𝖽𝗈𝗌ㅇㅅㅇ
Pete se encontraba disfrutando de la brisa en el parque, aún si los molestos sonidos del ambiente perturbaban su paz, salir de vez en cuando le parecía algo totalmente innecesario.
Tan perdido estaba en sus pensamientos, que no se dió cuenta cuando dos pequeños se acercaron hacia él, hasta que sintió el tirón de su pantalón por parte de ambos.
– Oh, hola pequeños – les saludó con ternura, le causaba gracia que las mejillas de ambos se encontraban sonrojadas por el calor.
– Hola Phi – saludó con un tono aniñado el niño.
– Phi, dice mi hermano que le gustas – dijo la pequeña niña con algo de dificultad, al parecer era algo menor que el otro pequeño.
Ahora fueron las mejillas de Pete las que se volvieron algo rositas, por el comentario de la niña, volteó a ver a su acompañante y él solo le sonreía.
– ¿Le gusto a tu hermano, pequeña? – la niña asintió, agrandando su sonrisa, Pete río con pena – Ay, que cosas, recuerdo haber tenido varios crushes en mi niñez, pero no a una edad tan temprana.
Pete le calculaba unos 5-6 años al pequeño, le parecía curioso y algo gracioso que tan chiquito se haya fijado en él.
El menor estaba pensativo, pero al ver la mirada del mayor frente a él entendió porque el chico lindo se había sonrojado.
— Oh Phi, Lanai no se refiere a mi, usted no me gusta — la sonrisa nerviosa que tenía Pete pasó a ser una de confusión.
Su mirada se intercaló entre ambos hermanos para después hablar.
— Pero tu hermanita dijo que... — señaló a la pequeña, quién empezó a negar.
— P'Vegas es a quien le gustas.
— ¿Qué le gusto a quién?
— A mi — se escuchó una voz detrás de él, la cuál le mando un escalofrío que recorrió su columna e hizo que su cuerpo se pusiera firme. – Lanai, Venecia, no se vuelvan a ir así de mi lado de nuevo.
Volteó poco a poco, aún aturdido por las sensaciones que una simple voz le causó.
Se encontró con un joven apuesto, quién vestía una simple camisa blanca y unos jeans, un estilo nada fuera de lo que estaba acostumbrado, pero que le quedaba malditamente bien.
Pete se preguntó ¿Cómo es que a alguien se le puede ver tan bien un conjunto tan casual?
— Pues... ¿Pueden ser los genes? Mi madre es realmente hermosa, Lanai y Venecia fueron los que más heredaron rasgos de ella — le contestó el apuesto chico.
¡Diablos! ¿Había hecho la pregunta en voz alta? Pete realmente deseaba con todas sus ganas ser un avestruz y esconder su cara en la tierra, sentía sus mejillas aún mas calientes, podía asegurar que parecía estar haciéndole competencia a un tomate.
— Aww parete una mantanita — dijo la pequeña, que ahora reconocía como Lanai, señalando sus mejillas ahora aún más sonrojadas.
ㅇㅅㅇ
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