— Woo amor~

— No San, no tendremos un mono.

— De hecho te iba a decir que tengo hambre pero sigo queriendo un mono.

— ...¿Qué cocinamos?

— Ja!, cocinamos dice, sé un esposo de cuentito de hadas y cociname para consentirme

— Hay membrillo, ¿qué propones?

— Buscaré en Google

Y así lo hizo, buscó recetas dulces con membrillo y le mostró a Wooyoung una que le llamó la atención.

— ¿La intentamos?, si queda bien podemos vender la receta

— Claro, vé diciéndome los ingredientes

Y así, siguiendo los pasos, terminaron comiendo una rica Pastafrola, aquella receta que con seguridad pondrían a la venta.

— Ésto es delicioso, además arriba le podemos hacer otro tipo de decoraciones con las tiras de masa, así no queda tan común

— También será fácil hacer porciones individuales para los pedidos que hacen con bebida incluida, voy a agregarla a la lista

Wooyoung tomó aquella libreta que usaban para anotar cosas del trabajo y en la lista de todo aquello que vendían, agregó la nueva tarta que aprendieron a hacer, mientras tanto San, en otro cuaderno, escribía la receta de manera bonita ya que bueno...Wooyoung no tenía la letra más entendible del mundo, ese trabajo mejor se lo dejaba San.

— Bueno, iré a la ciudad a comprar un par de cosas, vuelvo en la noche, te estaré enviando mensajes

— Llámame al llegar, ¿sí?, y por favor...¿podrías ver si consigues el libro que te mostré el otro día?

— Claro amor, lo que quieras

Así, después de prepararse y recibir besos de su esposo, Wooyoung fue a la ciudad, San abrió la pastelería para la hora de la merienda y se quedó atendiendo hasta las nueve, cuando cerró, fue a tomar un baño.

Se relajó en la bañera aproximadamente una hora, se vistió, se acostó en su camita y miró "Man to Man" mientras esperaba a su esposo.

Wooyoung llegó como a las doce de la noche gracias a un horrible tráfico en la ciudad, apenas llegó, guardó lo que compró, se cambió de ropa y se acostó a dormir, el ruido despertó a San quien se había dormido viendo aquel k-drama, miró completo el capítulo que estaba mirando cuando se quedó dormido y después se escabulló hacia la cocina, de donde robó una porción de aquella tarta que horas atrás Wooyoung había hecho, acompañada de un té ya que esa noche no había cenado y tenía hambre.

Después de haber comido unas dos porciones, volvió a la cama, ya estando acostado, mimó a su esposo y lo admiró por un buen tiempo, su belleza lo atrapaba cada que lo veía, Jung Wooyoung era la palabra perfección personificada.

— Buenas noches, Woonie.

San se escondió en el pecho de su esposo y cayó dormido.

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