Chaeyoung se retorcía una tras otra en su cama, jadeaba a la vez que, exclamaba a gritos el nombre de MinHo. Su omega terminó de tomar el control de ella, ya no estaba siendo racional, ni siquiera cuando entró a la habitación del mayor y se refugió en su cama, dónde yacía parte de su vestimenta. Ronroneó gustosa al restregar su mejilla sobre la tela de una de sus camisas, la cual, contenía el aroma del alfa.

Había formado un nido con las ropas de MinHo, en el propio cuarto del rubio.

Ni siquiera se percató de la hora, sólo cuando oyó pasos acercarse y el reconocido aroma de MinHo, despertó sonriente.

Su alfa llegó, ah, finalmente lo tendría para ella solita.

Chaeyoung esperó sentada sobre la cama, apenas abrió la puerta, vió a MinHo pero no venía solo, estaba acompañado de esa barbie de plástico, quién, no dejaba de besarlo desesperadamente.

Alejala de nuestro alfa, Chaeyoung. No dejes que impregne su aroma asqueroso en él.

—Uh, ¿qué haces aquí?.—pregunta MinHo, echándole un vistazo a una Chaeyoung vestida en un remerón blanco rodeada de varias prendas suyas.

—Honnie, este lugar apesta a frutos rojos y violetas.—agregó Eugene tapando su nariz.

Chaeyoung no se movía, mantenía una expresión frívola sobre ambos o más bien sobre Eugene.

MinHo frunció el ceño, era cierto que su propia habitación oliera a los característicos aromas de la omega frente suyo.

Lo que no comprendía es la razón del porqué se hallaba ahí.

—No toques a mi alfa, bruja.—gruñe mostrando sus caninos en dirección a la rubia, quién, rió confusa.

—¿Tu alfa? ¿De qué demonios hablas?. MinHo no es tu alfa, niña.

Poca atención le prestó cuando de un movimiento, terminó empujandola fuera a la vez que cerró la puerta con pestillo, dejándola sin oportunidad de que entrara.

—Alfa, viniste...—se aproxima a MinHo, mismo que retrocedió dos pasos hacía atrás.

—No sé de qué hablas, Chaeyoung—expresó extrañado—. Pero Eugene tiene razón, no soy tu alfa. Mejor vete a tu cuarto y-...

Chaeyoung haciéndole caso omiso, se abalanzó sobre él, en consecuencia, ambos cayeron al suelo. MinHo golpeandose el trasero y Chaeyoung aterrizó encima suyo.

Resultó aún más confuso cuando empezó a restregar su mejilla contra el pecho del mayor. MinHo oía balbuceos incoherentes por parte de la omega.

—Alfa, mío. Sólo mío.—dijo sonriente.

Entonces MinHo pudo entender lo que estaba pasando con Chaeyoung.

Está en celo.

—¿De verdad me consideras tu alfa? ¿Segura que no estás afiebrada?.

—Mío, alfa pertenece a Chaeyoung.

Lee suspiró, ya sabía para dónde iba esto.

—¿Por eso formaste un nido en mi propia cama?.

La menor asiente sin borrar su sonrisa, misma que dejó a MinHo completamente embobado.

—Ya veo—expresa—. ¿Te parece si nos levantamos? Siento que en cualquier momento mis piernas se van a endurecer si seguimos en esta pose.—explica.

—Chaeyoung cómoda.—responde acurrucandose más al alfa.

—Sí, tú lo estás pero yo no—refuta—. A ver, sujetate bien.—pide.

Chaeyoung lo hace, MinHo rodea su cintura con uno de sus brazos y el otro lo utiliza como palanca. Elevándose despacio, logra recobrar el equilibrio. La omega enrolla sus piernas sobre las caderas del mayor. Caminando de nuevo hasta su cama, MinHo busca su celular y marca a sus padres.

Informa sobre el estado de Chaeyoung y sobre que debían quedarse en un hotel hasta que el celo de la omega pasara. Jennie entendió a la perfección su petición, no cortó sin antes darle una severa advertencia de que, cuidara bien de la menor.

—Debo decirle a Eugene que se vaya, ¿me dejas?.

—No, alfa quedarse.

MinHo no quiso discutir con ella, cuando su parte omega domina a la parte beta, no hay nada que pueda hacerse. Llamó a Chan, pidiéndole de favor si podía venir a buscar a Eugene, por supuesto, explicándole las razones. Su mejor amigo asintió sin pedir tantos detalles, cosa que el alfa rubio agradeció.

Al cabo de unos momentos, las insistencias de Eugene dejaron de oírse. Eso indicó que ambos se encontraban absolutamente solos en aquella casa.

—Omega querer mimos de alfa.

—Está bien, pero luego me dejas levantarme, debo ir al baño y después preparar algo de comer. Prometo que no iré a ningún lado.—habló suavemente.

—Alfa no dejar a omega, promesa.

—Promesa de alfa.—eleva ambas manos en señal de afirmación.

MinHo liberó feromonas por todo el dormitorio, durante la próxima hora, le dió cariñitos a Chaeyoung. Y como prometió, dejó que la omega estuviera al lado suyo la gran parte del tiempo.

Ah, serían días de convivencia sumamente interesantes para alfa y omega.

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MinHo no descuidó a Chaeyoung en ningún momento, cuando la omega de rizos oscuros se ponía quisquillosa, él amablemente se encargaba de tranquilizarla con mimos y palabras dulces.

