• 4: Tarta de manzana •
Sanie tenía dieciocho añitos y hace seis meses que estaba con Woonie de novio.
Para su mes-aniversario decidieron merendar juntitos en la casa de Woo (quien ya vivía solo desde sus dieciocho en una pequeña y linda cabaña muy cerca de la casa de sus padres) así que aprovechando la situación, cocinaron juntitos una rica tarta de manzana, aquella que aprendieron a hacer el día en que se conocieron en la clase de repostería.
Esa misma noche, tras haber tenido su primera vez juntos, Wooyoung se durmió estando claramente exausto, pero Sanie tenía hambre, hambre y sed enrealidad, claro que había quedado agotado y hasta deshidratado, pero quería comer algo.
Con un dolor punzante y molesto en su parte baja, se levantó, se puso su ropa interior, la camiseta de Wooyoung, las pantuflas del mismo y fue hacia la cocina caminando algo raro, por obviedad.
Ya estando ahí, recordó la tarta de manzana y tomó una porción, también se sirvió agua, tomándose unos tres vasos, nadie le avisó que tener relaciones lo dejaría tan deshidratado y exausto, además usó la saliva de media vida en...
bueno, no vamos a entrar en detalles.
Olvidando aquellos impuros recuerdos de hace menos de una hora, comió con tranquilidad su porción de tarta, ya estaba por terminarla cuando oyó la voz ronca de Woonie llamándolo, así que, después de tapar la tarta, enjuagar el vaso y guardarlo, fue con su novio.
— ¿Me buscabas Woonie?
— ¿Dónde estabas cielito?, no te sentí a mi lado
— Oh lo siento, tenía algo de sed, me tomé como veinte vasos de agua
— Ven aquí, hace frío -Wooyoung tomó la mano de su menor y con delicadeza lo acercó, para después invitarlo a recostarse lo cual San hizo, siendo abrazado rápidamente por su novio.
— Tu cuerpo es muy calientito, Woo
— Tú lo calientas, Sanie-shi
— ¡No seas pervertido! -El sonrojado chico le dió un ligero golpe en el pecho al mayor, recibiendo risas por parte de éste.
— ¿Soy un pervertido?, ¿quién era el que soltaba palabritas sucias hace un rato?, no sabía que te gustaban esas cosas, fresita
— Adoro los apodos que usas
— Como te gusta evadir mis conversaciones
— Yo siempre pensé que los perros veían duendes
— ¿Duendes?
— Sí.
— Para mí ven fantasmas, o algo parecido, entes que no podemos imaginar
— ¿Verdad que sí?, ven cosas que los demás no, como mi mamá, era una perra que notó antes que yo lo muy gay que era
Wooyoung explotó en fuertes carcajadas, San no tardó en acompañarlo.
— San amor no puedes ir por la vida llamando perra a tu madre
— ¡Ella me rechazó por gay!, puedo decirle como quiera, además, es divertido tener hijos gays, no te salen con un embarazo adolescente y te le puedes burlar cuando lo veas caminar todo raro, en éstos momentos debo estar como "¿en dónde dejaste el caballo?" porque camino literalmente con las piernas separadas Jung Wooyoung.
Y así, entre carcajadas escandalosas y conversaciones muy ridículas para ser plena madrugada, fueron agarrando sueño para finalmente conciliar el sueño abrazaditos.
•••
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro