Bocktrailer elaborado por: HiHiKiss del Grupo.

EDITORIAL_KFIC

"YO VIVO PARA ENTENDER EL MUNDO"

"PERO EL MUNDO NUNCA ME ENTIENDE A MÍ ¿POR QUÉ?. "

NamJoon despidió a su esposo JungKook con un beso en los labios mientras este ya estaba en el auto, encendiendo el motor para dirigirse a la empresa de su familia, donde trabaja como un empleado más. Ambos son muy felices; NamJoon y JungKook, alfa y omega, viven una relación plena.

Horas después

El teléfono de la casa comenzó a sonar. Con algo de pereza, NamJoon, quien estaba cómodamente sentado leyendo un libro, se levantó y fue a atender la llamada.

—Hola… —dijo al responder.

—¿Qué tal, pequeño? —contestó una voz grave y escalofriante, desconocida para él, mientras escuchaba la respiración del otro lado de la línea.

—Otra vez tú… —respondió con molestia—. Esta es la tercera llamada en la semana. ¿Qué quieres ahora?

—¿Quieres saber por qué tu alfa se niega a marcarte? ¿Sabes lo que está haciendo tu querido esposo en este momento? —la voz al otro lado sonaba burlona.

—¡Déjanos en paz, por favor! —suplicó, cansado de las insinuaciones que intentaban sembrar dudas sobre el amor de su pareja.

—Pobre Joonie… —el desconocido fingió compasión—. Compruébalo por ti mismo.

El móvil de NamJoon vibró en el bolsillo de su pantalón. Con manos temblorosas sacó el teléfono y vio un mensaje de un número desconocido que contenía un video. Titubeante, abrió el video, que mostraba a JungKook saliendo de su auto y recibiendo con un beso apasionado a un omega que NamJoon reconoció de inmediato: era el secretario de su esposo. En el video, JungKook le abría cortésmente la puerta del auto al omega, quien tomaba asiento desde el otro lado.

NamJoon sintió su corazón romperse en mil pedazos. Su respiración se aceleró, y la voz del desconocido al otro lado de la línea continuó:

—De seguro ahora están juntos… y tú…

Pero NamJoon no lo dejó terminar; colgó la llamada y se permitió llorar.

10:00 p.m.

Un par de horas después, NamJoon escuchó el sonido de un auto estacionándose afuera. Limpió las lágrimas que aún nublaban su visión y se preparó para enfrentar a JungKook. Al entrar, JungKook percibió el aroma de tristeza y decepción en la habitación. Se aflojó un poco la corbata y fijó la mirada en su omega, quien tenía los ojos hinchados y las mejillas marcadas por lágrimas secas.

—Tenemos que hablar… —dijo NamJoon, poniéndose de pie.

Una semana después

—Parece que tienes prisa por divorciarte —dijo NamJoon—. ¿Tan enamorado estás de ese omega?

—Por favor, NamJoon, solo firma. No hagas esto más difícil —respondió JungKook, mirándolo a los ojos.

NamJoon tomó la pluma y firmó, poniendo fin a lo que alguna vez consideró el amor de su vida.

Días después

—Bueno… —NamJoon miraba con nervios a su madre, quien sostenía los resultados de unos análisis que se había hecho días atrás.

—NamJoon… estás… embarazado. Tienes un mes de gestación —dijo la madre, tratando de elegir sus palabras cuidadosamente.

NamJoon le arrebató los papeles para confirmarlo. Era cierto, estaba embarazado de un mes. Fue su último celo, el último que compartió con JungKook.

—¿Se lo dirás? —preguntó su madre.

—No —respondió con firmeza.

La madre, sorprendida, intentó razonar con él.

—Pero…

—Este cachorro es mío… solo mío —dijo, acariciando su vientre con ternura.

Al parecer, NamJoon no había notado su embarazo, distrayéndose con las llamadas del desconocido que lo mantenían en constante duda. JungKook, por su parte, tampoco había percibido el cambio en el aroma de NamJoon, ahora impregnado con un toque de leche y talco.

Cinco meses después

JungKook entró a una tienda de arreglos florales, queriendo sorprender a su actual omega con unas hermosas flores. Mientras esperaba su pedido, su lobo interior se alteró.

—Fresas… leche… —murmuró, olfateando el aire.

—¿Qué sucede, Nochu? —preguntó JungKook, extrañado.

—Imbécil… Omega a tu derecha.

Giró y vio a alguien arreglando flores mientras tarareaba una canción. Al acercarse, sus ojos se abrieron con sorpresa. Era NamJoon, y estaba… embarazado. Sin saber cómo reaccionar, salió de la tienda en estado de shock y se subió al auto, sintiendo cómo su mundo daba un giro inesperado.

— Seré papá... - el alfa empezó a brincar emocionado... Tendremos un cachorro.

Se llevó una gran sorpresa...

Editado: 06/11/2024