—No era necesario venir hasta aquí, Chan.

—Lo es, Lee MinHo. Ahora siéntate y esperemos a ser atendidos.—regañó Bang.

Felix llegó minutos después, no entendía exactamente porqué estaban en una clínica, esperando a un obstetra. Quiso preguntarle a su hyung mayor pero él no le dió ni una respuesta más que "ya sabrás."

—Dios, no tengo paciencia para esto, déjame ir. Quiero dormir, Bang Chan.—se quejó nuevamente MinHo.

Sólo recibió un manotazo en su cabeza y un "quédate quieto o te doy tu merecido, idiota." Cosa que, hizo al azabache, callarse y obedecer.

—Ahora que sabes el sexo del bebé, cuídate mucho y no olvides de hacer reposo, apenas llevas tres meses de gestación. Te espero el siguiente mes, Chaeyoung.—sonrió BaekHyun desde la puerta.

—Lo haré doctor Byun, gracias.—respondió ella.

Al salir con DaHyun del consultorio, quedaron de piedra cuando a poca distancia hallaron a MinHo junto a sus amigos, viéndolas de la misma forma. Por inercia, tapó su vientre e intentó irse de ahí pero lamentablemente el brazo de Lee, le impidió escaparse.

—¿Chae-ssi?.—preguntó sorprendido, dirigiendo su vista hacía el abultado vientre de la menor.

—Déjeme ir, no sé quién es usted.—dijo intentando zafarse.

—Lo sabes, muy bien—habló—. Nos debemos una charla, ¿no te parece?.

Chaeyoung soltó un bufido, rendida, miró a DaHyun.

—No te preocupes, será rápido.—emitió soltandose de su agarre para ambos, ir a un lugar más cómodo.

DaHyun suspira, saludando a Chan y Felix, procedió a sentarse a un lado de Bang.

—Sí, ese bebé es de su amigo—contestó ante las miradas interrogantes—. Será un niño.

Lo único que pudo salir del par de australianos fue un "¡¿CÓMO?!".

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Estando en una cafetería frente a la clínica, Chaeyoung y MinHo aguardaban sus respectivos pedidos.

A Son le sorprendió la cantidad de cosas que Lee pidió, ahora que veía mejor al azabache, este había entrado un poco en carne. Sus cachetes, sus piernas y sus brazos, salvo el abdomen que seguía viéndose perfectamente.

Continuaba estando tan guapo como antes.

—Asi que...—susurra—. ¿Estás esperando un bebé?.

—Que buena vista tienes, Lee MinHo—responde sarcástica—. Sí, estoy embarazada. Tengo tres meses.—añade.

—Vaya... Entonces, no te importaría si te pregunto de quién es—espetó algo temeroso—. S-sólo si quieres decirme obviamente.

¿Está nervioso? Claro que sí, eso se podía notar y Chaeyoung se aprovecharía un poco de ello.

—¿Y para qué quieres saberlo? Creí que nosotros no nos volveríamos a ver nunca más, dudo que te interese mi vida después de esa vez.—alude cruzada de brazos.

MinHo por primera vez en su vida, agacha la mirada, ni siquiera sabe la razón de sentirse culpable o bueno sí, actuó como un completo idiota ese día. Hirió a Chaeyoung, lo aceptaba y sus meses de ausencia, por alguna razón, causaron que empezara a considerar un cambio en su vida.

—Y-yo—de pronto pequeñas lágrimas cayeron sobre sus mejillas, detestaba esa estúpida sensibilidad que surgió sin siquiera darse cuenta—. Quería disculparme contigo...—completó sincero.

Chae jadeó asombrada, de pronto, sus dos ojos se encontraban demasiado abiertos para lo que sus oídos acababan de escuchar.

—¿Hablas de verdad o te estás burlando de mí?.

—Es verdad, quiero disculparme. Fui idiota al tratarte de esa manera, no sabía qué tanto iba a afectarme tu ausencia—dijo—. Desde que desapareciste, algo hizo click en mi mente y... Bueno, dejé de frecuentar clubes e incluso dejé esa vida de... ya sabes, no he vuelto a dormir con nadie más.

Chaeyoung no creía lo que estaba presenciando justo ahora, ¿este es el mismo Lee MinHo que conoce?.

Era increíble que, de su boca salieran palabras tan... ¿sinceras?. Por algún motivo, le creía. Quizá era el hecho de estar aún enamorada de él que hacía a su corazón, ablandarse rotundamente. Añadiendo las lágrimas que caían de sus ojos, seguramente todo se debía al embarazo.

—¿Te golpeaste la cabeza?—cuestiona confusa—. Es que, me parece raro que alguien como tú, se esté disculpando y... aclarando estas cosas.

—En palabras que me pueda entender, fuiste tú quién generó tal cambio... Digamos que, te extrañé...—murmura.

