No sentía ganas de verlo ahora, menos cuando se encontraba conversando de forma íntima con una hermosa chica muy cerca de su persona.

Chaeyoung rodaba los ojos con las absurdas coqueterías baratas que MinHo mencionaba. Sintió enormes deseos de tirarle una buena piedra en la cabeza a ese alfa patán.

Estúpida, no había otra palabra para describir su estado. ¿Por qué mierda no estaba riéndose con Mina o jugaba en el agua con su hermana y su primo?. Le estaba resultando fastidioso oírlo hablarle encantadoramente.

Miró hacía el frente, su mejor amiga reía a carcajadas con aquel alfa de cabello azabache, MinJeong se divertía mojando a JeongIn y a Felix. Sus padres seguramente fueron a dar una vuelta por la isla. Chaeyoung no tenía nada qué hacer ahí, lo más sensato que pudo hacer en esos momentos es irse a su casa, acostarse, ponerse audífonos y dormirse. Quizás así, dejaría de presenciar tal horrifica escena de dos hormonales a punto de comerse la boca.

Sí, resultó bueno levantarse, limpiarse la poca arena que tenía y accidentalmente pasar por detrás de la rubia, logrando que ensuciara su traje de baño con jugo de piña.

MinHo alza sus cejas del asombro ante lo ocurrido. Chaeyoung desde luego, se disculpó con fingida culpabilidad pero por dentro, está satisfecha de haberles arruinado su ridícula conversación. Posando sus orbes en el alfa, sonrió de lado y sin decir otra palabra, se fue.

—Está loca, mira lo que le hizo a mi traje de baño nuevo—puchereó molesta—. Iré a cambiarme, ¿me esperas aquí y continuamos con nuestra interesante plática?.

—Claro, aquí te espero preciosa.—menciona sonriente.

Con ello dicho, la omega rubia salió corriendo hacía el hotel dónde aparentemente se está hospedando.

MinHo perdiendola de vista, bufó por la situación tan repentina. Resultandole extraño el comportamiento de Chaeyoung, no dudó en ir a reprocharle su mala acción.

Por su parte, la omega de rizos oscuros se encontraba viéndose en el espejo del baño. Si bien no contaba con un pomposo trasero, ni senos enormes pero a su consideración se hallaba lo suficientemente hermosa para atraer a cualquier alfa u beta. No consideraba necesario operarse, tal vez ejercitarse... Negó, ¿qué demonios está pensando?. A ella no le debía interesar llamar la atención de nadie, era mejor vivir en la soledad a tener que sufrir por un idiota.

Chasqueando su lengua, se metió a la ducha. Le haría bien despejarse un poco de todo, y con todo se refiere a Lee MinHo.

Ese alfa no hacía más que fastidiar su existencia.

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Dió un gritito del susto apenas entró a su habitación, encontrándose al dueño de sus dolores de cabeza, parado y de brazos cruzados.

Chaeyoung no necesitó ser adivina para saber la razón de su visita. MinHo no decía nada, sólo observaba y eso parecía enloquecerla más.

—¿Qué haces aquí, eh? Pensé que estarías siendo el héroe de tu barbie de plástico.—expresó buscando su cepillo de pelo.

—¿Por qué lo hiciste?.—preguntó sin rodeos.

La de rizos oscuros suspira, sentándose en la cama, ignoró por completo la pregunta del mayor.

Nunca iba a decirle el motivo de su desdicha, prefería tragarse sus palabras a responder.

MinHo por su parte, murmuró un:—Está bien, si quieres jugar por las malas, lo haremos.

Siendo veloz, tomó el cepillo de Chaeyoung y lo arrojó lejos. En un ágil movimiento, neutralizó el cuerpo de la omega, quién, miraba absorta al rubio arriba suyo.

"Esa tensión sexual que tienen, basta arreglarla con un buen polvo."

No, absolutamente no. Chaeyoung se rehúsa a hacerle caso a su mejor amiga. MinHo no puede generarle esos tipos de cosas, lo odia y nada más.

Alfa.

Su loba se manifestaba llamándolo nuevamente, no podía aceptarlo jamás. MinHo no es su alfa, claro que no.

Lo es, él nos pertenece. Alejalo de esa entrometida.

—¡Ya basta!.—chilla al borde de la vergüenza.

MinHo no se inmuta, sigue sosteniendo sus muñecas firmemente sin ser brusco.

—Ahora vas a decírmelo, omega terca—aludió regresando al tema principal—. ¿Por qué empujaste a Eugene de esa forma?.

Porque es una intrusa, porque te quiere alejar de nosotras, alfa.

—No existe una razón, sólo sucedió y ya. ¿Acaso nunca tropezaste a alguien por accidente?.

El alfa sonrió, justo como siempre lo hace ante Chaeyoung.

