En toda mi vida, era extraña la ocasión en la que me sentía seguro acerca de algún pensamiento o decisión. Pero, tal parece que el día de hoy no era un día como aquellos. Esta vez estaba más que seguro de lo que llenaba mi mente y atravesaba mis ojos en esos segundos.

Park Jimin estaba loco.

Eso yo ya lo sabía de aquí a hace un largo tiempo, pero, hoy día, él ya no era el único.

Chasquee mi lengua, el dolor de aquello me había sacado de mis pensamientos. Lamí la sangre que escurría por mis labios y giré mi rostro quedando frente a frente de aquel chico...de mi amigo.

Taehyung me miró con diversión y ese toque de burla que lograba adornar sus labios desde hace ya unos cuantos días. 

—Yoongi, no es divertido si no haces algún tipo de sonido.

El chico de pie, asintió de acuerdo con el otro.—Creo que sería mejor si dejas salir algún sexy sonido, de cualquier manera, nosotros somos los únicos que pueden escucharte, ya ves que nadie afuera puede oír tus alaridos.

—Vete a la mierda, Park.—giré mi rostro encarando al chico más alto.—Y tú también Kim.

Ambos rieron sin gracia, aunque el rostro de Taehyung me mantenía inconforme, sabía que tarde o temprano, Jimin se hartaría de incluirlo en estos juegos y el pequeño Tae perdería su única fuente de diversión. 

Aún sigo sin poder creerme, sigue sin poder entrarme enteramente a la cabeza el como habíamos llegado a este punto. Un Taehyung deprimido, harto de la vida y con un cúmulo de odio invadiendo por completo su ser, era la combinación perfecta para que él ahora fuera cómplice de hacer mi estadía una pesadilla peor de lo que ya había llegado a ser.

Pero había un pequeño problema. Esa minúscula y diminuta razón que al niño Tae se le olvido tener en cuenta.

Park Jimin me desea, me añora y aunque no sea de una forma romántica, o al menos eso es lo que yo creía, lo hacía. Para Park Jimin yo soy símbolo de su propiedad.

Verán, lo sé muy bien, Park está obsesionado conmigo. No estoy seguro de que me ame, pero sí sé que él no me quiere con nadie más que no sea Park Jimin.

—Yoongi, no puedes hablarnos de esa manera ¿qué no ves que hacemos esto para que tengas un poco de placer?.—habló Taehyung.

—Cállate, invalido.

La carcajada proveniente de Jimin me lo indicaba, la había cagado.

Era un tema delicado, tanto para mí como para Taehyung, aún más para él que para mí. Nos tomó por sorpresa aunque para Jimin solo fue un motivo más de burla y diversión, arrojandole de vez en cuando un poco de cera caliente de una vela o enterrandole unas pequeñas navajas en sus ahora pálidas e inmóviles piernas.

Debido a todo esto, Taehyung lloraba todas las noches sin parar y a veces buscaba un consuelo que pasaba a algo más carnal, más íntimo y yo lo hacía con gusto por mi amigo. Sin embargo, no era de sorprender a nadie la reacción que tuvo al yo llamarlo de aquella manera.

Miré con mis ojos fijos, sorprendidos y aterrados aquellas manos que se acercaban de a poco hacia mí.

Sentí como las grandes manos de Taehyung comenzaron a rodear y apretar mi cuello cada vez más fuerte, haciéndome perder el aliento. Lo único de lo que era capaz de hacer era de mover mis brazos de un lado a otro y patear con las pocas fuerzas que me lo permitían mis piernas.

Enfoque mi vista en Jimin quien me miraba con sorna, mi vista era nubosa pero aún así pude percibir como los labios de Jimin pronunciaban un lento y claro "dilo".

—J...Ji...minn...po...por favor.—dije con dificultad, alzó una de sus cejas y parpadeo rápidamente, colocó una de sus manos en una de sus orejas y fingió escuchar atentamente, maldito bastardo.—A...Ayúdame P...Park, se...seré...t-tuyo.

Me mostró una sonrisa satisfecha y se acercó lentamente a nosotros. colocó una de sus manos en el cuello de Taehyung, mientras la otra la dejaba reposando en el hombro de este. Arrojó a Taehyung a un lado de la cama mientras que yo intentaba recuperar el aliento que había perdido. Miré como se colocaba ambas piernas alrededor de la cadera del antes nombrado y con ambas manos apoyadas en la garganta de este, comenzó a asfixiarlo.

Lo hacía con fuerza y después lo dejaba respirar por unos momentos, mecía sus caderas hacia adelante y hacia atrás dibujando una sorna sonrisa en sus propios labios.

—¡Jimin!.—le llamé, él se detuvo y se giró a verme.—¡Se supone que es a mí a quien deseas ¿Por qué estás haciendo eso con Taehyung?!

Su expresión fue nula por unos pocos segundos, cambiando rápidamente, sus gruesos labios formándose ahora en una media sonrisa. Se acercó sigilosamente a mí, como un cazador cuando va por su presa. Me sentía acorralado y lo estaba. Me recargue en la cabecera de la cama y miré como nuestra distancia se acortaba cada vez más. Cerré mis ojos esperando a que me besara como ya lo había hecho tantas veces antes, pero eso no sucedió. Sus manos lenta y ligeramente se acercaron a mi mandíbula, tomándome de manera delicada de la barbilla.

Soltó una gran carcajada en mi rostro, haciendo retroceder involuntariamente, dándome un leve golpe como consecuencia.

—¡Así que eso era lo que faltaba, era lo que necesitabas para que reaccionaras!.—dijo entre una estruendosa risa.

—N-No sé a qué te refieres.

Su risa se apago tan rápido como empezó. Giró sus ojos y soltó un suspiro lleno de fastidio.

—Claro, solo calla y no hables, eres una molestia y colmas mi paciencia.—empujó mi rostro con fuerza, soltándolo en el camino.—Iré a dar una vuelta, estoy aburrido, además escuché que hoy darán luto a mi amigo, no puedo faltar, sería muy desconsiderado de mi parte el no celebrar una fecha tan importante.—dijo.—No te preocupes TaeTae, tomaré unas cuantas fotos para que puedas mirarlo.

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Yo escribiendo esta historia :v
Hola hola, ¿cómo han estado?