sus sentimientos, por que Odasaku era su persona especial y él era la persona especial de Chuuya, ¿Por qué nunca acepto eso? Él nunca supo decir adiós a la persona, dijo adiós a sus emociones y la persona se quedó en su corazón, ese fue su mayor error.
Estaba encogido en su lugar llorando por no haber podido salvar a su compañero, sabía que eso se merecía por no haber aceptado lo que realmente quería, él no podía cambiar el pasado, no pudo evitar una muerte y de nueva cuenta no pudo evitarlo. Levantó la vista con los ojos enrojecidos por las lágrimas y el polen de las flores que le había picado los ojos, solo podía ver los labios morados de Nakahara, seguro debieron haber muchas ocasiones en las que le dolió estar vomitando flores, seguro muchas veces debió haber llorado por el ardor del polen en su garganta y el haber estado escupiendo por varias horas aquello que es bello y a la vez peligroso.
—¿Cuántas flores escupiste Chuuya?
Preguntó en aquella habitación solitaria, pues la doctora Yosano lo había dejado, él entendía perfectamente, que hay veces en las que simplemente hay que dejar que las cosas sigan su naturaleza, el ciclo de la vida.
Tocó delicadamente los labios fríos del pelinaranja, estaban suaves a pesar de que su cuerpo había perdido la vida, probablemente era una locura la que estaba pensando, pero si las flores se alimentaban de la sangre del pelinaranja, tal vez si las destruía...
Tomó un botón de camelia, ese no había abierto como los otros, era color rojo como la sangre, tal vez si...
Exprimió el botón con fuerza, haciendo que este derramara unas gotas de sangre, eso significaba que las flores guardaban aquel líquido y por eso se teñían de ese color, pero, ¿Por qué había flores de otros colores? Amarillas, azules, moradas, blancas y naranjas. Tomó ahora un capullo de color azul y lo exprimió como lo hizo con el capullo rojo, pero de este no salió nada más que un polvo del tono de la flor que cayó en sus ojos, inmediatamente comenzó a picarle, era una sensación insoportable y luego...
Un pelinaranja estaba recostado en la cama de su habitación, tenía su brazo sobre sus ojos, se estaba cubriendo, esa acción solo la hacía cuando...
—¡Maldito seas!—gritó mientras derramaba más lágrimas—.
Lloraba... Seguro fue en el momento en que salió del hospital cuando su auto había explotado, ¿Y por quién? Por él...
...
Regresó a la normalidad luego de unos segundos, vio el capullo destruido en su mano, entendió que los capullos de colores, eran las emociones del pelinaranja, usando sus conocimientos, recordó la vez que Mori leía libros de psicología infantil, según para buscar una forma de que Elise le obedecieran sin que la amenazara a cada rato, en fin, cosas que Mori usaba para aprovecharse de la niña. Colores, los colores tenían significados, el azul era tristeza, el amarillo felicidad, morado locura y extroversión, naranjas el entusiasmo y originalidad, blancas... Pureza e inocencia... Si, Chuuya podía ser un mafioso, pudo haber matado a mucha gente, lastimado y destruido, pero en el fondo, el tenía una pureza como ningún otro, su amor era puro y su forma de amar era inocente, tal vez... No, sabía que probablemente su primer amor fue él y nadie más, es por eso que ahora estaba tan lastimado.
El movimiento de sus labios era lento sobre los contrarios, estaban fríos, en su mente solo podía pensar en el golpe que hubiera recibido si tan solo Chuuya... Río internamente por aquel pensamiento; el sabor era metálico, solo significaba que estaba rompiendo algunos capullos de camelia que había cerca de la boca del ojiazul, sin duda, un beso muy diferente al tradicional.
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