Nuevamente en el orfanato San y Wooyoung se presentaron, ésta vez, como una simple pareja casada con el deseo de tener un hijo, así que, con los nervios sin dar más pero también con emoción, se dejaron guiar para conocer a muchos niños.

- ¿Estás listo?

San apretó la mano de su esposo y le sonrió de la manera más tranquila posible, ¿estaba listo para todo esto?, claro que si, porque Woo, él y su futuro hijo/a formarían su pequeña familia.

- Claro que lo estoy.

- Bien chicos, los dejaremos un rato para que se conozcan con los niños y puedan verlos, ¿sí?

La mujer que los acompañaba abrió dos puertas que estaban delante de ellos, en aquella habitación había una gran cantidad de niños, algunos jugando entre ellos, otros solitos, otros corrían por ahí y algunos sostenían instrumentos con ayuda de chicos un poco mayores que, suponían, también eran huérfanos.

- Suerte

Wooyoung y San apretaron sus manos las cuales aún estaban unidas y se adentraron en la gran habitación.

Algunos niños los miraron y otros siquiera se inmutaron, así es como comenzó aquel momento en el que por fin conocerían a los niños, de los cuales alguno sería su hijo.

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- ¿Cómo te sientes?

- Confundido amor, son tantos niños, tantos pequeños los cuales esperan un hogar, me encantaría poder ser el padre de todos

- Ay Sanie, pastelito, sabes que también lo haría pero por ahora solo podemos con uno

- O dos

Dos.
Ambos sabían porqué esa era una opción justo ahora.

- Lo dices por Hyunjin, ¿verdad?

- Woo cuando hablamos con ese chico todo se sintió tan...correcto. Era tan agradable, simpático, amable, ¿hace cuánto será que espera una familia?

- ¿Y WonYoung?

- También, siento que pudimos conectar con esos niños, Woonie.

- Pastelito, ¿crees que podamos con los dos?

- Puedo contigo, dos niños son fáciles

- ¡San!

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Para las semanas siguientes, San y Wooyoung decidieron que empezarían con el procedimiento habitual para la adopción, conocer a los niños, pasar tiempo con ellos y ver si se adaptaban como familia.
Aprovechando uno de aquellos días los llevaron a conocer la pastelería, hasta ahora sólo les habían mostrado la casa.

- Wow...San, Wooyoung hyung, ésto se ve increíble - Hyunjin (14 años) miraba todo asombrado y con una sonrisa, le parecía un lugar tan acogedor y lindo, nunca había estado en una pastelería pero sin duda iría a la de sus hyung's.

- Postrecitos - Wonyoung, quien tenía cuatro añitos, comenzó a pasear por el lugar para mirar todo, tenía colorcitos bonitos y llamaba su atención.

- ¿Les gusta, mis niños?, pueden venir cuando quieran y les vamos a preparar muchos postres - San cargó a la pequeña y la ayudó a mirar todo lo que sus ojitos no alcanzaban.

- ¿Quieren cocinar con nosotros?

Hyunjin miró con una sonrisa a Wooyoung y asintió.
Decidieron hacer trufas para evitar que tengan que usar el horno con los niños.

Cocinaron los cuatro juntos y disfrutaron de las trufas tomando algo durante la tarde, los niños una chocolatada y los adultos...bueno, Wooyoung un té, San también tomó chocolatada.

Después de merendar los niños volvieron al orfanato y San y Wooyo decidieron cenar y dormir temprano, al menos fue así hasta que, en la madrugada, Sanie se levantó a comer trufas con un vaso de leche caliente, algo que lo extrañó mucho en ese momento fue...

Sentía que algo faltaba, estaba comiendo su postre de madrugada, con su esposo esperándolo en la cama para seguir durmiendo, pero al mirar el plato con trufas armadas torpemente solo pudo pensar en una cosa.

Extraño a mis niños.

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