Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• Epílogo: Postres •

San •

Un día simplemente entré a un curso de repostería y ví a un chico lindo que era mayor que yo. Un día simplemente mis ojos tímidos miraron a ese joven extremadamente lindo y ahora solamente...

Miro a ese mismo joven cocinar a mi lado, pero ya no estamos en ese curso, no, es mejor.
Miro a ese chico y él está atendiendo nuestra pastelería mientras yo estoy descansando un poco en el mostrador. Nuestro hijo mayor está con su novio ayudando un poco porque el lugar estaba algo lleno, nuestra hija del medio está cantando en el pequeño escenario que tantos recuerdos me traía y nuestras pequeñas gemelas de dos años, Ahyun y Arin estaban en sus sillitas comiendo justo al lado mío.

¿Alguna vez podría haberlo imaginado?, quizás, no lo sé, pero aún así cada día me sentía más sorprendido y afortunado.

Miraba a ese hombre y simplemente no podía evitar sonreír.

Wooyoung, mi chico lindo, el que me pone apodos cursis y cocina de maravilla. Jung Wooyoung, el que me dió un hogar, un trabajo que amo y una familia.
Wooyoung, el que aún después de ocho años de casados y doce de relación me mira con un brillo tan adorable en sus ojos. El que me sonríe como la primera vez, el que me besa con dulzura y aún me desea como un adolescente (a veces me desea demasiado, hombres).

Hoy, hoy tengo 30 años y mi Woo tiene 32. Hoy soy un hombre feliz, casado, amado. Hoy tengo una familia, hoy me miro y pienso que cambié y maduré muchísimo. Hoy estoy orgulloso de mí y de lo que soy.

Oh, pero algo no había cambiado y tampoco cambiaría nunca.

Yo seguía levantandome en la madrugada a comer postres.

¿Cuándo es que comencé a hacer eso?, no tengo idea, solo es como si mi cuerpo ya supiera lo que tengo que hacer justo en la madrugada, pero, en algún momento comenzó.

¿Fue cuando me casé?, no, siendo solamente el novio de Woo también hacía aquello.
¿Wooyoung y su presencia me daban apetito?, pues sí, quizás, pero no exactamente de postres en realidad.
¿Entonces que era?

Decidí no darle más vueltas al asunto cuando Wooyoung se acercó a mí y besó mi frente para después ayudar a las niñas a limpiar sus boquitas por haber comido recientemente.

— ¿En qué tanto piensas, frutita?

— En ti.

JUNG WOOYOUNG SE SONROJÓ, amaba que eso le pase por mí.

— ¿Y qué pensabas sobre mí?

— Que desde atrás tu cabello se ve despeinado

— Cruel.

Le sonreí y luego le lancé un beso que fingió atrapar y guardar en su corazón. Mi gran y lindo tonto.

— Oye Wooyo...¿te parece si ésta noche tenemos una cita?, nuestras tres chicas han estado esperando ir a visitar a sus abuelos desde que vinieron de visita, creo que solo quieren aprovechar que la casa que alquilan tiene piscina dentro

— Llamaré a mis padres y le diré a Hyunie, gatito.

Besó mis labios y luego la frente de las pequeñas antes de alejarse.
Suspiré embobado y luego giré al frente cuando un cliente se acercó para pagar.

~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~

La cita había sido una maravilla.
Salieron a cenar, luego a tomar un helado y por último simplemente decidieron caminar un poco tomados de la mano y disfrutando de el clima el cual, por suerte, aún no estaba del todo frío y mucho menos nevado, Wooyoung odiaba la nieve.

Cuando volvieron a casa, tomaron una ducha, se pusieron sus pijamas y se acostaron abrazados.

San no pudo evitar quedarse embobado mirando a su esposo. ¿Cómo es que existía alguien como él?.

Miró esos ojos tan expresivos que su chico tenía, esa nariz que a veces Woo decía que era grande y sin embargo Choi la amaba con todo su corazón. Miró los esponjosos labios que amaba besar y, Dios Santo, Wooyoung había dejado crecer un poco su cabello y esa media coleta que usualmente llevaba desaparecía para la hora de dormir, provocando que algunos cabellos tapen ligeramente su rostro pero, volvía a repetir, ¿cómo es que existía alguien como él?, con esa marcada mandíbula y esa sonrisa traviesa que...

Oh, Wooyoung notó que lo estaba mirando demás.

— ¿Estás disfrutando la vista, caramelito?

— Creo que disfrutaría más si pudiera bajar la mirada y seguir encontrado esa belleza que te cargas, Jung.

Bien, Woo no esperaba ese comentario atrevido de San, al menos no tan repentinamente.

— ¿Sin camiseta me aceptas?

— Sin el resto es más adecuado.

Jung ya sospechaba por dónde quería ir su chico, ¿y quién era él para negarle algo al amor de su vida?, exacto, nadie.

[+18]
[ Pueden adelantar ésto sin problema♡ ]

— ¿Que tal si me ayudas con eso, cariño?

San no dudó en acercarse y, antes de poder hacer algo, decidió besar a su esposo para ir aumentando el calor del momento.

Con cuidado y sin apuro, Wooyoung se puso sobre San, entre sus piernas y se tomaron el tiempo de besarse en esa posición, no dejaron pasar los roces de sus entrepiernas y, de hecho, Woo decidió presionarse y fingir pequeñas embestidas sobre la ropa que aún llevaban puesta.

El mayor de los dos abandonó los labios de su pareja para bajar los besos a su cuello, ya sin mucho autocontrol beso, lamió y mordió aquella zona con algunos jadeos de por medio gracias a la deliciosa fricción que estaban teniendo ahí abajo.

