06
—Ahora recuerdo lo gigantesco que es tu departamento.
Días posteriores habían transcurridos desde su reencuentro en la clínica dónde MinHo le rogó que fuese a vivir con él. Chaeyoung en un principio se rehusó a ello, sin embargo, la insistencia del mayor fue tanta que no tuvo opción de seguir rechazandolo.
Habían acordado que ambos pondrían de su parte para el bienestar del bebé, más MinHo, ya que contaba con mejor estabilidad económica que la bajita. Aprenderían del otro, aprenderían a ser buenos padres y sin dudar, aprenderían a conocerse mejor.
—Hay espacio de sobra aquí, tú puedes dormir en mi habitación y yo en una de invitados—dijo ayudándole a subir—. Ya cuando estés en tu sexto o séptimo mes, puedes trasladarte a una del primer piso para tu comodidad—explica—. Como tú prefieras, Chae-ssi.
Son asintió, observando la habitación de MinHo, nuevamente aquellos recuerdos inundaron su mente, de pronto, sus mejillas ardieron de la vergüenza.
—MinJeong y Mina-noona me ayudaron a acomodar un poco, espero no se te haga problema.—mencionó.
Chae negó, estaba perfectamente bien.
—Gracias...
—Te dejo para que te acomodes.—susurra saliendo de la habitación.
Suspirando, se sentó sobre la amplia cama. Inspeccionó absolutamente todo con la mirada, MinHo si tenía buen gusto respecto a decorado. Hasta tenía baño propio, cosa que impresionó a Chaeyoung.
De ahora en adelante, viviría allí, junto a él. Por lo menos hasta que naciera su bebé y tal vez, un poco más.
No iba a mentir, ella quería que esa mínima extensión se fuera alargando a medida que el tiempo pasa, si MinHo está dispuesto a cambiar, ella le ayudaría.
Desempacó sus cosas, acomodó cada prenda en el ropero, sus útiles quedaron en el escritorio. Aún no sabía si regresaría al instituto o estudiaría de manera virtual.
Se dió una ducha, cambiandose de ropa, bajó despacio hacía la primer planta del departamento. Su estómago de pronto sonó, era su bebé pidiendo algo de comer, por inercia se dirigió a la cocina. Quedó parada en la entrada de esta al ver a MinHo cocinar.
Observó sin querer el trasero del azabache, también creció. Incluso se notaba más alto.
—Hey! ¿Todo bien?.
Chaeyoung parpadeó estúpidamente, sus mejillas sonrojadas le causaron ternura pura a su compañero.
—S-sí, digo sí—aclaró terminando de ingresar—. Disculpa, es que me dió hambre y vine a ver si podía cocinar algo pero veo que la estás ocupando tú, asi que...
—Siéntate Chae-ssi—pidió amablemente, buscó en el refrigerador un tupper, en este, se encontraban brownies recién hechos—. Lixie los hizo, me trajo unos cuántos esta mañana—dice sacando de otros del mismo—. Aquí hay merengue, chocolate y dulce de leche. En este fresas y en este crema batida.—dijo abriendo cada tapa.
La menor juró que casi se le cae la saliva de tanta delicia que sus ojos contemplaban.
—¿Gustas alguna bebida o...
—Una chocolatada, por favor.—pide sonriente.
MinHo abriendo el refrigerador nuevamente, sacó una caja de leche, fue hacía a una de las alacenas y halló chocolate en polvo. Puso a hervir una olla con leche mientras colocaba en una taza, el chocolate. Aguardó unos minutos, cuando sintió que estaba en su punto, sirvió esta en la taza, revolvió ambos productos y se la entregó a Chaeyoung.
—Uh, que rico aroma—menciona al ver la humeante taza frente suyo—. Gracias, MinHo-ssi.
Lee sonríe de lado, dejándola degustar tranquila, regresó a su labor de terminar la cena pendiente.
—¿Te gusta cocinar?.
—Sí, de hecho, dentro de mi miles de virtudes, está la de cocinar. Lo heredé de mi padre, él siempre que podía, me daba los gustos que yo quería, yo le ayudaba y a la vez iba aprendiendo—contó—. Su esposa es repostera, tiene una tienda de dulces aquí en Seúl. Ella me ha enseñado algunos trucos para perfeccionar mis recetas de postres.
Chaeyoung escuchaba mientras terminaba de masticar una fresa bañada en crema batida y dulce de leche.
—¿Esposa? ¿No es tu madre biológica?.
—No, ella murió en el parto—comenta—. Padecía una enfermedad grave, era escoger su vida o la mía. Por supuesto, no hubo discusión sobre el asunto, ella prefirió cederme el lugar a mí. Para su cumpleaños, visitamos su tumba—dice terminando de condimentar la carne—. Papá decidió dejarme su apellido, su nombre era Lee Sarah. Obviamente no me opuse a ello, Jennie llegó tiempo después a nuestras vidas. Ella me ha criado como si fuera su propio hijo, la respeto y admiro por eso, también la quiero como mi madre. Sólo que, tal vez aún no me siento listo para llamarle así...—suspiró.
MinHo calló y puso la carne en el horno, Chaeyoung sintió pena al verlo así, por ende, rellenó unas dos fresas en chocolate y merengue, parandose, se acercó al azabache.
—Prueba, están ricas—sonríe extendiendo una—. Abre la boca, Lee MinHo y di ahhhh.—ordena.
