• 3: Lemon Pie •
Otra noche más, dos de la madrugada, Sanie tenía muchas ganas de ir a comer algún postre pero Wooyoung lo tenía totalmente aferrado y no lo quería despertar para ir, así que empezó a hacer pequeños movimientos de a poco para soltarse, lo cual estaba funcionando, o al menos eso creía.
— San ya deja de moverte, ¿qué pasa?
— ¿Te desperté?, perdón Woonie
— ¿Pasó algo, chocolatito?
— Quería ir a...a hacer algo
— ¿Qué hora es Sanie?, ¿piensas ir a comer ahora?
— Vuelvo rápido, lo prometo
Y así después de lo dicho, se levantó, se puso sus pantuflas y fue a comer algún postre.
Hoy lo pensó mucho más que la noche pasada, no quería algo empalagoso, así que se decidió por comer Lemon Pie, él no era fanático número uno del limón pero de vez en cuando no estaba mal.
Comió tranquilo su postrecito, olvidando que le prometió a Woo que volvería rápido, así que en mitad de su degustación, un adormilado Wooyoung apareció por la puerta por la que él mismo entró hace un ratito.
— No aparecías más, amor sabes que me gusta dormir abrazándote -San pudo ver cómo un adorable pucherito adornaba los bellos y esponjosos labios de su esposo.
— Perdón amor, ven siéntate, ahora vamos ¿si?
Wooyoung tomó asiento dejando que se cierren sus ojos y recibiendo a San quien se sentó en su regazo.
— ¿Quieres tarta?
— ¿De?
— Es Lemon pie
Después de ver que su mayor asintió, le dió un bocado de la tarta y después besó sus labios, el ligero sabor a limón y esa pizca dulce impregnada en ambas bocas le dió una dulzura aún mayor a su beso que duró más de lo que esperaban, así que tardaron una media hora en irse a acostar entre bocados al postre y los dulces y largos besos que compartían.
— ¿Acaso no te agarra sueño?, ¿cómo es que puedes venir todas las noches a comer?
— No duermo sin haber probado algo dulce mi amor
— Mis besos se sintieron profundamente ofendidos -Jung soltó una ligera risa al sentir un leve empujón de San.
— Sabes de lo que hablo
— Sí cielo...¿dormimos?, estoy cansado
— Primero quiero más besos, hoy estuviste todo el día fuera de casa y no recibí cariño.
Y era cierto, de vez en cuando Wooyoung salía del pueblo para comprar cosas para la pastelería, para ellos o incluso hacía encargos de gente que no tenía como transportar ciertas cosas de la ciudad hasta ahí o que no tenían la posibilidad de movilizarse por la falta de vehículo, Woo se encargaba de ayudar casi siempre, y San también, pero desde su lugar, él no viajaba casi nunca porque se quedaba a cargo de la pastelería y si dejara a Wooyoung a cargo, tendría que manejar...y le tenía pánico a aquello, la última vez casi atropella a medio pueblo.
Los pequeños viajes tardaban el día entero, Wooyoung llegaba cansado pero no dormía enseguida, siempre se daba un tiempo para estar con su esposo, mimarlo, besarlo y atenderlo.
— Bien, más besos serán.
Así, entre ligeros y tiernos besos acurrucados en la cama, se durmieron.
•••
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro