- Won si sigues así Jeongin no te traerá ni un pedazo de carbón de regalo

- ¡Limpia esclavo, limpia!

- Papá, Wonyoung no quiere ayudar a limpiar

- Jung Choi Wonyoung, o te levantas de ese sillón o pasas navidad con el vecino

- Papá ese niño me persigue diciendo que me case con él, no me lo acerques, shu shu, fuchi.

San suspiró mirando a su familia. Habían pasado cuatro años desde que adoptaron a los niños y era increíble lo mucho que los amaba, pero a veces pasaban éstas cosas.

Primero estaba Hyunjin, un chico de ahora dieciocho años que era dedicado, inteligente, respetuoso y caballeroso incluso. Tenía una relación con un chico que vivía con su abuelo cerca de casa, su nombre era Jeongin y Wonyoung lo amaba, a San le agradaba mucho y a Wooyoung aún le daba su ataque de celos cuando lo veía (literalmente casi todos los días en realidad).

Luego estaba Wonyoung, la niña de ocho años era muy juguetona, sarcástica, tenía un carácter fuerte y se burlaba de su hermano cada que tenía la oportunidad. También era muy inteligente, no tan dedicada pero sí responsable. Adquirió un gusto por la cocina muy grande e iba a un curso, era más de lo salado.

No podemos dejar de lado a San y Wooyoung, ellos no habían cambiado mucho, Wooyoung seguía siendo igual de juguetón y divertido, San le seguía los juegos y ambos se entendían. San aún robaba los postres por la noche y su pastelería seguía funcionando, ésta vez con Hyunjin ahí, el joven se dejó enseñar por sus padres que le enseñaron todo lo que saben y su hijo estaba dispuesto a superarlos, queriendo crear más cosas de las que se hayan probado.

Su familia cada día lo divertía más y nunca se cansaba de escuchar sus peleas. Ahora mismo estaban todos ordenando la casa para la cena de navidad a la que vendrían Jeongin y su abuelo, ¿el problema?, Wonyoung no quería ayudar porque era su premio por "quedarse sin su preciado, amado y valioso chocolate" que su hermano se había comido.

- Ya Wony, a limpiar, Hyunjin ven, debemos preparar las galletitas

- ¿Me dejas decorarlas después, mami?

San asintió y se dirigió a la cocina junto a su hijo. Rápidamente se pusieron a hacer las galletas de jengibre que tenían planeadas porque a su yerno y abuelo del mismo les encantaban.

Más tarde, Wooyoung, San y Wonyoung comenzaron a preparar la comida salada mientras que Hyunjin terminaba de acomodar la mesa y algunas cosas más.

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- ¡Buenas noches!, pasen pasen.

Jeongin saludó a sus suegros y abrazó con fuerza a su novio que lo esperaba con los brazos abiertos y una sonrisa. Luego de darle un pequeño beso, saludó a su pequeña cuñada quien también lo abrazó y le preguntó si le había traído un obsequio.

- Depende, ¿te portaste bien?, Hyunie me dijo que no querías ayudar a limpiar hoy

- ¡Él se comió mi chocolate!

- Luego recibirá su castigo, no te preocupes por eso

- ¡Amor!

Por otro lado, San y Wooyoung recibieron al señor algo mayor con una gran sonrisa y lo invitaron a la cocina en donde le ofrecieron algo para beber y gustoso aceptó. También le dieron algunas galletas que siempre tenían guardadas y bien frescas para invitados (la mayor parte del tiempo el invitado era Jeongin).

Unas horas más tarde todos se sentaron a cenar y por suerte el ambiente era cómodo. Se entabló una conversación sobre lo rica que estaba la comida, luego sobre la vida del abuelo de Jeongin, luego, de cómo Wonyoung defendió a su compañero de clases de un grupito y así fue el resto de la noche. Surgían charlas sobre cualquier cosa y muchas veces se lograron escuchar las fuertes carcajadas.

Cuando se acercó la hora del brindis, todos se abrazaron entre sí y se desearon una feliz navidad.

Decidieron abrir los regalos y no esperar al día siguiente, así que todos se sentaron en el suelo en ronda justo al lado del árbol de navidad. Menos el abuelo, el abuelo se sentó en una silla.

- Bien, vamos a repartir - Wooyoung repartió los regalos, había dos para San, tres para él, uno para la familia entera, dos para Hyunjin, tres para Wonyoung y dos para el abuelo.

- ¡Yo quiero abrir los míos primero?

Dejaron a la niña hacerlo, Won estuvo feliz con su nuevo set de pequeñas ollas y sartenes (volvamos a aclarar que amaba cocinar), también recibió una bonita muñeca y de parte de Jeongin, una caja con los dulces y snacks favoritos de su cuñada, además de un libro de recetas escrito a mano.

Para Hyunjin, Utensilios de repostería de mejor calidad que los que tenía, un nuevo delantal y un reloj junto con una cadenita de "Te amo en 100 idiomas".

Para el abuelo, una chaqueta cortesía de los Jung Choi y por parte de su nieto, un cuadro de ellos dos pintado con mucho amor.

Para Sanie, un bonito suéter que quería hace mucho tiempo y maquillaje (San últimamente era cada vez más fan de maquillarse).

Para la familia entera, un cuadro pintado por Jeongin.

Y para Woo, un delantal que decía "Propiedad de Choi San", una varita de su colección de Harry Potter y un sobre con un papel adentro. Wooyoung abrió el mismo con curiosidad y leyó.

¿Qué dices de otro hijo, Wooyoungie?

Woo sonrió de oreja a oreja y miró a su esposo.

- Acepto, pastelito.

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San se levantó con mucho sueñito para ir a comer su pizca dulce de la noche, pero no encontró nada e hizo un pucherito.

- WooWoo... - El menor fue a despertar a su esposo y le preguntó si había sobrado algo de galletitas de jengibre.

- Oh Sanie cielo lo siento, creo que no sobró nada

Adivinen quién se tuvo que levantar a cocinarle galletas a su esposo a mitad de la noche.

Sin duda, feliz navidad.

¡Y hagan como San!, disfruten de sus POSTRES.

FIN

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Y llegó el fin de ésta historia a la que tanto cariño le han dado.

Gracias por todo el apoyo, gracias por la espera, gracias por seguir acá.

Supongo que publicaré un Epílogo y quizás, solo quizás, extras.

Los amo😭😭😭

STREAM BOUNCY, ESCUCHEN EL ÁLBUM QUE ES UNA JOYA.