005
Lisa había llegado del trabajo rápido, tuvo el tiempo de sobra para pasar por algunos ingredientes para preparar la cena y algunos dulces para ella.
Su novia saldría algo tarde, así que podría preparar algo ostentoso, tal vez algo tailandés como el delicioso pad thai que suelen consumir cuando visitan a su familia en su país natal.
Mientras se dirigía a la siguiente tienda vio a un niño pequeño llorando en un parque sin nadie alrededor, se veía asustado y un mocoso y bueno, Lisa es demasiado blanda y metiche como para dejar esa situación pasar.
Con paso veloz se acercó al niño agachándose a su altura.
—¡Hey compi! ¿Por qué lloras?— preguntó inclinando su cabeza a un lado, no quería asustar al niño.
—¡Mi mamá no está! ¡Estaba jugando y cuando la busqué ella no estaba!— dijo el niño entre hipidos y sollozos.— ¡Quiero a mi mami!
Lisa giró su cabeza por el pequeño parque buscando a la madre pero sin ninguna señal de ella.
—Bueno, quizás ella vuelva en un rato ¿Te parece bien si te acompaño?— el menor detuvo su llanto mirando con atención a Lisa.— ¿Quieres jugar conmigo? No soy tan fuerte o rápida como tú pero estoy segura que nos divertiremos.
El niño esbozó una sonrisa un poco más tranquila entre sus lágrimas y se limpió la cara con su mano.
Lisa dejó sus compras a un lado y jugó un poco entre los juegos que podía usar, muy a duras penas entrar, hasta que terminó cansada.
—¡Woah! Si que tienes energía…— dijo en un jadeo haciendo reír al niño.— Mira esto.
Lisa trazó suaves líneas con su dedo en la arena blanca del parque, un par de curvas allí y otros dos círculos por allá hasta que consiguió algo decente.
—¿Adivinas qué es?
—Parece un ¿pez?— dijo el niño dudoso ladeando su cabeza.
—¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¡Es un gato!
—¡Parece un pez!
—Oh, pequeño, estás muy lejano al arte.
—No sé de eso, señora…
Lisa quiso reír y llorar por la educada pero muy desagradable confusión, ella no era casada, o anciana o algo así.
—No me digas así, soy joven y no estoy casada, niño.
—¡Si lo estás! ¡Tienes un anillo en la mano! ¡Mira!
El niño señaló el dedo de su mano izquierda, la pequeña sortija que Jennie había hecho ella misma en una de sus tantas clases de taller, tenía su nombre grabado por dentro y el de Jennie por fuera, era el mejor anillo que había visto en toda su vida.
—¡Oh! ¡No es eso, mi novia me lo dio...
—¿Novia?— preguntó el niño confundido.
La mente de Lisa se paralizó un momento ¿Qué mierda iba a decir ahora?
—Si y-yo eh…
—¡Eso es genial! ¡Tener dos mamis debe ser un sueño, mucha comida, muchos besos, muchos abrazos!— dijo el niño completamente ilusionado.— Mi mami dice que mi papi no tuvo el suficiente amor por nosotros y por eso se fue…
Lisa trago nerviosa, olvidó por un segundo que los niños son eso, niños aún inocentes sin ningún pensamiento malicioso carcomiendo sus hermosos cerebros.
—Lamento oír sobre lo de tu papá, chico, espero tú y tu madre estén bien.
—¡Lo estamos! ¡Ella dice que conoció una nueva amiga, su amiga siempre se queda por las tardes con nosotros y se queda por mucho, mucho tiempo! Desde que ella está mami sonríe más, me agrada mucho.
—Eso es bueno.— dijo con una sonrisa, entendiendo el transfondo de la historia que el niño le contó.—Supongo que… ella encontró a alguien especial.
—Ujum… ¿Tienes a alguien especial?— preguntó el niño mirando sus pequeños pies.
—La tengo…
—Uh… ¿Y cómo es?— preguntó un poco más curioso el niño poniedo total atención a Lisa.