—¿Me extrañaste? ¿A mí?—enuncia totalmente extrañada—. Eso sí es de no creerlo, Lee MinHo, el chico guapo, juguetón y sobretodo adicto al sexo, ese mismo chico, me extrañó a mí... A la nerd de su clase, a la que nadie le interesaba acercarse y a la que continua estúpidamente enamorada del idiota que la lastimó con sus palabras. Vaya, esto si es de telenovela... Sabes MinHo, yo también te extrañé mucho, todos los días me preguntaba si había sido egoísta de mi parte el haberme ido tan así del instituto, sin embargo, parece que de algo sirvió mi ausencia.

—Lo sé, sé que fui un imbécil de primera contigo pero en ese entonces no conocía mi otra parte, esa que, está liada a sentimientos encontrados—suspira frustrado—. Escucha, entiendo si te parece irreal que me esté disculpando contigo y que te confiese esto pero es verdad, te extrañé mucho Chaeyoung y hasta entonces he buscado las palabras exactas para no quedar como un idiota—aludió—. Dios, no puedo explicarlo de otra forma... Verte nuevamente... Sentí alegría, alivio, felicidad de saber que aún sigues aquí... Aunque ahora hayas decidido continuar con tu vida—mencionó refiriéndose a su embarazo—. No quería quedarme con este peso de culpabilidad sobre mis hombros... Mereces ser feliz, mereces olvidarte de mí y-...

—Este bebé es tuyo, MinHo—interrumpió—. Es un niño, crece sanamente día a día—reveló—. Y ¿acaso no oíste que sigo enamorada de tí?—sonrió a la vez que solloza—. Te perdono, claro que lo hago porque sé que no podía obligarte a que te gustara ni otra cosa similar teniendo ese tipo de relación, no obstante, quizá para generar un poquito de confianza... Necesitas más que sólo palabras.

Lee parpadeó, retomando lo primero que había dicho. Elevó un dedo en señal de que volviera a repetirlo, sin embargo, no sabe en qué instante, cayó desplomado al suelo.

Oyó apenas cómo Chaeyoung gritaba su nombre, luego de ello, todo se entonó oscuro.

Así es, MinHo se había desmayado.

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Media hora después, el azabache despertó. De a poco sus ojos fueron visualizando su entorno, efectivamente supo que estaba en una camilla, internado.

Vió a sus dos amigos sentados, Felix notó primero que había despertado, Chan le siguió y los dos se acercaron hasta él.

—Dios, me asusté mucho.—espetó el australiano mayor.

—¿Qué sucedió? Me duele la cabeza.—habló tocándose dicha zona.

Tanto Lee como Bang intercambiaron miradas de preocupación. El silencio abundó en aquel cuarto.

—Bueno, cómo explicarlo...—murmura—. ¿Sí recuerdas que hablaste con Chaeyoung?.

—Desde luego... Estábamos conversando en una cafetería, me disculpé con ella y...—se detuvo cuando Chaeyoung apareció ante sus orbes, notó el vientre de la menor, luego la vió allí, parada frente a él—. ¿Es cierto?.

—Lo es—respondió—. Es tu bebé, MinHo.

El silencio regresó, bueno, hasta que el mismo MinHo decidió romperlo.

—Déjenos a solas, por favor.—pide viendo a Chan y Felix.

Asintiendo, salen del dormitorio y dejan a los dos solos.

—Acércate, Chae-ssi.

Ella lo hace, tímidamente lo hace.

—Oye, sé que esto es impactante para tí, créeme en decir que no fue intención mía quedarme así. Esa noche, ninguno se cuidó, yo olvidé por completo tomar la pastilla y... Lo siento, de verdad que sí, no estás obligado a hacerte cargo, entenderé perfectamente si no lo quieres, buscaré un empleo, mantendré al bebé san-...

MinHo tapó su boca con una de sus manos.

—Deja de disculparte, ese bebé es tanto responsabilidad tuya como mía—suspiró—. Quiero hacerme cargo de nuestro bebé. Te ayudaré en cuánto a gastos, iré contigo a cada chequeo médico y por sobretodo, amaré con mi alma a este pequeño que tienes en tu vientre—posicionó una mano en el mismo—. Prometo cambiar, prometo cuidar de ambos y... prometo que aprenderé a amar.—finalizó con una sonrisa.

Chaeyoung sollozó, sintiéndose sensible, terminó por abrazarlo.

—Aish, no sé si algún día te vas a enamorar de mí, sin embargo, haré hasta lo imposible por conseguirlo.—dijo aún con lágrimas pero esbozando una enorme sonrisa.

MinHo rió de lado, permitiéndose acariciar su rubio y sedoso cabello.

Desde afuera, Chan y Felix suspiraron tranquilos y felices de saber que esto sería un cambio rotundo en la vida de su mejor amigo. Por supuesto, ellos estarían presentes para ayudarle a que ese cambio, sea para bien.

¿Bonito? Claro que sí, jsjs.

Espero les guste mucho el capítulo.<3