El azabache no queriendo discutir, lo hace. Chae complacida, repite la acción con la otra fresa.
—¿Y? ¿Verdad que son deliciosas así?.
—Sí, muy deliciosas—aseguró al tragarse la última—. Sabes, hace poco empecé a tener gustos raros respecto a comida. Por ejemplo, helado de piña, ron y menta bañado en salsa de frutilla y arándano. También he tenido otros síntomas como náuseas, mareos e incluso sensibilidad.
—MinHo-ssi, ¿acaso estás embarazado también?.—cuestionó Chae en modo de broma.
—No, de hecho, visité al obstetra un día después de habernos encontrado y él me dijo que son claros síntomas del síndrome de Couvade.
—O sea que literalmente, tomaste psicológicamente algunos de mis síntomas como para aliviar mi carga—sonrió—. Con razón no sentí nada hasta hacerme el chequeo médico, supongo que debo agradecerte.
—No necesariamente, puedes tomar esto como parte de mis disculpas—inconsciente acarició el cabello de la menor—. Lixie estuvo a punto de matarme por llamarlo a las cuatro de la madrugada sólo para pedirle un pastel helado.—rió recordando los insultos del rubio y los reproches de MinJeong por tal vocabulario.
Felix podía tener carita de ángel tierno y adorable pero sólo ellos conocían el otro lado de aquel pecoso.
—Bueno, entonces estamos a la par en ese sentido. DaHyun casi me echa de su casa por molestarla con mis antojos descontrolados.—agregó.
Ambos rieron, no cabía duda que dentro de todo, podían llegar a ser un dúo un tanto caótico.
.
.
.
Chaeyoung había regresado a clases, pues, MinHo la convenció de alguna forma y ella no pudo resistirse a sus encantos, de nuevo.
Pensó que, quizá pasaría desapercibida entre los estudiantes pero, lamentablemente no fue así. Todos allí observaban, no sólo su vientre sino también que iba de la mano con MinHo.
Él le aseguró que estaría a su lado en todo momento, cosa que ablandó un poquito más el corazoncito de Chaeyoung.
Ignoraba cualquier comentario malicioso, nadie parecía quererla, pues, esos ojos desprendiendo fuego le decían todo. Sobretodo, Tzuyu.
—Admito que la hora del almuerzo se ha vuelto mi favorita.—enuncia MinHo casi queriendo devorar esa hamburguesa gigante.
—Estamos de acuerdo.—Chae tocó su estómago, relamiendo sus labios, tomó el sándwich y le dió un mordisco.
Lee no se quedó atrás, los dos cerraron sus ojos en sincronía cuando masticaron la jugosa carne.
Mina y Chan sonreían, verlos compartir juntos, causaba mucha felicidad, más que nada, en Bang. Felix junto a MinJeong llegaron también con sus charolas, ubicándose en sus puestos de siempre, se unieron a la pequeña pero amena reunión de amigos.
—¿Trajiste bombones hoy, MinJeong-ssi?.—pregunta MinHo.
—Sí, tres cajas. Una para ustedes, otra para mí y Lixie, y otra para Chan-oppa y Mina-unnie.—mencionó haciendo entrega a cada pareja.
Chaeyoung le agradece, abriendo esta, saca un bombón. Quitándole la envoltura, ve a MinHo y le pide que abriese su boca.
El azabache acató tal pedido, Chae sonríe dejando el dulce dentro. MinHo tampoco se queda atrás e imita a su rubia bajita.
Los cuatro restantes no creían lo que estaban viendo. ¿Desde cuándo estos dos se están comportando cómo una verdadera pareja?.
Sólo faltaba que alguno de los dos le robara un beso al otro, no sucedió eso pero sí que Chaeyoung masticó un poco de la hamburguesa de MinHo.
—Frijolito pidió otro pedazo, no puedes negarselo a tu hijo, MinHo-ssi.—justificó.
—Deberíamos ir pensando en un nombre para nuestro frijolito. Acepto ideas.—apuntó a sus amigos.
Chan balbuceó, pues, lo tomaron desprevenido. Felix pensaba mientras que, MinJeong y Mina tiraron nombres al azar sin siquiera considerar su significado.
—No entiendo, usualmente los bebés se dejan ver después de las dieciséis semanas o a veces ni se dejan ver hasta el nacimiento.—protestó Bang.
—Mi bebé es único y diferente, ¿oíste hyung?.—señala amenazante.
El australiano mayor asintió y elevó sus manos en son de paz.
—Me gusta JiSung o JeongIn, ¿tú qué dices, Honnie?.
—Veamos... ambos empiezan con j pero terminan en g y n, asi que...—espetó pensante—. JeongIn me gusta más, si, Lee JeongIn suena bonito.
—Está decidido entonces, ¿escuchaste frijolito? Ya tienes nombre, ¿te gusta, verdad?.
Chaeyoung tocó su vientre, de pronto, sintió como el pequeño se movió dentro.
—MinHo, JeongIn se movió—sonríe sorprendida, el mayor lleva una mano a su vientre y efectivamente siente el movimiento de su bebé—. Eso significa que sí le gustó.
Sus amigos también se acercaron para verificarlo, JeongIn volvió a moverse, causándoles sonrisas amplias.
MinHo desde su lugar, solloza despacio. No quería apresurar el tiempo pero en verdad ansiaba internamente, tener a su pequeño JeongIn entre sus brazos.
Espero les guste mucho el capítulo.<3
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