ご | 05
Corrí en dirección hacia él, estaba realmente feliz de verlo así.
—¡Namjoon!.—grite.
Él se giró hacia mí con una enorme sonrisa, extendió sus brazos para poder atraparme.
Salté a él enrollando mis piernas alrededor de su cintura y mis brazos rodearon su cuello, él me sostenía de la cintura. Junte nuestras frentes mientras una sonrisa adornaba nuestros rostros.
—¡Nam! ¡Me alegra tanto que ya estés bien!.
Salté un poco de alegría sobre él, un quejido salió de sus labios.
—También me alegra Yoongi, pero ¿podrías no saltar de esa manera? Mi cuerpo sigue débil.
—Oh, claro.
Dije mientras me bajaba de sus brazos y volvía a incorporarme en el piso.
Le miré con una sonrisa en mi rostro mientras él hacía lo mismo.
—Realmente no entiendo el porqué de este recibimiento tan animado.—dijo.—Ya me habías visto la semana pasada.
Me alcé de hombros demostrando poco interés en su pregunta.
—Por el simple hecho de que ya no tengo que ayudarte a cargar todas tus cosas como un pobre esclavo.
Rodó sus ojos sin desaparecer esa sonrisa que hacía marcar sus hoyuelos.
—¿Algún día dejarás de ser tan exagerado, Min Yoongi?.
—No.
Negué divertido, una pequeña risa salió de sus labios.
—Bien, ¿Por qué no nos apuramos?.—dijo tomándome del brazo.—Los buenos asientos se van a acabar.
Me arrastró hasta el lugar, era una pequeña taberna con unas tenues luces alumbrando la sala, al parecer la mayoría de la luz se concentraba solamente en el escenario.
Al parecer Taehyung ha estado interesado en la música últimamente y él junto a algunos amigos habían creado una pequeña banda, hoy sería su primer presentación, por lo cual Namjoon y yo estamos muy emocionados.
Nos sentamos en una de las mesas frente al pequeño escenario, pedimos unas bebidas y charlamos un poco.
Las luces se apagaron por completo, dejando solo una pequeña luz en cada una de las esquinas de la sala, mientras una grave voz anunciaba el acto que seguía.
Aplaudimos animando a los chicos, ya que ellos serían los primeros en tocar.
Las luces del escenario se encendieron dejando ver a los chicos que ya se encontraban arriba de el.
—Hola buenas noches, nosotros somos "Death Kiss", esperamos que les guste nuestra música tanto como a nosotros.
La voz de Taehyung era animada, mis ojos solo habían prestado atención a él, hasta que sentí una mirada sobre mí. Mi sonrisa se esfumó lentamente al darme cuenta de que Jimin estaba ahí, mirándome sin un poco de discreción.
Bajé la mirada pero la volví a levantarla de inmediato, no dejaría que me intimidara.
La música comenzó a sonar mientras todos los presentes animaban a la joven banda. Taehyung era el vocalista y Jimin tocaba el bajo y coreaba.
Sonaba bien, se escuchaban bien.
Quedé inmerso en la melodía, mi cabeza se movía al compás de la canción y la melodiosa voz del pequeño Taehyung que daba todo en el escenario.
Agudicé mis oídos, poniendo atención no solo a la melodía, sino también a las voces que hacían de la canción tan buena.
Me sorprendí al escuchar el como Jimin cantaba aquellos coros.
Esa chica.
Ese chico.
Es mi cafeína, mi nicotina.
Esa chica.
Ese chico.
Me vuelve loco cada día.
Mis brazos llaman por ti.
Quiero besarte cada día.
Esa chica.
Ese chico.
Me vuelve loco cada día.
Quiero que sea mía.
Quiero que sea mío.
Sé que serás mía.
Sé que serás mío.
Esa chica.
Ese chico.
Es tan bella como estrella.
Tan bello, tan bello.
No te resistas.
Ven conmigo, se mía.
Se mío.
Giré mi rostro solo para encontrarme con la mirada de Jimin sobre mí, quemándome.
¿Es que acaso no había dejado de mirarme ni un segundo en toda la noche?.
Suspiré con fuerza, frustrado. Me acerqué a Namjoon y le hablé al oído, con toda esa música no iba a escucharme de otra manera.
La mirada de Jimin seguía sobre mí, me sentía incómodo aunque mis mejillas estaban tan rojas como una rosa.
Avisé a Namjoon que iría a tomar algo de aire y me salí del lugar, no me iría, solo quería alejarme de él por unos minutos.
Tomé una gran bocanada de aire y miré al cielo, empezaba a oscurecer y no se podía mirar más majestuoso.
No pasó mucho tiempo para escuchar los aplausos y a Taehyung agradeciendo y despidiéndose.
Pensaba entrar, pero creo que quedarme a esperarlos aquí afuera es una mejor opción.
Cerré mis ojos recargándome en la pared, el ambiente empezaba a enfriarse lo cual hacia que me relajase aún más.
—Yoonie hyung.
Una voz canturreó sobre mi oreja, soplando un poco después. Me giré sobresaltado cubriendo ésta para ver de quién se trataba.
Aunque ya lo sabía, era Jimin.
—¿Qué haces aquí? ¿Y los demás?.
Pregunté tratando de no sonar muy nervioso.
—Los chicos se quedaron guardando las cosas y Namjoon hyung está esperando a Tae.
Asentí y volví a girarme esta vez en dirección a la calle, pensaba retirarme y después disculparme con los chicos.
—Hyung, quisiera hablar con usted.
Su voz me detuvo y suspiré derrotado.
—¿De qué quieres hablar, Jimin?.
—Quería disculparme.—alcé una de mis cejas, eso ya lo había hecho y creo que entendió mi gesto.-Quería disculparme, de la manera correcta.—recalcó.—La otra vez fui un idiota, y creo que siempre lo soy, así que te pido perdón, como el idiota que soy, quiero arreglar las cosas contigo y que sigamos siendo amigos, estuve mal y lo acepto, así que... ¿Amigos? ¿Puedo tener tu perdón, Yoonie hyung?.
Me hice el pensativo, aunque ya lo había decidido.
Asentí y una gran sonrisa se hizo presente en sus labios, abrió sus brazos en un intento de abrazo, el cual impedí colocando una de mis manos entre nosotros. Jimin la aceptó con un prominente puchero.
—Yo quería un abrazo.—reclamó.
—Solo doy abrazos a la gente muy cercana a mí, a quienes tengo mucha confianza.—dije.—Si quieres un abrazo, tendrás que esforzarte.
Una media sonrisa se formó en su rostro, pero sus ojos a pesar de mirarme, no estaban sonriendo.
—Me esforzaré mucho, Yoonie.
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