Jimin mostraba una sonrisa forzada mientras su amigo le hablaba con demasiada emoción acerca de un tema del que ciertamente, no estaba prestando atención.

Suponía que de lo que le hablaba el chico de sonrisa cuadrada, debía de ser de algún estúpido juego que salió recientemente, ya que, gracias a los movimientos que estaba haciendo, le daba a entender que se trataba de algún juego de acción que contuviera golpes o inclusive uno que otro disparo de arma de fuego.

—¿Me estás escuchando, Jimin?.—Cuestionó su amigo al notar como este parecía no prestarle ni una mínima pizca de atención.

Y era cierto, la mente del chico más bajo viajaba entre los recuerdos de aquellos jadeos, la piel nívea llena de hematomas y aquellos ojos llorosos que le miraban de manera cansada y apagada cada vez que conectaban miradas.

—Lo siento, ¿Habías dicho algo?.—Taehyung rodó sus ojos con fastidio, no tenia ningún sentido seguir intentando hablarle a su amigo de un tema que parecía no le interesaba en absoluto.

—Nada.—respondió.—Solo me preguntaba cuando me invitarías a jugar nuevamente ese juego nuevo tuyo.—dijo.—Me gusta estar distraído para no seguir, ya sabes, pensando en mi hermano y en Yoongi-hyung.

Jimin asintió de acuerdo. A decir verdad, prefería que nadie mas pensara en su lindo chico, él solo podía invadir su cabeza, no había ninguna razón para que alguien mas tuviera a Yoongi en su mente.

El solo saber que alguien mas le pensaba, le cabreaba.

Su expresión cambio a una mueca de desagrado, sin siquiera él notarlo. Su amigo lo miró fijo, ladeando su cabeza y frunciendo el ceño, intentando descifrar la razón del porqué su amigo hacia tal cara.

—¿Pasa algo, Jiminnie?.—preguntó preocupado.

El nombrado cambió su semblante a una cara sonriente y sus ojos en media luna, hizo un sonido en negación, al mismo tiempo que movía su cabeza de izquierda a derecha.

—No pasa nada Tae, es solo que recordé algo que me hizo enfadar.

El chico lo miraba sin creerle, su ceño aún ligeramente fruncido mientras lo miraba con total atención. Soltó un fuerte suspiro, dándose por vencido.

—Bien, te creo.—dijo.—Así que...¿Que opinas? ¿Aceptas?.—miró como su amigo lo miraba sin comprender absolutamente nada, volvió a dejar escapar un suspiro.—Hablo acerca de jugar juntos ese juego nuevo tuyo.

—Lo siento Tae, mis padres van a estar en casa y ya sabes que no les gusta que haya mucho ruido.

—Está bien, iré a visitar a mi hermano al hospital.—informó.—¿Qué te parece si saliendo de la visita a Namjoon, vas a mi casa y te quedas a dormir esta noche?.

El más bajito asintió de acuerdo, con sus ojos formando dos medias lunas.—Te veo allá.

Pasada la media noche, ambos chicos se encontraban en el piso de la habitación del chico más alto, se la pasaban de lo mejor. Llevaban ya varias rondas de aquél viejo juego que Taehyung junto con Jimin jugaban desde que tenían memoria.

Se escuchó un grito de victoria por parte del más bajo y un gruñido de frustración por parte del contrario.

—No es justo, Jimin.—sus brazos cruzados sobre su pecho.—Estoy seguro de que hiciste trampa.

El nombrado alzó una ceja y una sonrisa burlesca se apoderó de sus labios.—¿Por qué lo dices? ¿Acaso me viste hacer trampa?.

—No.—bufó dejándose caer de espaldas al piso.—Pero simplemente no es posible que me ganes cuando desde un principio estabas perdiendo.

—No llores y se un buen perdedor, amigo.

Un suspiro salio de los labios de Taehyung. Se puso de pie y bajó a la entrada de inmediato cuando escuchó la puerta principal siendo abierta, eso era imposible. Sus padres estaban de viaje.

Se alzó de hombros y regresó de manera tranquila a la habitación en la que se encontraba su amigo esperándole. Sonrió al mirar la imagen que el chico tenía entre sus manos.

—¿Desde cuando tienes esta foto y por qué nunca me la habías mostrado?.

—Supongo que pensé que tú también la tenías.—dijo simple.—¿Qué edad teníamos ahí? Nos vemos realmente pequeños.

—Cinco o seis, no lo sé.—comentó restándole importancia.

—Eramos realmente pequeños.—dijo.—Aunque siempre me he preguntado quién es ese chico que está con nosotros en la foto.—se acercó para mirar mejor la imagen que se encontraba en las manos de su amigo.—Es un chico lindo, pero no recuerdo de quién es así como tampoco recuerdo porqué estamos acompañándolo en el hospital.

—¿En verdad no lo recuerdas?.—cuestionó, su mirada oscura pero seguía sin mirarle, su vista estaba fija en el lustre papel entre sus manos.

—No, para nada.

—Bien, ¿ya has aceptado ser un perdedor o sigues siendo un llorón?.

Taehyung lo miró sin entender el porqué su amigo había decidido cambiar el tema tan pronto, por lo general siempre hablaban de lo mismo hasta que no quedaba ninguna duda que aclarar. Su ceja alzada mostraba desconfianza pero aún así decidió no tomarle importancia. Se reprochaba a sí mismo el desconfiar tanto de su amigo.

—Está bien Park, te reto a una revancha.

Las horas pasaron y ya ambos chicos estaban cansados, un tanto fastidiados de jugar por tanto tiempo frente al gran televisor. Habían tendido una colchoneta en el piso, para así poder dormir los dos juntos, la platica era amena, hablando de todo y de nada a la vez.

La cabeza del chico más alto no podía dejar de pensar en el videojuego que había jugado con su amigo la última vez, realmente no era tan bueno, pero había algo que hacía que no pudiera dejar de pensar en el.

¿Acaso era la temática? No, había muchos juegos con temática parecida ¿La historia? En sí la historia era aburrida ¿Los gráficos? ¿El sonido?...¿Los gritos que había en el juego?.

Un parpadeo rápido, la mente de Taehyung lo había encontrado, eso era, aquellos gritos con un tono de voz tan familiar que lograba causarle escalofríos.

—Jimin, dime algo.—el nombrado se giró para mirarlo.—Los sonidos de aquél juego, ya sabes, el que jugamos la ultima vez ¿dónde fueron grabados?.

—¿Por qué lo preguntas?.

—Es solo que, no sé cómo decirlo, las voces me resultaron familiares, como si fueran de alguien que conozco.

—¿Ah si? ¿Quién?.

—Mi hermano y Yoongi hyung.—dijo.—Aunque eso es algo ridículo.—rió sin gracia.—Por favor olvida lo que acabo de decir, no tiene sentido.—miró como el rostro de su amigo seguía con aquella mirada neutra, nunca antes había visto esa mirada en él. A decir verdad, lograba causarle un poco de temor, solo un poco.—Vamos Jimin, no te tienes que poner así, solo fue un comentario al azar sin mucho sentido.

—¿Sentiste algo cuando escuchaste esos gritos?.—su amigo lo miró sin comprender su pregunta.—¿Te sentiste emocionado? ¿Excitado?.

—¿Qué locuras estás diciendo, Jimin? Esos gritos eran de dolor, no podría sentir algo como eso al escucharlos.

—¿Estás seguro? ¿No sentiste como tu pene se paraba cuando escuchabas esos gritos agudos de dolor? ¿No sentiste llegar al orgasmo con solo imaginarte a Yoongi hyung siendo el dueño de esa voz?.

—Amigo, estás loco, por favor deja de decir esas cosas tan extrañas.—se recorrió lentamente, alejándose de poco del chico que estaba al lado suyo.—Iré por un poco de agua, cuando regrese espero que puedas dejar de decir esas cosas y podamos hablar normalmente.

Taehyung se levantó de su lugar, dirigiéndose a la cocina que estaba ubicada a un lado de la sala de estar. Tropezó con la correa de la mochila que se encontraba en el piso, refunfuño, era la mochila de Jimin. ¿Por qué su amigo no la colocaba en el sofá?.

Se agachó para tomarla y así depositarla en un lugar en el que nadie fuera a tropezar con ella. Se escuchó un tintineo y después un ruido sordo en el piso. Se puso en cuclillas para ver de qué se trataba, las luces estaban apagadas por lo cual tuvo que enfocar muy bien su vista.

Los pocos brillos que se podían notar en el metal de aquellas dos figuras dejaban ver lo que era.

Dos pequeñas figurillas de un par de pequeños aviones, uno de color azul y el otro de color negro con pequeñas lineas plata, unidos por un arillo formando un lindo llavero.

Cubrió su boca con una de sus manos y sus ojos se agrandaron al punto en el que podía sentir como sus pestañas tocaban sus cejas, lo cual era fácil ya que estas se encontraban fruncidas.

¿Qué hacía Jimin con los llaveros de Yoongi hyung y de su hermano?.

Escuchó como unos pasos se acercaban sigilosos a su encuentro, se puso de pie lo más rápido que pudo y se acercó a la puerta de la entrada de la misma manera. Su mano estaba en la perilla lista para girarla y salir de su hogar, pero escuchó la voz de su amigo detrás.

—Taehyungie, no debes de mirar en las cosas de los demás.

El nombrado mordió su labio inferior y se giró mirando de frente al más bajo, su mano seguía en la perilla, listo para salir si es que podía.

—Jimin, por favor dime que tú tienes estos llaveros porque los has encontrado en algún lado.

El chico sonrió, una sonrisa llena de sorna y de gracia.-Sí, los he encontrado.—dijo.—Los he encontrado en la mochila de tu hermano y de mi Yoonie.

El más alto no podía dar crédito de lo que había escuchado, parpadeaba tantas veces que ya hasta había perdido la cuenta y las calientes lagrimas se deslizaban por sus mejillas.

Giró la perilla tan rápido y tan fuerte como pudo y corrió del mismo modo.

Las calles vacías y oscuras solo hacían aumentar su adrenalina, no tenía sentido tocar cualquier puerta o inclusive ventana, sabia que nadie abriría, debía de ir directo con la policía.

Escuchaba detrás suyo las pisadas y las carcajadas del chico que iba a por él. Sentía que lloraría a morir. El aire de sus pulmones se estaba terminando y solo lo dejaban más fatigado. Sus ojos se iluminaron cuando vio la estación frente suyo.

Piso el primer escalón.

Unas manos se colaron por sus cabellos, atravesando su rostro, tapando su boca.

—Te atrapé, Taehyungie.

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Hola hola ¿como han estado?

He tenido mucha tarea por lo cual no habia podido actualizar tan pronto. Hago una tarea, suben dos más. Así que por eso este capitulo ha sido un poco más largo de lo normal.

¿Ustedes como han estado? ¿Qué han hecho en todo este tiempo que no lxs he leído?.

Gracias por leer, los amo <3