Esta historia le sucedió a mi abuela cuando mi tío tercero, por qué fue el tercer hijo estaba casi recién nacido y solo me lo contaron.

Pues mi tío Luis no llevaba mucho de haber nacido, y mi abuela conocía y convivía con una señora llamada Julia, era como su amiga. El problema era que en el pueblo decían que está señora era una bruja, por qué a pesar de los años no parecía envejecer, no se acercaba a nada, nada de religiones, y la única vez que lo hizo fue cuando mi abuela le regaló una cadena con una cruz, y cuando se la dio en la mano a la señora Julia, está lo soltó rápidamente, como si fuera algo ardiente; por eso tenía fama de ser una bruja.

Una vez que mi abuelita saco a mi tío en su carriola, se encontró con la señora que la detuvo para platicar un rato. Lo raro fue, y que en ese momento mi abuela no se había dado cuenta, fue cuando la señora le pregunto: "¿Y tú hijo ya está bautizado? Es tan bonito que me lo quisiera comer" A lo que mi abuela respondió: "No, todavía no está bautizado" y con esa respuesta, la señora solo se despidió y se fue.

Mi abuela no se dio cuenta de lo que le había dicho la señora hasta en la tarde, casi noche. Así que mi abuela toda preocupada de que le pudieran hacer algo a mi tío, en su cuna le dejo crucifijos, rosario, una cadenita y agua bendita.

Al rato, se empezó a escuchar el llanto del bebé, pero demasiado fuerte que despertó a mi abuela, que lo más rápido que pudo fue corriendo hacia la habitación de mi tío, pero al llegar disminuyó la velocidad y fue sigilosa, se asomo despacio a la habitación, solo para observar a la cuna de mi tío y a una silueta de una mujer, pero medio deforme, cara arrugada y mal aspecto, eso fue lo que vio cuando distinguió sus rasgos. Mi abuelita vio que la señora, o mejor dicho la bruja, se acercaba a la cuna, y rápidamente se alejaba, como si se acercara al fuego ardiente. Al poder reaccionar, mi abuela sacó el agua bendita que había llevado consigo y se la aventó a el espectro que rápidamente se fue como si lo hubieran aventado no sé algo ardiente algo que hiciera demasiado daño y, después de ahí ya no supo nada de la señora Julia, nada.

𝒀 𝒑𝒖𝒆𝒔 𝒂𝒔𝒊 𝒕𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒐 𝒍𝒂 𝒆𝒙𝒑𝒆𝒓𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒃𝒖𝒆𝒍𝒂, 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒂 𝒔𝒆𝒏̃𝒐𝒓𝒂. 𝑨 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆,  𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒏𝒐 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒊𝒐 𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒏̃𝒐𝒓𝒂 𝑱𝒖𝒍𝒊𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒆𝒓𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒃𝒓𝒖𝒋𝒂.