—Sí, pero lo hago siendo inconsciente. Tú claramente fuiste lo contrario, querías hacerlo. Desconozco el motivo, por eso vine a preguntarte personalmente.

A este paso, las mejillas de Chaeyoung sólo explotaron de un rojizo intenso.

—Deja de buscarle la quinta pata al gato, ya te dije que fue un accidente—menciona casi queriendo salir huyendo de esa penetrante mirada verdosa que poco a poco se estaba convirtiendo en una debilidad para su persona—. Sal de encima, pesas.—rogó intentando forcejear.

MinHo gruñó, dejándola estática. Su corazón palpitó fuerte apenas sintió la nariz del alfa, olfatear su glándula dónde yace su aroma.

—¿Qué haces? Aléjate.—pide.

—Hueles delicioso, omega.—espetó continuando su olisqueo en dicha zona, cosa que estaba poniendo a Chaeyoung nerviosa.

—Espera MinHo, n-no sigas...—suplicó a la vez que sus ojos se cierran y su espalda se arquea unos centímetros.

MinHo satisfecho de lo que provocó en Chaeyoung, se aparta de ella, dejando a la omega confundida por su repentino alejamiento.

—Respondiste a mi tacto, no sabía que una fiera como tú, tuviera su punto débil—sonrió con un deje de arrogancia—. Puedo intuir porqué empujaste a Eugene, eres toda una cajita de sorpresas, Chae-ssi.

Gritó. Gritó tan fuerte que seguramente todos los habitantes de la isla, pudieron oírla.

Había caído en la trampa del alfa, se sentía demasiado bochornosa que quiso en ese instante, golpear el rostro de MinHo por jugarle sucio.

—¡Estúpido! ¡Lárgate!.—expresó poniéndose de pie, con toda intención de echarlo a las patadas.

MinHo podrá medir casi treinta centímetros más que ella pero eso no era impedimento para lanzarse a él y molerlo a puñetazos.

Desde luego, el alfa percibió el evidente peligro acercarse, cosa que causó rodear tanto los brazos como la cintura de Chaeyoung, quién, pataleaba en defensa propia.

—¿Quieres que te diga el motivo por el cual cometiste esa acción infantil?.

—No, no quiero. Suéltame, idiota.

—Te lo diré de todas formas—dijo reforzando su agarre—. Celos. Son Chaeyoung tuvo celos de Eugene.—soltó.

Dichas palabras, parecieron frenar los arranques de la susodicha.

Su silencio sólo terminó por darle la razón a MinHo, el cual, sin bajar la guardia, aflojó el sustento.

—Si fueras una desconocida para mí, créeme que no hubiese dudado en acercarme a tí—confesó logrando que Chaeyoung regresara a la realidad—. Pero como te conozco de memoria, ni de chiste haría el esfuerzo de cortejarte. Ten lindo día, omega terca.—masculló victorioso, sonriendole como ella lo hizo hace un tiempo atrás.

Para cuando Chaeyoung reaccionó, MinHo ya no se encontraba allí.

Una vez más, el imbécil de su hermanastro se salió con la suya.

Pero esta vez, dejando a una omega como ella, completamente desequilibrada.

Alfa presumido e imbécil.

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En los siguientes días, el comportamiento de Chaeyoung cambió inexplicablemente. Mina, MinJeong y JeongIn se encontraban sorprendidos de ver a la omega de rizos oscuros, no decir una sola grosería en contra de MinHo.

Por su parte, el alfa de cabello rubio seguía enamorando a Eugene delante de Chaeyoung, con mucha intención de por medio.

Estaba complacido de saber el punto débil de la omega, misma que mordía su lengua para no maldecirlo delante de todos.

Chaeyoung sólo se iba, molesta por dentro. Sin darse cuenta que, a su paso, dejaba notables feromonas de enojo.

"Celos. Son Chaeyoung tuvo celos de Eugene."

Apretando sus puños, golpeó la almohada reiteradas veces.

—No, no puedo estar celosa de esa barbie de plástico—acotó hablándole a la nada—. ¡Te detesto, Lee MinHo! ¡Yo no estoy celosa de esa estúpida! ¡Tú no eres mi punto débil!.—expulsó rabiosamente.

Reclama a nuestro alfa, él nos pertenece.

—Tú también deja de presionarme, entiende que no es mi alfa...

Si no vas tú, entonces tendré que buscarlo yo.

¿Qué quiso decir con eso?.

De pronto, una ola de calor se desbordó por todo su cuerpo, haciéndola retorcerse sobre la cama.

Oh no.

Chaeyoung jadeó al darse cuenta que su propia omega había adelantado el celo.

—A-alfa... M-MinHo...—llamó en un susurro.

Esto no podía estar pasándole justo a ella. Sin embargo, su boca no paró un segundo en llamar a su alfa, a MinHo.

Jsjsjs, se viene lo bueno, único aviso 🤭🤭🤭

Espero les guste mucho el capítulo.<3