Lisa no tuvo que pensar demasiado, solo con cerrar sus ojos podía tener más de mil palabras en su boca para describir de pies a cabeza a Jennie.
—Es muy hermosa, en serio, es demasiado preciosa como… una estrella, ella siempre me hace sentir bien con su cara gruñona aunque a veces asusta, pero detrás de ese ceño fruncido y labios rectos te aseguro que hay una chica de un corazón muy amable y sensible.
Ella es una buena cocinera, siempre me consciente con postres deliciosos que ella misma hace, supongo que por eso saben tan bien… Ella hace buenos mis días malos, como si pusieran color en un dibujo y a mis días buenos los hace mejor, solo con verla podría llorar de felicidad, ella me hace feliz cada minuto de mi vida, me llena de emoción y sentimientos muy locos pero al mismo tiempo de calma, como en una montaña rusa… Supongo que ella es especial porque siempre saca lo mejor de mí sin notarlo, supongo qué… Ella es muy especial porque ya es tan parte de mí como mi corazón en mi pechos, sin ella seguiría viva pero no realmente viva.
El niño tan solo asintió, Lisa no sabía si había entendido algo de lo que dijo pero se sintió bien admitir sus sentimientos en voz alta.
—P-pero si te gusta tanto… ¿Por qué no estás casada? ¿Por qué no tienen a un bebé?
Lisa rio nerviosa ante la pregunta de una boda y una familia, eran muy contadas las veces que esas palabras pasaban por su mente.
—¿Crees que debería casarme con ella?
—¡Si la amas tanto, es lo que deberías hacer! ¡Dale un gran anillo y vistan bonitos vestidos de princesas!
Lisa sonrió ante la situación ¿Seguirá los consejos de un niño? Tal vez
—Para ser pequeño eres bastante listo ¿eh?— palmeó suavemente su cabeza haciendo sonrojar al menor.
—Tengo 100 de calificación, es obvio que lo soy…
—Cierto… Entonces cuando yo tenga un hijo o hija espero que seas tú el que pueda enseñarle, chico listo.
—¡Lo haré, señora!
—¡JungWoo! ¡Te estuve buscando!— gritó una dama que corrió rápidamente hacia ellos.— Dios mío, me tenías al borde del infarto.
—¡Lo siento! ¡Estaba asustado, mami!— el niño abrazó a su madre.— ¡La señora me cuidó mientras no estabas!
—¿Señora? ¡Oh! ¡Muchas gracias! Espero no haya sido molestia…
—Para nada, es un chico encantador y demasiado listo, tienes demasiada suerte de tenerlo.— el chico nuevamente se avergonzó y escondió su rostro en las piernas de su madre.
La madre le agradeció repetidamente hasta que Lisa le dijo que era mejor que se fuese a casa antes que oscureciera.
Cuando ella llegó a su hogar preparó rápidamente todo, la suerte de ella y su gastronomía de fácil preparación.
El pensamiento de una familia no abandonaba su mente ¿Cómo se verían ella y Jennie con un pequeño con ellas? ¿Cómo sería una Jennie con una linda barriguita? Seguramente más hermosa de lo que ya era.
Genial, ahora se había provocado un gran deseo de tener a Jennie embarazada para poder consentirla y mimarla aún más.
La puerta principal se abrió dejando ver a una agotada Jennie en su traje de oficina.
—¡Muero de sueño- ¡Oh! ¡Huele delicioso!— gritó Jennie.
Lisa rápidamente se quitó el delantal y lo hizo bola para después acercarse a besar a Jennie.
—Uhmm… Bien, esto me dio una gran dosis de energía.— dijo riendo.—¿Uh? ¿Qué se supone que haces?
—Nada.— contestó Lisa ajustando la bola de delantal por dentro de la camisa de su novia.— Solo quiero hacerme una idea.
—¿De?
Lisa miró el pequeño bulto en la pancita de Jennie y sonrió muy ampliamente.
Sip, sin duda ella se vería hermosa. Pensó para si misma.
—Oh, no es nada, sólo cosas de algún futuro no muy lejano… espero
al rato/mañana les subo otra parte q si es jenlisa
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