にじゅう | 20
—Dime porqué estás haciendo esto.
La voz del chico se escuchaba con rabia pero a su vez también estaba cargada con tristeza, decepción e impotencia. Y no solamente era su voz su rostro era de igual manera una obra llena de emociones.
Habían pasado ya algunos días desde que Jimin decidió dejarle saber que era él quién tenía a Yoongi y Namjoon encerrados en ese lugar. El cuerpo de Namjoon ya no podía estar más lastimado, era más fácil encontrar un golpe o un corte en su piel que una parte inmaculada.
Una sórdida risa llena de burla inundo los oídos del chico que no hacía más que molestarse por la actitud de aquél al que alguna vez llamó su amigo.
El chico que se encontraba de pie soltó un gran y exagerado suspiro, se giró para quedar de frente al chico que se encontraba atado y se acercó lentamente a él.
—¿Sabes? Cuando eres niño los adultos siempre te dicen que no debes de ser egoísta. Debes compartir lo que tienes, lo tuyo es de tus hermanos y si tienes amigos, de igual manera debes de compartir tus cosas con ellos.
Namjoon lo miraba sin poder entender a qué se refería con todo eso. ¿A qué quería llegar Park Jimin al contarle ese absurdo argumento?.
Jimin dio una ligera risa y se sentó a los pies de la silla de Namjoon. Comenzó a jugar con cada uno de los dedos de los pies de su amigo que estaba amarrado, los cuales se tensaban con el más ligero toque que él daba. Y no era de menos, cualquiera se tensaría si cualquier parte de tu cuerpo fuera tocada con el filo de una navaja.
—Por favor deja de hacer eso.—suplicó Namjoon, ganándose una mirada de fastidio y un "aburrido" por parte del más bajo.—Ve al grano Jimin, dime a qué quieres llegar con todo esto. Ese relato no me dice el porqué haces todo esto, el porqué me tienes así. Porqué me golpeas siempre y el porqué no sé nada de Yoongi.
La mirada de Jimin se volvió oscura al escuchar el nombre de Yoongi salir de esos labios. Lo odiaba, él era el único que podía decirlo. Porque Yoongi era suyo, le pertenecía.
—Si no quieres que te vaya peor, no se te ocurra volver a decir su nombre de nuevo.—dijo.—Y deberías dejar de ser tan desesperado, no me dejaste llegar al punto al que quería llegar en la historia. Así que calla ¿entendiste?.—posó la navaja en el cuello del moreno y este solo se animó a asentir con miedo.—Bien, como decía. Tus padres te enseñan a no ser egoísta a compartir lo que tienes y todo ese montón de idioteces que no sirve de nada una vez que creces.—movió la navaja alrededor del cuello contrario sin llegar a cortarlo, solo rozando toda aquella parte expuesta.—Yo desde niño decidí que no quería ser un bastardo que se ve obligado a compartir lo que es suyo ¿Y sabes cuando fue que lo decidí?.—el chico negó ante la pregunta.—Lo decidí en el momento en que lo vi por primera vez.
—¿A quién te refieres?.
—Te dije que me dejaras terminar, Namjoon.—el chico calló, tragando duro.—Cuando vi a Yoongi por primera vez, sabía que él había sido hecho para mí. Su hermosa piel blanca con toques rosados, sus jugosos labios, su sonrisa, todo él, TODO es increíblemente perfecto. En el momento en que le vi estaba decidido que Min Yoongi sería mío.
—Pero él no te pertenece Jimin, él es un ser humano que no tiene dueño.
—Me gusta, siempre me ha gustado así que aunque él lo quiera o no, es mío.—dijo con arrogancia.—Y lo mío no debe de ser tocado, visto o escuchado por nadie más. Lastimosamente, él ya ha sido visto por mucha gente, todos esos imbéciles que se han deleitado con su belleza que lo han tocado y que le han dirigido la palabra a sabiendas de que me pertenece. Todos y cada uno de los bastardos que se le han acercado deben dejar de existir.—se acercó aún más a él, su rostro a centímetros de distancia.—Y tú mi preciado amigo Namjoonie eres uno de ellos. Pero descuida, tienes un punto a tu favor en todo esto.—dijo.—Tomando en cuenta todos nuestros años de amistad, te daré la opción de elegir. Puedo darte una muerte rápida e indolora o puedo torturarte unos cuantos días haciendo que tu esperanza de que alguien te encuentre crezca...o tal vez que esa esperanza se pierda poco a poco.
Namjoon soltó una pequeña risa incrédula haciendo que Jimin lo mirara confundido.
—Creo que no es un punto a mi favor cuando me has estado torturando por tantos días seguidos, tal vez por semanas, sin haberme dado opciones antes.
—Oh amigo, tan solo han sido unos seis días desde que llegaste aquí.—dijo.—Está bien, tú ganas. Te daré dos días para pensarlo y no te haré nada en ese tiempo.
Tomó uno de los tazones de comida que tenía en el piso del cuarto y se lo llevo, regresando con un plato lleno de comida ya no solo pedazos de pan, así como también un gran vaso de agua. Tomó una pistola que guardaba en su bolsillo trasero y con ella apuntó al rostro de aquél a quien seguía llamando amigo. Lo desató de la silla, dejó sus pies atados y desató sus manos aunque ahora amarrándolas nuevamente por delante.
Se alejó de él aún con el arma apuntándole hasta que llegó al marco de la puerta.
—Disfruta de tus dos días, amigo. Cuando pasen quiero que decidas lo que pasará contigo.
Cerró la puerta dejando la habitación iluminada solo con la poca luz que podía llegar del exterior.
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¡Hola! ¿Cómo han estado?.
Hoy es el día del padre y no actualizaré hasta el día lunes, tal vez suba el segundo capítulo de Unique's pero solo si logro editar todo lo que me falta.
Gracias por leer, los amo. Espero que tengan un lindo día. (',,•ω•,,)♡
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