"NADIE NECESITA ESTAR SOLO."

—¿Y cómo va todo en el trabajo, JungKook? —preguntó NamJoon, tratando de romper el incómodo silencio en el que los tres estaban inmersos.

Ambos habían decidido dejar atrás el pasado por el bien de su hija, o al menos intentarlo. NamJoon pensó que sería buena idea llevar a HoSeok en esta salida, ya que él se lo había pedido varias veces. Ahora los tres estaban en una heladería (idea de HoSeok). Desde que Jeon llegó, el alfa mayor se había puesto a la defensiva, sin soltar la mano de NamJoon en ningún momento. Los tres apenas se saludaron, y JungKook preguntó solo sobre la salud del omega y su hija. Ni HoSeok ni JungKook se dirigieron la palabra en toda la visita, y casi solo NamJoon hablaba mientras comían sus postres.

—Todo está bien. Le pedí a mi padre unos días de descanso para poder cuidar de ti y de nuestra pequeña —dijo JungKook, dedicándole una sonrisa a NamJoon.

El omega estaba a punto de responder, pero HoSeok se adelantó—. No era necesario. Yo cuido muy bien de mi novio y de su bebé —respondió, apretando un poco más la mano de NamJoon.

—Si este fanfarrón cree que me va a quitar a mi omega, está muy equivocado —añadió su lobo, reafirmando los pensamientos de Hoseok

—Lo sé, solo que... —JungKook bajó la mirada, algo apenado—. He perdido mucho tiempo, y quiero estar presente en lo que queda del embarazo —dijo con un tono triste.

Al cabo de cinco minutos decidieron irse. JungKook les ofreció llevarlos a casa en su auto, a lo que NamJoon aceptó con gusto y HoSeok, aunque de mala gana, también.

—Para la próxima deberíamos sacarnos la licencia de conducir y conseguir un auto propio —le sugirió su lobo a HoSeok.

—Creo que lo mejor sería que NamJoon viajara en el asiento de atrás, para que esté más cómodo —propuso HoSeok al ver que JungKook abría la puerta del copiloto para el omega.

—Excelente estrategia —su lobo lo felicitó por su "jugada".

—Tal vez Hobi tenga razón —coincidió NamJoon.

—De acuerdo —cedió JungKook.

HoSeok sonrió, abrió la puerta trasera del auto y tomó la mano de NamJoon para ayudarlo a entrar. Antes de subir, ambos alfas se miraron de manera desafiante.

Durante el trayecto, casi al llegar a la casa de NamJoon, JungKook se detuvo en un semáforo. A través del retrovisor, observó cómo NamJoon estaba con los auriculares puestos, una costumbre suya en los viajes, y con una mano sobre su vientre. Sin poder evitarlo, JungKook sonrió al verlo.

—¿Podrías mantener la vista al frente? —dijo HoSeok con molestia, al darse cuenta de lo que pasaba.

JungKook apartó la mirada del retrovisor al escuchar el tono molesto de HoSeok. No quería comenzar una discusión, así que se limitó a seguir conduciendo cuando el semáforo cambió.

—¿Quieres relajarte un poco? —le pidió el lobo de Jungkook al lobo de HoSeok

—¿Cómo quieres que me relaje si no dejas de mirar a mi lindo novio? —respondió el lobo de HoSeok con un gruñido.

—¿Podrían dejar de discutir? —intervino NamJoon, molesto. Se había quitado los auriculares y parecía irritado.

—Nosotros no estábamos… —intentó justificar HoSeok.

—No mientas, Hobi. Ambos están soltando feromonas de posesividad —dijo NamJoon de forma directa.

—Perdón —dijeron los dos alfas al unísono.

—Adiós, JungKook —dijo NamJoon desde el marco de la puerta, junto a HoSeok.

—Hasta pronto —respondió Jeon, aunque sabía que ninguno de los dos lo escuchaba realmente.

Una vez dentro, HoSeok cerró la puerta.

Al llegar al hotel donde se hospedaba, JungKook recién había estacionado cuando notó a dos policías esperándolo en la recepción. Ambos se acercaron a él.

—¿Es usted Jeon JungKook? —preguntó uno de los policías.

—Sí, soy yo —respondió.

—Está bajo arresto —dijo el policía, sujetando sus manos y colocándolas tras su espalda para esposarlo—. Es el principal sospechoso de un robo a la empresa donde trabaja.

—Esperen —dijo JungKook, girando rápidamente la cabeza—. Yo jamás haría algo así. Están cometiendo un error —forcejeó mientras lo llevaban hacia la patrulla.

—Como sabrá, la empresa Jeon tiene todas sus inversiones en una cuenta bancaria digital, y solo sus padres y usted tienen acceso a esa cuenta —le explicó el oficial.

—Jamás haría algo así —insistió, ya dentro de la patrulla.

—Si no cometió el crimen, no tiene por qué temer —respondió el policía mientras entraba en el auto.

Editado: 06/11/2024