Nunca olvidaría esta instancia de su vida, menos cuando estaba cuidando de la omega que tanto lo detesta y cómo esta reaccionaba sumisamente a sus caricias.

Entendía que no era Chaeyoung quién cedía sino su omega. MinHo se preguntó muchas veces que tan sentimental podia ser la menor sin esa capa de orgullo y terquedad. Ahora lo sabe.

En su quinto y último día de celo, Chaeyoung empezó a comportarse de manera diferente. Su aroma había aumentado, ya no sólo quería contención emocional del alfa, quería ir más allá de unos cariñitos. La temperatura de su cuerpo subió, su entrada lubricaba de a montones y su omega reclamaba atención explícita del alfa.

MinHo se sintió perdido, mareado e hipnotizado. Chaeyoung en ese estado, le resultaba excitante de ver, parte de su mente deseaba someterla, romperla y anudarla muchas veces hasta dejarla en cinta, sin embargo, la otra parte raciocinia le suplicaba que no se aprovechara de su fragilidad.

Estaba absorto, decidiendo si era propicio tomar la primera o la segunda opción.

—Alfa, t-te necesito... Alfa...

Los gemidos de Chaeyoung generaron que, su entrepierna empezara a endurecerse. De pronto hasta creyó incómodo seguir vestido.

—Decide MinHo... O la dejas o la haces tuya...

Chaeyoung lo terminaría de odiar si accedía a follarla, debía luchar contra todo deseo que inundaba su mente.

En ese entonces, MinHo tomó una decisión.

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Para cuando Chaeyoung despertó al día siguiente, sintió que, un terremoto pasó por su cabeza.

Literalmente no supo qué ocurrió luego de discutir con su propia omega, sólo ahora era consciente que no estaba precisamente en su dormitorio. Olfateó e inspeccionó dicha habitación.

Oh no...

Chaeyoung se alteró en demasía al darse cuenta de dónde está.

—Omega tonta.—murmuró para si misma.

Unos toques alertaron sus sentidos, cubriendose de pies a cabeza. MinHo entró cuidadosamente con una bandeja en mano. Traía consigo el desayuno de Chaeyoung.

—Al fin despertaste, omega.

—¡¿Qué me hiciste, eh?!.—gritó.

MinHo soltando un suspiro, detectó que el celo de la menor pasó. Ya no estaba esa Chaeyoung mimosa, sonriente, frágil, sumisa que conoció hace días atrás.

—¿Qué piensas que te hice, eh?.—preguntó sonriendole como de costumbre, dejando a un lado, la bandeja.

La de rizos oscuros chilló, destapando su rostro, el cual reflejaba enojo y vergüenza.

No quería siquiera imaginarlo, sus mejillas no soportarían ponerse rojas.

—Ojalá y por tu bien, no me hayas hecho ninguna cochinada.—amenazó.

MinHo cruzó los brazos, apoyándose sobre el marco de la puerta sin parar de sonreír.

—Bueno, si te digo la verdad, de seguro querrás desaparecer—mencionó—. A ver, déjame recordar...

Chaeyoung no quiso escucharlo, por ende, se levantó de la cama y se aproximó al alfa con ganas de golpearlo.

—Te lo advierto, Lee MinHo. Si me hiciste algo en contra de mi voluntad, te cortaré las bolas que tienes.

—Que yo sepa, la que me secuestró en contra de mi voluntad fuiste tú al reclamarme como tu alfa.

Y no soportó, sus mejillas ardieron escandalosamente.

—¿Realmente me consideras tu alfa?.

—¡No! ¡D-de ninguna manera! ¡No eres ni serás jamás mi alfa! ¿Oíste idiota?. Yo no siento más que odio por tí, te detesto y te aborrezco.—exclamó.

La sonrisa arrogante desapareció por completo en MinHo, sólo pudo formar una mueca de compresión y aceptación, gestos que Chaeyoung nunca imaginó ver.

—No sucedió nada de lo que piensas, ni loco tocaría a una omega tan insulsa y repugnante como tú—comentó gélido, por dentro, estaba herido ante el rechazo inminente de Chaeyoung—. Ya vete a tu cuarto, no quiero que sigas impregnando mi habitación con tu aroma. Yo le aviso a nuestros padres de que volviste a ser la misma insoportable de siempre.—masculló haciéndose a un lado.

Chaeyoung quedó absorta, su corazón de pronto sintió una fuerte opresión a causa de esas palabras tan frias salidas de la boca del mayor.

—Idiota.—murmuró lastimada al cruzar directamente a su propio dormitorio, mismo que cerró con pestillo.

MinHo siguiendole, apoyó su espalda en la madera de la puerta. Cerrando sus ojos con fuerza, se reprochó por haber dicho tales falacias.

Por su parte, Chaeyoung estando igual o peor, sollozó bajito. Ya no podía seguir ocultando el sol con un dedo, debía aceptar que, a fin de cuentas, MinHo es su alfa. Un dolor enorme invadió su ser, una sensación de culpabilidad y arrepentimiento vinieron de golpe a ella.

L-lo s-siento mucho alfa...

Jdjsjs no pasó lo que sus puerkas mentes pensaron, aún falta para eso.🤭🤭🤭

Ambos son tan tercos pero más Chae😭😭😭

Ya seguramente en los próximos capítulos finalmente aparecerán HyunJin y MinJu, ah, también mucho drama jsjs

En fin, espero les guste mucho el capítulo.<3