"CARIÑO, SOMOS DOS EXTRAÑOS LEJANOS."

Al día siguiente...

NamJoon estaba en la habitación que sería el cuarto de la bebé. No quería admitirlo, pero sin la ayuda de HoSeok, el lugar sería un desastre. Siempre había sido algo torpe en temas de decoración.

Apoyó las manos en los barrotes de la cuna y sonrió.

— Sé que cuando estés entre mis brazos, todo habrá valido la pena —dijo en voz baja.

Se enderezó, tomó su teléfono y volvió a leer el mensaje de SeokJin: “En diez minutos voy por ti”.

Salió de la habitación y tomó su bolso. Unos golpes en la puerta le indicaron que ya habían llegado. Abrió, pero al ver quién estaba del otro lado, su expresión cambió, borrando su sonrisa.

—¿Qué quieres, HoSeok? —preguntó sin rodeos.

El alfa lucía agotado, con el cabello desordenado y profundas ojeras —Necesito hablar contigo… por favor —suplicó.

NamJoon suspiró — Date prisa, no tengo mucho tiempo para perderlo contigo, así que espero que valga la pena —dijo, haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

Las palabras de NamJoon lo hirieron, pero aun así, entró lentamente en la casa, quedando ambos frente a frente.

— Es sobre lo que pasó ayer… con JiMin. Él…

— Así que se trata de eso —lo interrumpió — No me interesa.

— No me interrumpas —HoSeok lo miró seriamente y le dio la espalda, incapaz de enfrentarlo — Hablé con Lisa. Ella me dijo que JungKook sospechaba que JiMin había sido el responsable del robo.

— Continúa —pidió NamJoon al ver que el alfa dudaba.

— Lo llamé. Sé que no era la primera vez que hacía algo así, así que lo confronté y lo obligué a decirme la verdad. Lo grabé, y acabo de entregarle la grabación a Lisa —suspiró.

— Gracias... HoSeok —dije algo sorprendido.

— Sé que no fue la mejor forma de hacer las cosas —Se pasó las manos por el rostro — Fui un idiota al tratarte tan mal.

— HoSeok, mírame —dijo el omega.

HoSeok se giró para verlo. NamJoon abrazaba su vientre y su rostro expresaba dolor.

— Es el momento… —Dijo, su respiración tornándose irregular — La bebé quiere nacer ya.

HoSeok se quedó congelado por lo que acababa de escuchar, hasta que un grito de dolor de NamJoon lo sacó de su trance. Lo cargó rápidamente para salir de la casa. Justo entonces, el auto de Jin llegó acompañado de YoonGi. Sin necesidad de explicaciones, YoonGi abrió la puerta trasera y ambos subieron al auto, que arrancó de inmediato.

No tardaron en llegar al hospital. HoSeok salió del auto con NamJoon en brazos, quien no dejaba de quejarse de dolor. Detrás de ellos, YoonGi y Jin los seguían, mientras las puertas del hospital se abrían.

— ¡Ayuda! ¡Necesitamos un doctor! —gritó desesperado HoSeok.

Algunos doctores y enfermeras se acercaron. Uno de los doctores ordenó a una enfermera preparar la sala de parto. Sentaron a NamJoon en una silla de ruedas y se lo llevaron, dejando a los tres esperando afuera.

Pasaron tres horas sin ninguna noticia sobre el estado de NamJoon o la bebé. HoSeok caminaba de un lado a otro, impaciente.

— Vas a hacer un agujero en el piso de tanto caminar —Bromeó YoonGi —Te cobrarán por un piso nuevo.

— Esta espera me está matando —Respondió HoSeok, dejándose caer en una silla.

— Tranquilo HoSeok. Todo saldrá bien —lo consoló Jin.

Entonces, una enfermera se acercó a ellos.

— ¿Son familiares de Kim NamJoon?

— Sí, somos nosotros. ¿Cómo está él? ¿Y la bebé? ¿Ha ocurrido algo? —preguntó HoSeok, ansioso.

La enfermera sonrió — Tranquilo, todo salió bien. Síganme, por favor.

