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Una oficina vacía se mostraba ante él.

Las paredes eran transparentes, sólo había una gran mesa en el centro y dos sillas, en la que estaba sentado y otra más donde estaba él.

A través del vidrio podía ver cientos de escritorios todos vacíos, no había nadie fuera de aquella oficina cristalizada.

La otra persona se levantó de su silla y se acercó a la gran mesa, apenas en ese momento Taehyung se dio cuenta de que estaba amarrado a su silla y de varios objetos de oficina esparcidos en la mesa.

El elegido fue una perforadora.

Taehyung tragó sonoramente y su respiración se entrecortó, ya se hacía una idea de lo que podía suceder y deseaba estar equivocado.

Cerró los ojos a la espera de cualquier cosas pero aún así no se sintió preparado para la sensación que se esparció por todo su cuerpo comenzando en su oreja.

Había sido perforada, dejando un gran orificio en su cartilago, arrasando con piel y provocando un agudo dolor, la sangre no tardó en brotar a chorros, al igual que lágrimas Taehyung sentía la sagre resbalar hasta su cuello, su cuerpo sufría con él.

Cuando su oreja fue izquierda fue liberada, y con el objeto lleno se rastros de sangre caliente y roja, fue el turno de la oreja izquierda.

Pero está vez la perforación fue en el lóbulo donde había más carne por atravesar y por ende más dolor, la sensación de sentir que una parte de su cuerpo se arrancada le estaba volviendo loco.

Para ese punto su ropa estaba empapada de sudor pero sobre todo sangre, tanto así que el olor metálico de esta llegaba hasta sus fosas nasales.

― ¿Debería hacete uno más?

El hombre preguntó con una sonrisa siniestra que no hacían juego con el aspecto adorable de su rostro.

Taehyung negó entre temblores pero no sirvió de nada. Su labio inferior fue tomado bruscamente y de un solo movimiento fue perforado arrancando un grito desgarrador de su garganta.

Sangre salio en grandes cantidades astronimicas de la herida llegando a entrar a su boca y casi ahogarlo.

―Vamos con otra cosa.

El hombre se alejó en busca de otro objeto, está vez una emgrapadora.

Taehyung quería morir de una vez por todas.

El primer impacto fue en la pierna, jamás habría imaginado que le engraparian el muslo a manera de tortura, los gritos no faltaron.

Luego vino el siniente impacto en el brazo, luego en la mano, de nuevo en la pierna y así hasta que tenía múltiples grapas perforando su piel, algunas no se enterraban bien y caían dejando pequeños agujeros de donde no brotaban nada más que sangre y sufrimiento.

De alguna forma Taehyung sabía que se acercaba el final, aquella persona fue en busca de un tercer objeto, se trataba de un lápiz perfectamente afilado, excelente para matar.

Sus comisuras se elevaron formando una dolorosa sonrisa, la herida en el labio no paraba de sangrar, pero aún así lloraba de la alegría mientras veía como el lápiz se acerba velozmente a su pecho, perforando su corazón y acabando con él sufrimiento.

Está vez el despertar no fue bruco, a diferencia de las pesadillas pasadas, su despertar está vez fue confuso, con el rostro mojado y los ojos llenos de lágrimas trató de volver a dormir.

Thighs~