La mañana había iniciado como todos los días, aunque cada paso era distinto.

Noté que tu cabellos perdían el color del tinte castaño y las raíces negras apenas se asomaban, también noté una nueva peca en la comisura de tu clavícula.

Tu rutina casi siempre es la misma, levantarte y abrir de par en par las cortinas, estirarte bajo el gran sol hasta hacer crujir tus huesos, pegando de manera deseable la gran camisa que me robaste la noche anterior, cuando estás satisfecha giras tu cuerpo a mí y finjo que duermo mientras te acercas más y más.

Puedo sentir el olor de tu champú, dulce de cereza entrando hasta saturar mi sistema.

Tus suaves labios besaban mis mejillas, humedeciendo cada parte de mi cara con delicados besos, un baño de amor, un despertar a un buen día.

Mi corazón late fuerte mientras miro cada detalle de ti, eres jodidamente hermosa, delicada, eres todo lo que necesite y necesito, haz hecho un gran hueco en forma de ti en mi corazón, llenas cada grieta y corte, sanas cualquier cosa, eres magia, querida Jennie.

Te imaginé tantas veces que ni siquiera a estás alturas me pareces real, te imaginé en pétalos de flores, en el café de cada mañana, en los atardeceres y en las lunas de media noche. Eras un sueño lúcido, algo que me mantenía despierta en el anhelo.

Y venos aquí, mírame amarte que se me es tan fácil.

¿Sabes el por qué?

Porque eres Jennie Kim, la mujer que siempre busqué, la que siempre soñé, la que hace fácil amarla.

La que de forma desordenada que trazas pinceladas en el caballete junto al ventanal dejándome ver con la luz cálida del atardecer realza tus lunares en la espalda que se asomaba por debajo de la camisa sin tiras mientras bebes un café recién hecho y tarareas deleitándote por el olor de la flores que trazas, cada una de estás cosas las pedí, las amo y estan hechas en ti, fuiste hecha oara que yo te ame y me gusta pensar que tú me amas con tal intensidad, fuimos hechas para completarnos en lo bueno y lo malo, te encontré o nos encontramos lo que haya sucedido es puramente mágico, algo que siempre agradeceré toda mi vida porque eres lo mejor que tengo.

Eres lo que soñé y ahora que lo tengo te mantendré a mi lado, cuidándote y amándote como siempre mi amor no es de un momento, tengo una vida por delante para llenarte de ello ¿No?

—¿Lili? ¿Por qué me miras tanto? Pareces loca solo viéndome fijamente.

—Oh, no es nada, Nini. Solo pensaba…

La suave risa gomosa de Jennie se asomó, sus ojos se hicieron una línea apretados por sus grandes y gorditas mejillas. Puedo morir aquí de amor y ternura, de una vez lo afirmo.

—¿Piensas en mí?— dijo en tono burlón.

Todo el tiempo. Pensé
Me levanté de mi lugar sonriente y me acerqué a ella.

—¿Qué…?

No pudo continuar cuando mis dedos apretaron sus grandes y esponjosas mejillas gorditas, no tan fuerte pero para ella era un fastidio que lo hiciera de todas formas.

—¡AY! ¡Te odio!

—Pensaba en estos bonitos y redonditos mochis, amor.

Con un manotazo alejó mi mano y puso una suya en el lugar.

—¡¿Algún día entenderé tu maldita obsesión con mi cara?!

—No lo harías, cielo, nunca entenderás el amor y obsesión que tengo por toda tú.

—Muy cursi…— dijo riendo.— ¡Lili! ¡Hoy abrieron una nueva cafetería cerca del parque! ¿Podemos ir?

Esos ojos de cachorro,esos lindos labios en forma de pato rogando por ir.

¿Es que no sabe que con una simple palabra me tiene en su mano?

—¡Ay! ¡Por supuesto!

—¡Yei! ¡Iré a cambiarme!

Me dijo para salir corriendo por el pasillo haciéndome reír por su emoción, sus pasos regresaron rápidos llamando mi atención y con un par de saltitos alcanzó mis labios dándome un beso fugaz y tierno.

—¡Te amo mucho, mucho, mucho!
—Yo también te amo, Nini.— dije sonriente.

Me dio un abrazo algo corto para volver rápido a nuestra habitación.

—Te amo desde antes de conocerte, Kim Jennie.— dije a la nada sintiendo como mi corazón se aceleraba.

cortito pero rendidor :)