• 2: Cheesecake •
Jung Choi San era amante de lo dulce, amaba cocinar pasteles, galletas, facturas, tartas y demás, en especial si era junto a su amado esposo quien disfrutaba de cocinar al igual que él.
Pero había algo que a San también le gustaba aparte de cocinar los postres
probar los postres.
Cada noche, entre las una y tres de la madrugada, San se levantaba de su cómoda cama, cruzaba el pasillo hasta la puerta del fondo, al abrirla, una habitación espaciosa era lo que se encontraba, allí estaba la cocina de su pastelería, otra puerta más lo llevaba a la despensa y la otra, finalmente, lo llevaba a la pastelería.
Allí estaba la caja, los mostradores (y heladeras) repletos de deliciosos postres, las mesas con sillas y una pequeña plataforma con un banquito y un micrófono, en donde de vez en cuando se permitían cantar para deleitar a los clientes con sus bellas y dulces voces.
Se dirigió por supuesto a los mostradores, se tomó un pequeño tiempo para decidir que postre probaría hoy, tenía un cierto antojito de frutos rojos, así que tomó una porción de Cheesecake, adoraba ese postre.
Se sentó en una de las mesas y ahí comió la porción de su postrecito, al terminar, lavó el platito, la cuchara y guardó ambas cosas, apagó la luz y se fue otra vez a su casa, al entrar en su habitación, vió la luz de la mesita prendida y a su esposo a punto de levantarse.
— San amor, ¿en dónde estabas?
— Oh, fui a...beber un vasito de agua, no te levantes mi amor, ya me acuesto, ¿sí?
— Quise abrazarte y no estabas, tardaste bastante para solo ir a tomar agua -Oyó decir al hombre mientras se acostaba, el mismo lo acurrucó en sus brazos y apagó la lámpara, para después tapar bien ambos cuerpos.
— También fui al baño, es eso
— Oh, ¿entonces tendrás cómo explicar las migas de tu boquita y la mancha de la salsa de frutos rojos para Cheesecake?
— Si sabes lo que estaba haciendo, ¿para qué preguntas?
— Eres un niño muy travieso, ¿sabías eso? -Wooyoung le dió un adorable besito esquimal mientras ambos reían suave ante las palabras del mayor- Nos quedaremos sin postres para vender por la mañana si sigues así, solcito
— Pero solo es un poquito, no me retes WooWoo, solo es una porción lo prometo
— Ah pero cuando comes galletas nos quedamos con suerte con media docena
— Eres un exagerado Jung
— Y tú eres un travieso glotón, Jung Choi
— Solo duérmete -San le dió la espalda al hombre quien no tardó en abrazarlo, haciendo de la cuchara grande para dormir.
— Buenas noches, pastelito
— Buenas noches Woonie.
•••
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