San decidió quitar la camiseta de Wooyoung sólo para poder rasguñar su espalda con mayor comodidad, eso ya no era secreto para ninguno de los dos.

Jung aprovechó y también retiró la de San, y, con una sonrisa, decidió también quitar el resto de las prendas, no perdería la oportunidad de mimar el cuerpo de su chico.

— ¿Cómo es que puedes ser tan lindo?

Las mejillas de San tomaron un ligero rubor ante las palabras de su esposo y le sonrió mientras acariciaba su abdomen, rodeando luego su cintura y por último llevar sus manos a la espalda de Wooyoung, pasando ligeramente las uñas.

— Y tú, ¿cómo puedes ser tan sexy?, vas a volverme loco

— Ni siquiera estoy dentro aún

— Apresúrate, quiero sentirte

No obedeció rápidamente las órdenes.

Primero jugó con los pezones del más joven, luego, sin apartar una de sus manos de los botoncitos de su esposo, atendió su entrepierna. Por último, usó su lengua en la entrada del mismo y terminó usando lubricante para prepararlo correctamente y no lastimarlo.

— Vamos Wooyoung, rápido, me siento tan vacío justo ahora

— Tranquilo caramelito, ya voy.

Woo terminó de desvestirse, tomó un condón y, luego de colocarlo y pasar un poco más de lubricante por su entrepierna, se acercó a San para entrar de una vez por todas.
Sanie, como buen chico, abrió un poco más las piernas, diría que incluso lo hizo inconcientemente, ¿memoria muscular, tal vez?, algo así diría Wooyoung para reírse un poco de su gatito, pero ahora no haría eso si no quería obtener un apretón en su pene y un rasguño del cual podría quedar una eterna cicatriz.

Bien, quizás exageraba un poco.

— Oh mierda, Jung, siquiera avisaste

— ¿Ups?

Wooyoung había entrado de una sola embestida para evitar que duela si lo había lentamente, era una mente maestra, o algo así diría si el momento fuera adecuado para una broma, pero no, San solo quería concentrarse en dejar de sentir ese pequeño ardor inevitable en su culo.

La pareja decidió besarse y acariciar un poco al otro para relajar sus cuerpos y así lograr que el menor pudiera acostumbrarse con calma, lo cual se logró bastante rápido.

— Muévete, lo quiero rápido, por favor

Ésta vez Wooyoung si obedeció.
Tomó la cadera de su lindo chico y comenzó con las embestidas rápidas, justo como el menor lo había pedido.

Los gemidos de San no tardaron en aparecer, a decir verdad no era la persona más silenciosa del mundo en cuanto al sexo se trataba, pero sorprendentemente, el más ruidoso de los dos era Wooyoung.
No es como si gimiera a gritos, no, para nada, pero si soltaba gruñidos y ni hablar de cuando se trataba de sexo oral, se podría decir que era extremadamente sensible en su entrepierna cuando se trataba de Jung Choi San.

— Más Woo, por favor, más

Lo mucho que le costó a San decir esas palabras hicieron al mayor sonreír, ¿y cómo no hacerlo?, si tenía a esa belleza de piernas abiertas debajo suyo recibiendo su pene con tanto placer, con el cabello desordenado, sudor bajando por su frente, lágrimas de placer que había comenzado a soltar cuando Woo tocó su punto y ahora estaba rogando por más porque sabía que iba a venirse.

Una obra de arte.

— Pide mi amor, anda, sabes que me gusta

Y así lo hizo. San lloriqueó por más hasta que pudo tener su orgasmo el cual lo hizo arquear su espalda y apretar al rededor de Wooyoung.

— Quiero...

Le costaba hablar, Wooyoung no detenía las embestidas y estaba extremadamente sensible por ese orgasmo prolongado gracias a que su esposo no estaba teniendo mucha compasión con su punto.

— En mi cara, Woonie, lo quiero en mi carita

Oh, era eso.
Sabiendo que ya estaba a nada de venirse, Wooyoung salió del interior de su chico, se sacó el preservativo y se masturbó en frente de su carita.

San recibió aquel orgasmo con los ojitos cerrados y su lengua afuera.

— Delicioso postre de madrugada, ¿no gatito?

Woo ayudó a limpiar con su dedo el rostro de San y el mismo luego metió el dedo de su esposo en su boca para terminar de tragar aquello.

— De todas formas quiero postrecito, el sexo me da hambre y sed.

— Bien, vamos.

[ Fin de la escena +18 ]

Wooyoung se encargó de ayudar a San a limpiarse y se dieron una rápida ducha juntos para sacar el mal olor.
Luego, mientras Sanie comía un pedacito de postrecito de oreo que había sacado de la pastelería, Woo ventiló un poquito la habitación y cambió las sábanas, habían quedado algo mojadas.

San lavó lo que había utilizado para comer y volvió a la habitación, eso sin poder caminar del todo bien por ahora, pero estaba seguro de que mañana estaría como nuevo.

— ¿Ya sacaste el olor feo?

— Si chocolatito, ahora ven, mimir.

Sin poder evitarlo, Sanie se lanzó a los brazos de Woo y éste lo cargó con cuidado, para después recostarlo en la cama y ponerse a su lado.
Los tapó bien, abrazó a su nene bonito y ya estaban listos para dormir.

— Buenas noches, Woonie bú

— Buenas noches, postrecito.

Porque Jung Wooyoung era el postre que San no quería para una sola madrugada.

Sanie se escabulle todas las noches para comer algún postre de esos que prepara con su esposo, sí.
Pero bien, quizás también podría tener de postre a su esposo, siempre. En la madrugada, en la mañana, en la tarde, en la noche y por toda la vida.

San disfrutaría de sus ricos POSTRES.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro