♡◖ ! 16 % amapolas ‹ ˖ぅ
Una pequeña parte de su ser era escéptica y aún no podía creer todo aquello, los hombres lobo era fantasiosas invenciones de cuentos infantiles creadas para asustar a los niños, los seres sobrenaturales no existían fuera de las leyendas y los mitos. Pero, algo muy dentro de Jisung, una voz interna que ni siquiera sabía que tenía, le gritaba que aquello era real, que Minho acababa de convertirse en un hermoso lobo plateado y que podía leer su mente. Que la conexión que tenían era tan fuerte que, de alguna manera, se pertenecían mutuamente.
━ Eres un lobo hermoso.
━ Jisung, lo único hermoso que hay aquí, eres tú.
Jisung se sonrojó y apartó la mirada, con la mano aún acariciando el suave pelaje del animal.
━ Vamos, sube.
━ ¿Cómo?
Minho cabeceó, señalando su lomo con el hocico.
Jisung se acercó lentamente, dudoso. El gran lobo grisáceo dobló sus patas para dejar que Jisung montara sobre su lomo. Con algo de dificultad, consiguió subir al animal y reafirmarse con fuerza en su pelaje, se inclinó sobre su montura con los músculos agarrotados y en tensión, preparado para caer en cualquier momento.
━ ¿Estás listo? ━ Preguntó Minho divertido.
━ No.
━ ¡Vamos!
Minho empezó a correr, sintiendo el ligero peso de Jisung a su espalda. Se sentía feliz, se sentía completo pudiendo estar junto a su pareja en su forma animal. El alarido de terror de Jisung se transformó en un grito de júbilo cuando sintió el viento golpear su rostro y la adrenalina correr por sus venas. Aquello era distinto a todo lo que había vivido hasta el momento, incomparable a montar en moto o a cualquier atracción de un parque de atracciones. Su cuerpo se fue relajando y se incorporó ligeramente, lo justo para apreciar cómo los árboles parecían correr a su alrededor y cómo las potentes patas de Minho quebraban ramas y raíces a su paso.
━ ¡Esto es increíble!
━ Sabía que te gustaría.
Jisung podía sentir la felicidad de Minho mezclándose con la suya propia en sus pensamientos. Aquel momento, le gustaría poder preservarlo para siempre.
El lobo corrió incansables kilómetros disfrutando de la carrera y del contacto con Jisung, sintiendo el aire puro de la naturaleza peinando su pelaje, escuchando al resto de criaturas del bosque y el acelerado ritmo cardíaco de su amado humano. Esa era su idea de paraíso. Bordeaba el exterior de la frontera de su manada, justo en el inicio de aquellas tierras que ya no les pertenecían, pero no podía arriesgarse a que los suyos encontraran a Jisung. Redujo la velocidad cuando llegaban al lugar que buscaba, aquel claro al que a veces corría buscando algo de paz. En esa época del año, aquel sencillo trozo de bosque se convertía en un lugar idílico, con la clara luz del Sol cubriendo la explanada y con un millar de amapolas cubriendo el suelo con su manto.
━ Esto es precioso...
Precioso, Minho creyó que era irónico. Jisung admirando la belleza de algo cuando lo único que Minho podía encontrar "precioso" era a él.
━ Lo encontré un día por casualidad, es mi pequeño secreto desde entonces. En realidad, ni siquiera deberíamos estar aquí.
Jisung bajó y caminó con lentitud entre las flores, aquel idílico paisaje era con diferencia lo más hermoso que había visto. Minho, mientras tanto, regresó a su forma humana y se limitó a observar a Jisung. Justo ahí, en mitad de aquel campo de amapolas, era fácil creer que Jisung era algún tipo de criatura sobrenatural, demasiado pura y perfecta para ser humano. Jugaba entre las flores rojas, rozando los finos pétalos con sus dedos, y sonriendo como si cualquier preocupación se hubiera evaporado de su ser. Minho sentía su pecho arder en un sentimiento que era demasiado grande para ser descrito. Jisung era hermoso e inocente, correteando como un niño entre las amapolas. Protegerlo, cuidarlo, nuestro, es nuestro. Su lobo gruñía, y él estaba de acuerdo. Nunca dejaría que algo malo le ocurriese a una criatura tan perfecta, lo mantendría a su lado sin importar cómo, porque le amaba, porque eran un mismo ser que se había podido separar solo para que Minho admirara y deseara el hermoso cuerpo de Jisung.
Se acercó lentamente hasta su espalda, y envolvió los brazos en su cintura, apretándole contra su pecho. Jisung se apoyó en él, dejando reposar la cabeza en su hombro y tomando las manos de Minho sobre su cintura.
━ No me dejes nunca...
Aquellas palabras eran apenas un susurro, pero cargaban más significado que cualquier grito al aire. Jisung sonrió, y se apretó más contra el firme pecho a sus espalda, como si todo contacto fuera poco.
━ Nunca. ━ Respondió con seguridad.
Minho besó su cuello y él se giró, mirando aquellos ojos obsidiana que parecían adorarle. Sonrió, y Minho sintió cómo su corazón sonreía también. Sus labios tenían mejores planes. Tomó la boca de Jisung en un beso suave, disfrutando de sus carnosos labios con parsimonia, deleitándose con su dulce sabor. No había una sensación comparable a la de besar a Jisung. Llevó las manos a su cintura y apretó, acercándolo más a su cuerpo. Jisung rió en respuesta. Minho cortó el beso y le miró con el ceño fruncido.
━ Lo siento, me has hecho cosquillas.
Jisung le miró bajo sus pestañas, con la cabeza gacha y una expresión adorablemente arrepentida. Minho sonrió con malicia.
