Era una simple tarde de un cercano invierno cuando Wooyoung decidió llevar a San a una cita por otro de sus aniversarios.

San se sorprendió cuando recibió la invitación, hace bastante que no salía a comer algo que no prepare él con su esposo y realmente le emocionó la invitación.

Ese día trabajaron en la mañana y salieron a las dos de la tarde luego de haberse arreglado, San llevaba un bonito crop top rojo con una chaqueta negra y pantalón de jean del mismo color, zapatillas cómodas por si querían caminar.
Mientras tanto, Wooyoung llevaba una camisa negra arremangada y metida por dentro del pantalón con los tres primeros botones desabrochados, su pantalón era algo así como un cargo negro sumándole sus amados y confiables borcegos que lo hacían verse más alto de lo que era.

Una vez ya bañados, vestidos, maquillados y perfumados, salieron a su cita.

Fueron primero a merendar, pidieron su orden y San vió a Wooyoung hacer un pequeño pucherito al saber que no había del pastel que pidió, entonces lo vió...

Matilda cake

- Lo quiero, lo necesito, lo anhelo.

Woo pagó y ambos buscaron un lugar cómodo, el lugar era bastante pequeño pero acogedor, a no muchos pasos de distancia estaban dos mujeres en un sofá que había también para sentarse a comer, ellos decidieron tomar una de las mesas que de un lado tenía una silla y del otro había otro sofá, más alargado éste.

- El lugar es demasiado precioso

Habló San mirando todo con una sonrisa en sus labios y el brillo en sus ojos.

- Tú eres precioso.

San aún estaba rojo en cuanto trajeron su orden, y San podía afirmar que siquiera en su boda había visto a Wooyoung tan feliz como cuando vió la porción de ese Matilda cake.
Wooyoung era amante de lo jodidamente dulce y empalagoso pero no lo comía seguido porque a veces cansaba el hecho de trabajar de eso y ver tanto dulce ya empalaga, además, ellos no cocinaban jamás cosas así de "fuertes" en cuanto a azúcar nos referimos, así que cuando tenía la oportunidad de probar algo así, era más que feliz.

- Ésto es lo más rico que he probado en la vida.

Wooyoung habló mientras probaba aquel pastel y luego le daba un sorbo a su submarino.

- Te vas a morir de tanto chocolate.

- Aunque pensándolo bien, tus besos son lo más rico.

San suspiró al ser olímpicamente ignorado.

- Jung Wooyoung, más te valía decir eso.

Así comieron y hablaron de muchas cosas, ambos demostraban estar más que felices y cómodos, esos pequeños momentos les daba a ellos ese cosquilleo en la pancita y alivio al corazón, eran sus pequeños momentos, solo ellos, solo su mundo.

Como era de esperarse, Woo no terminó su pastel y San su croasant con jamón y queso, así que decidieron pedir para llevar aquello.

Dieron un tranquilo paseo a pié y volvieron a casa a dormir una siesta, vieron una película y en la madrugada, después de haberse dormido por una larga y agitada noche (no vamos a entrar en detalles), San despertó con su apetito ya conocido.

Bueno, de ese Matilda cake no quedó ni el registro en el ticket.

- mhe, para Wooyoung el croasant.

- Choi Jung San...

Buenas noches.

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ya sé que éste postre no fue preparado por ellos como dice la descripción de la historia pero le puse onda al capítulo akdjska