La siguieron por un pasillo hasta una sala donde había varias cunas con recién nacidos. Los ojos de HoSeok brillaron de emoción.

— La tercera bebé de la primera fila es la hija de su omega.

HoSeok apoyó las manos en el cristal, observando a la pequeña dormida. Sin darse cuenta, algunas lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

— Es hermosa —susurró Jin, conmovido.

— Podrán ver al paciente en una hora. Entonces le llevaremos a la bebé para que pueda alimentarla —informó la enfermera antes de retirarse.

La hora de espera fue interminable para HoSeok, pero finalmente pudo entrar a la habitación de NamJoon. Lo vio abrir los ojos y sonreírle suavemente.

— Hola —susurró NamJoon.

— Hola, Joonie —Se acercó para ayudarlo a incorporarse en la cama.

— Dime que tanto dolor ha valido la pena.

Antes de que HoSeok pudiera responder, una enfermera entró con la bebé en brazos, seguida de YoonGi y Jin.

— Señor NamJoon, mire quién ha estado esperando a que despertara —Le dijo la enfermera, entregándole a la bebé.

NamJoon, con los ojos llenos de lágrimas, observó a su hija — Mi pequeña, mi amor… —La cachorra abrió lentamente los ojos, desprendiendo un ligero aroma a leche de fresa — Mi pequeña Moonbyul.

HoSeok observaba la escena con ternura, al igual que YoonGi y Jin.

— El médico dijo que la bebé está muy sana y que probablemente sea una alfa fuerte, como JungKook — comentó Jin.

Al escuchar el nombre de JungKook, la expresión de NamJoon cambió a una mezcla de tristeza y nostalgia, hasta que la bebé comenzó a llorar, reclamando su atención nuevamente.

Dos días después, NamJoon y la bebé recibieron el alta. YoonGi, Jin, HoSeok y la pequeña Moonbyul, que jugaba con el dedo de su papá, llegaron a casa.

— Llegamos —indicó YoonGi.

HoSeok salió primero y fue al otro lado para abrirle la puerta a NamJoon, quien salió con la pequeña en brazos mientras YoonGi y Jin sacaban las cosas de la cajuela.

—NamJoon, espera —Lo llamó HoSeok.

—¿Pasa algo, Hobi? —preguntó, algo dudoso.

— Hay alguien esperándolos dentro de la casa —respondió con una sonrisa alentadora.

Todos entraron juntos. NamJoon, con Moonbyul en brazos, fue el primero en cruzar la puerta.

— NamJoon —una voz muy familiar lo llamó.

Era JungKook, quien le sonreía mientras se acercaba a él.

— NamJoon… —repitió, acariciando suavemente su mejilla.

HoSeok sentía una mezcla de felicidad y tristeza, consciente de que sus oportunidades con NamJoon se desvanecían. JungKook, emocionado, tomó a su hija en brazos, sosteniéndola con delicadeza. YoonGi y Jin estaban radiantes, viendo a su amigo feliz junto a su hija. Treinta minutos después llegaron los padres de JungKook, y la señora Jeon también sostuvo a la pequeña con alegría.

NamJoon intentó llamar a su madre tres veces sin éxito — Es la tercera vez que le llamo y no contesta —se quejó.

— Tranquilo, Joon — le dijo Jin — Tal vez tiene el teléfono apagado. Ya sabes que es un poco distraída.

Unos golpes en la puerta los interrumpieron. NamJoon fue a abrir y recibió un abrazo inesperado.

— ¡Hijo mío! —dijo su madre, emocionada.

— ¡Mamá! —exclamó al separarse del abrazo — ¡Geong Min! —Sonrió al ver a su hermana.

— No me perdería la oportunidad de conocer a mi sobrina. Mamá trajo un montón de cosas para la pequeña —explicó Geong Min.

— Dejen las habladurías. ¿Dónde está mi nieta? —Preguntó la madre, avanzando hacia la sala con Geong Min tras ella.

—¡Mamá, espera! —NamJoon la siguió, queriendo explicarle la presencia de JungKook.

— ¡¿Qué hace ese infeliz aquí?! —gruñó la alfa, visiblemente molesta.

–FIN–

Editado: 07/11/2024