Llegué al hospital lo más rápido que mi auto me lo permitió, estaba seguro de que tendría más de una foto infracción.

El olor a neumático quemado y la desesperación me estaban desquiciando.

Entré corriendo a la sala de espera, donde se encontraba la señorita a cargo de la información.

—Hola.—dije con dificultad.—¿Podría decirme dónde se encuentra Kim Namjoon?.

—¿Es usted algún familiar?.

—No, soy su amigo.—la señorita frunció su ceño, mirándome.

—Lo siento, no puedo dar información a personas que no sean familia del paciente.

Tallé mis ojos con frustración, no tenía tiempo para esto, Namjoon podía estar muy grave en estos momentos. Solté un fuerte suspiró y apoyé mis manos con fuerza sobre el escritorio.

—Escuche.—hablé mirándola con seriedad a los ojos.—Mi amigo puede estar al borde de la muerte en este momento, o puede que no, pero no voy a saberlo si usted no me dice dónde está.

—No puedo dar información de un paciente a una persona que no sea un familiar.—recalcó lo dicho anteriormente.

—Mire.—mi voz sonó más fuerte de lo que esperaba. Agradecí el ver a una persona conocida venir hacia mí.

—¡Hyung!.—gritó al mismo tiempo que corría para abrazarme.—Gracias por venir, Namjoon hyung sigue en terapia intensiva.

—No me lo tienes que agradecer, Tae, estoy igual de preocupado que tú.—dije.—Pero ¿En qué vinieron al hospital? Se suponía que yo los iba a traer en mi auto.

—Oh, eso.—dijo.—Después de llamarlo a usted, llamé a Jiminnie y llegó más rápido de lo que esperaba, tardó unos tres minutos en llegar después de colgar.

¿Tres minutos? ¿No era eso poco tiempo?. No, no debía de crearme ideas extrañas, después de todo, fue él quien ayudó a Nam y a Tae a llegar rápido al hospital.

—Tal vez tenía algo que hacer por alguna calle cercana.

—Sí, me dijo que había tenido un asunto que atender cerca, tuve mucha suerte, no creo que Namjoonie hyung haya podido aguantar más tiempo.

Asentí de acuerdo con él, sin embargo, seguía teniendo un mal sabor de boca en cuanto a lo de Jimin.

Fue él a quién dejamos primero en su casa, sí hubiera tenido algo que atender cerca de la casa de Tae y Nam, simplemente nos lo habría dicho y se hubiese ido con nosotros ¿No es así?.

No, debo de borrar esas locas ideas de mi cabeza, después de todo, Jimin se ve como un buen chico, a pesar de lo que sucedió por la tarde.

—Tae.—una voz sonó a mis espaldas, era él.—¿Te han dicho algo sobre Namjoon hyung?.

Se puso a mi lado, pero no me saludó, ni siquiera me miró.

Taehyung negó con la cabeza, su semblante era triste y decaído. Tomé su mano y le di unas suaves caricias, quería que supiera que yo estaba ahí con él y podía contar conmigo.

Me dedicó una sonrisa de labios , supongo que no tenía ganas ni de sonreír aunque sea por cortesía y yo lo entendía.

Sentí una fuerte mirada sobre mí, era él, Jimin nos estaba mirando con recelo. Así que eso sí merece su atención, ¿No es así?.

—Tranquilo Tae, estoy seguro de que todo saldrá bien, Nam es muy fuerte, ya sabes.

—Lo sé, hyung, gracias por acompañarme.—dio de igual manera una caricia al dorso de mi mano.

—Oh por favor.—Jimin habló de repente.—Sé que puede parecer que Namjoon hyung está muy mal, pero cuando fui por ustedes la herida no se veía tan profunda.—dijo.—Así que no hay razón para ponernos melancólicos.

Lo miré con enojo, su falta de tacto y empatía me molestaba.

—Puede que no, o puede que sí, tú no eres médico para saber ese tipo de cosas.-le respondí con molestia.—Puede que Namjoon no sea tu mejor amigo, pero Taehyung sí lo es y creo que merece que al menos lo trates de una mejor manera en un momento como este.

Sentí un apretón en mi mano, Taehyung me miraba con una triste sonrisa.

—No, hyung, sé que Jiminnie no lo dice de una mala manera, es solo la manera que tiene de consolarme, no lo tome a mal.

Negué tomando su mano con ambas mías.

—Eso no es consolar Tae, eso es no tener respeto por los sentimientos de los demás.—giré mi rostro hacia Jimin, el cual no dejaba de mirarnos con una mirada neutra.—Tú, ven acá, necesito hablar contigo.

Le dí una última sonrisa a Tae y caminé pasando a un lado de Jimin, el cual me siguió en silencio todo el camino.

Salimos del hospital y nos quedamos cerca de la entrada, no había mucha gente, pero sí había unas cuantas personas, lo cual agradecía.

—Sabes, agradezco el que hayas traído a Namjoon al hospital en una situación como ésta.—dije.—Pero hay algo que me está hartando de ti y ese algo es tu estúpida actitud.

—¿Eso es todo?.

—¿Qué?.—pregunté sin entender.

—Te pregunto si eso es todo lo que tenías que decirme.—dijo.—La verdad es que ya me quiero ir, aprovechando que estamos aquí afuera.

—¿Es en serio?.—le reproché con incredulidad.—Tu amigo, no, tu mejor amigo te necesita y tú solo piensas en irte.

—Pues al parecer mi mejor amigo ya tiene a alguien que lo ayude en este momento, así que realmente no me necesita.

—Eres de no creer, primero haces esa estupidez por la tarde y ahora esto. Bien, me alegra que Tae se vaya a alejar de alguien tan idiota como tú.

—Pues este idiota es el que ayudó a tu amiguito Nam, así que deberías de ser más agradecido.

Me desafió con su mirada a lo cual yo respondí de la misma manera. Me giré molesto, no pensaba seguir con este juego.

—Te lo agradezco idiota, nos vemos mañana, si es que merecemos tu presencia.

Fue lo último que le dije mientras entraba nuevamente al hospital.

Park Jimin es un idiota muy extraño.