━ Así que tienes cosquillas, ¿eh?
Antes de que Jisung pudiera alejarle, las manos de Minho ya estaban presionando sus costados, arrancándole carcajadas involuntarias.
Jisung reía, y Minho reía con él.
Jisung consiguió escapar del ataque de las cosquillas e intentó huir, pero en unos pasos notó como el suelo desaparecía bajo sus pies y cómo Minho lo cargaba sobre su hombro. Gritó.
━ ¡Bájame!
Forcejeó sin verdaderas ganas y siguió riendo porque ya no podía parar. Minho tropezó y ambos cayeron suavemente sobre la mullida hierba, con un lecho de amapolas bajo sus cuerpos y aún riendo sin control. Cuando sus miradas se encontraron, las carcajadas cesaron. Jisung se acercó a Minho y apoyó la cabeza en su pecho, sintiendo los acelerados latidos de su corazón contra la oreja.
━ ¿En qué piensas?
━ En ti, en cómo nos conocimos.
Minho llevó su mano al cabello de Jisung y comenzó a acariciarlo.
━ ¿Qué hacías en el bosque aquella noche?
━ Quería alejarme de mi casa.
━ ¿Por qué?
━ Discutí con mi madre.
━ ¿Vas tú solo al bosque en mitad de la noche cuando discutes con tu madre? ━ Preguntó Minho con el ceño fruncido.
━ Aquella discusión fue diferente.
El tono de Jisung sonaba triste, realmente le costaba hablar de aquello. Minho podía sentir la angustia de su pequeño humano en el pecho, envolvió su menudo cuerpo entre sus brazos, intentando reconfortarle.
━ Puedes contarme cualquier cosa, lo sabes, ¿verdad?
Jisung asintió contra su pecho, sintiéndose mejor con el protector abrazo de Minho.
━ Mi madre nunca está en casa, tengo suerte si la veo un par de veces a la semana. Sé que trabaja, y que yo ya soy demasiado mayor como para necesitar la atención de mi madre pero...me siento tan solo a veces. Lo hace por mi bien, lo sé, ella trabaja mucho por mí, porque, desde que nos quedamos solos, las deudas se nos han venido encima. Todo sería mucho más fácil si nos marchásemos de aquí, si fuéramos a otro lugar y alquiláramos un pequeño piso solo para nosotros, yo podría buscar un trabajo y ayudarla con el alquiler. Pero ella no quiere, nunca se alejará del lugar donde conoció a mi padre. Aquella noche, yo se lo reproché, me atreví a echarle en cara a la mujer que lo ha dado todo por mí que está esperando a un hombre que nunca va a volver, a un hombre que nos abandonó cuando apenas tenía un año. No había tenido un buen día, pero eso no es excusa para todo lo que dije. Creo que todo el dolor y el resentimiento que siento hacia mi padre estalló y todo se me fue de las manos. Mi madre gritó, yo grité. Nunca habíamos hablado de esto. Al final, acabé yéndome con un portazo.
━ ¿Tú padre los abandonó?
Minho no quería presionar, podía sentir el dolor de Jisung en cada poro de su propia piel, pero la curiosidad le mataba. Quería conocer cualquier aspecto de la vida de Jisung, por insignificante que fuera.
━ Sí, lo único que sé es que un día se fue, desapareció sin más, sin dar motivos ni explicaciones.
━ Lo siento.
Jisung alzó la cabeza y le regaló a Minho una suave sonrisa cariñosa. Era increíble cómo Jisung podía seguir sonriendo sin importar el dolor que sintiera.
━ No entiendo cómo alguien podría abandonarte, seguro que eras un bebé precioso.
Jisung rió suavemente y Minho sonrió. Había conseguido hacer feliz de nuevo a su pequeño.
━ Para nada, era una pequeña bolita rosa.
Minho apretó su mejilla.
━ Adorable.
La sonrisa de Jisung se ensanchó.
━ Y tus padres, ¿cómo son? ¿Te llevas bien con ellos?
El rostro de Minho se ensombreció al recordar la mentira que le dijo a Jisung cuando se conocieron, que él vivía con sus padres. Ojalá.
━ La verdad es que te mentí, mis padres murieron cuando yo era un adolescente.
Jisung enmudeció.
━ Minho...yo...lo siento tanto...
Esta vez fue Minho el que sonrió dulcemente ante el rostro abatido de Jisung.
━ No importa, pequeño. Ya está superado.
Jisung decidió no meter más el dedo en la llaga. Sin embargo, decidió resolver una duda que llevaba días rondándole la cabeza. Se incorporó, sentado sobre los talones, con los muslos de Minho entre sus piernas.
━ Dime una cosa.
Minho se incorporó también, apoyado sobre los brazos extendidos a su espalda y mirando el curioso rostro de Jisung desde abajo.
━ ¿Cuántos años tienes?
━ Ciento ochenta y tres.
Los ojos de Jisung se abrieron de par en par y su boca estuvo a punto de tocar el suelo. Minho estalló en carcajadas.
━ ¡Oye, no te burles de mí!
Jisung abultó sus labios en un puchero.
━ Lo siento, lo siento. ━ Minho seguía riendo. ━ Tengo veinticuatro.
━ Wow, a ver cómo le explico ahora a mi madre que estoy saliendo con un hombrelobo seis años mayor que yo.
Minho rió.
━ Podrías presentármela, seguro que la enamoro con mis encantos naturales.
Jisung negó con la cabeza sonriendo divertido.
━ Seguro.
Y no volvieron a hablar hasta que Minho decidió liberar sus labios.
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